lunes, 27 de abril de 2015

Imposible aquietar...

IMOPOSIBLE AQUIETAR LOS PENSARES
(Retorcido, intrincado e hiperactivo sin posible cura, el cerebro no para ni cuando duermes -¿hay alguien que no tenga sueños?-)




O lo que viene a ser la traducción al roman paladino del titulo del encabezamiento: Uno siempre anda afanado persiguiendo un estado vacuo de su masa gris, dejarlo sin tanta estresante circulación vertiginosa de temas y que, por lógica, revientan en trompazos contra las paredes craneales a menudo por tan frenético trasiego, ahondar en temas, analizarlos, asumir los primeros resúmenes o rechazar cuestiones desde su salida a la plaza, cual toro que al saltar al ruedo desde chiqueros para su heroica y noble pelea se lo ve cojear, flojo de remos, mermado para enfrentarse a la viperina inteligencia de ése del capote que lo reta, citándolo...No. Nunca se llega a ese estadio como de flotar, algo así como lo que llaman nirvana, ese navegar ingrávido de mente y cuerpo que te puede llevar a alcanzar, éste sí, la imposible felicidad que no encuentra acomodo factible en el incesante fragor del vivir (pensar y actuar) del siempre algo o muy infeliz ser humano, dolorido de tanto verse obligado a librar una batalla que ya sabe perdida aunque no el cuando.

Hay que agarrarse como sea, y con ahinco -por favor, no aprovechar para el versito- a esa indomable voluntad del cerebro de plantarte en las neuronas el tema que a él le da la gana. Aunque bien cierto es que el bombardeo de influencias de noticias, hechos e historias que le llegan por pantallas, papeles y aparatos parlantes, es innegable y, a su vez en muchas ocasiones, tan bochornoso, tan punzantes los "sentires" que despiertan, que resulta casi imposible saltar o desterrar o ignorar la negra y vergonzosa realidad de la masa humana y separar, para con ello quedarte un rato, con lo que los genes de cada quién prefieren quedarse y tranquilizarse y regodearse un "tiempito". Es una pena que lo bueno que llega para en ello pensar, sea tan poco -aunque a veces sea enorme, maravilloso-. En fin, aporrean las puertas del laberinto de mi cerebro diversas cuestiones. Voy a procurar ir eligiendo...

Me empieza a bailar por la azotea el palabro LEGGINS al que, eligiendo, he dejado pasar el primero. Maniático que es uno, en lugar de comenzar por lo lúdico, ya se cabrea por el hecho de que no entiende la razón de ese nombre cuando en español corriente resulta que eso, que parece raro con ese sustantivo, son medias, calzas... Bien, contra esta colonización de cualquier idioma, aun siendo tan rico el español,  que es permitida, asumida y publicitada -según se dice ahora-, yo no sé por qué me tengo que cabrear si nada puedo hacer excepto chillar con palabras, o sea, nada. Para mí son y serán siempre como medias ajustadas como segunda piel para lucir en colores las macizas formas femeninas de cintura para abajo, desde esas lindas ninfas prometedoras, pasando por las jóvenes en almíbar y llegar hasta esas rotundas firmezas de las sabias y muy bien "curadas" en buen estado de madurez y que vienen a atraer cual golosa loncha aceitosilla de un buen "bellota". 

Los diseñadores de vestimentas o modas femeninas para cada temporada, no es que sean unos "pillines", son, así a pelo y a lo bestia, unos bordes que sólo piensan en acobardar al tipo masculino medianamente vitaminado de testosterona. Ay, esos culos altos, duros, respingones, en forma de pera... ¡Ay, ay!, que vemos ante nosotros y que de tan pegados a las nalgas no es que tiendas a pensar sino que casi ves el delicioso tanga de debajo; cada vientre con su correspondiente triángulo -y a veces, su raya al medio-, cada par de muslos... Y es que no más con un corto repaso al pasado reciente, estos tipos que "diseñan" pues sí, resultan algo o bastante cabroncetes. Desde la invención y la implantación de la famosa minifalda -cosa rara, esto fue de una modista,  una mujer, ¿o era algo más?. Ni lo sé ni se me ocurre ponerle pega alguna a esta "inventora" de tan frescales, divertida y juguetona pieza de colgar de las caderas femeninas, fueran con vuelo, plisadas o, ¡Dios!, ajustaditas y musleras -otra vez: ¡ay! Y es que las veo mientras escribo, ¡que imaginación más fuerte, carajo!-,  cuidado-, siguieron los pantalones ajustados -vaqueros o de tela; los que priman hoy en día son esos algo así como elásticos, o sea, como esos LEGGINS, "sujetacelulitis" y marcadores ellos con descaro y, diría yo, libertinaje provocador-. Más tarde, y coincidiendo con los épocas de fresquito, como las prendas para el frío provocaban poco, se inventaron el ahorrar en telas y tejidos de punto para mostrar y presumir por calles y plazas, con sol o con lluvia, la moda aquella de "ombligoalaire"; hay que reconocer que esta última, que aún perdura algo, iba desde el calificativo de graciosilla al de golosa y manoseable si los rodetes de cintura eran "jovenazos y lozanotes". Casi al propio tiempo, repito, como el viento era "frescales" y no permitía mostrar mucha carnaza bajo riesgo de lo que se llama "piel de gallina", vino aquello de "lo superior", xe, apretadísimo, hasta, de ser posible, imaginar o casi ver, el color  de los ricos botones de los pezones, "cagüento"...
Resumiré -para no maltratarme las meninges-, epilogando esta verdosa disertación, con que para el hombre, ya digo y repito, con su dosis adecuada de testosterona -y aunque el cuerpo o físico ya no responda a los mandatos de la testa-, decía y acabo asegurando que hoy en día es un mal vivir andar por la calle y, encima, respirando ya la Primavera -y no la de VIVALDI, ésta se oye y escucha, sólamente-. ¿Qué le contesta uno al señor médico cuando no hace más que recomendarte que pasees, que andes, que muevas el corazón -el tipo sabe que es de lo poco que queda "moviéndose"-? Pues sí, amiguetes, hay que contestarle: ¿ando, veo y miro y trago o me muero, con esos alegres alborotos callejeros, y tanto mareo y alteraciones "en paseando y tropezando", de un infarto provocado por el intento de salir de la tumba una próstata proscrita por los años? ¿Eh, macho, qué hago; viagra o similares a punta pala hasta morir en cualquier dulce coyunda? Como dice JOSÉ MOTA en uno de sus estrafalarios personajes, "¡ande, va'usté a la mierda, hombre!"

Pero esta cuestión, al menos en España -lo más visto por mí-, dado que andamos algo cortos de buen gusto -aquí no hay colores de cristales que valgan, o está una bien amueblada del coco o no lo está, y... "es lo que hay", pues te llevas unos sustos tremendos por la calle que para qué. Y es que, por desgracia, son bastantes las féminas que siguen la moda sin ser conscientes del cuerpo serrano que les ha tocado en el sorteo, o no tienen espejos en casa o madre, novio, pareja o alguien que le tenga un poco de cariñito del bueno, que le diga algo castizo pero bien clarito: "¡Pero niña, mujer, nena de mi alma, ¿tú te has visto?!". En fin, da la mismo, esta contrariedad tiene la fácil solución de una vez mirado, volverse rápido para no verlo y, sobre todo, ser caritativo y no buscar ningún tomate...

La amable gente que de vez en vez me sigue, ya habrá constatado de sobra que mi -otra vez- testosterona sigue dándome mucha guerra, aunque está tan escondida en no sé qué rincón de mi coco y tan censurada que cuando vibra, al parecer, no es reconocida por ninguna parte de mi cuerpo. No sé, o ya no se acuerda nada de ella y no sabe lo que es o los putos años han acogotado las fibras que deben responder a lo gris de arriba.
Pero sí que molesta, me molesta, esa idiota manía de alguna o muchas tontas del bote que enseguida te ponen en ese grupo denostado de los "viejos verdes". No voy a largar sobre esto, ya lo he hecho varias veces.
Sólo una cosa, al genial LUIS GARCÍA BERLANGA, del que era notoria su afición a lo erótico, que realizó la película TAMAÑO NATURAL, con guión con colaboración de aquel otro genio llamado RAFAEL AZCONA, contando como principales actores con un gran MICHEL PICCOLI, francés él, y de coprotagonista ¡una muñeca hinchable!, sí, esas copias en latex, creo, de una mujer de "tamaño natural" y que tienen el gesto pasmado con la boca abierta en forma de "O". Y, además, fue uno de los dos promotores principales de la colección de TUSQUETS EDITORES, de obras de literatura erótica llamada LA SONRISA VERTICAL, en cuya convocatoria del año 1977, al ganar el premio, despegó definitivamente ALMUDENA GRANDES, con su novela, que fue llevada al cine, LAS EDADES DE LULÚ (Por cierto, Almudena Grandes, desde 1994 está casada o es pareja, detalle que no importa, del también grande poeta LUIS GARCÍA MONTERO, fichado ahora por IU para la candidatura de Madrid -pero esto merece historia aparte-). Pues bien, a este gran cineasta se lo calificaba como EROTÓMANO; a nadie se le ocurría calificarlo de viejo verde.
No me quejo, yo es que no "he sido descubierto", y lógicamente un tipo normal no puede ser erotómano sino verde. Pues darle, hijas mías, si así os sentis felices y, peor, feministas radicales, allá vosotras. No me voy a enfadar, para mí seguís estando igual de apetitosas... "Casi" todas.

Ahora ya, por restablecer la hedionda realidad y dejarnos de bromas cachondas, debo de recuperar un color no tan de jarana.
Se me ha colado en el alma el recuerdo de una viñeta reciente, de dibujo y corto texto de EL ROTO, en el diario EL PAÍS, en la  que sobre un tosco dibujo de planicies como a manchas negras atravesado por unos meandros de manchas rojas terminadas en gotas que se difuminan en un vacío sin trazo alguno, escribe este magnífico periodista gráfico: "LA EMIGRACIÓN ES UN RÍO QUE VA A MORIR AL MAR DE LA INDIFERENCIA". Mientras lo leía y veía, sentí como el sablazo de las palabras del sorprendente talante del actual Papa, FRANCISCO quien, aguzando mi memoria, decía algo parecido a esto: ¡TANTO MUERTO EN EL MAR... ME VIENE LA PALABRA "VERGÜENZA"!
No estaría nada mal que como componentes de ese "ELDORADO", que ansían esos seres que se arriesgan y mueren en el Mediterráneo, creyendo en esa meta (lógico comparándola con el lugar o lugares de los que huyen), nos azotásemos un tanto las conciencias con la vista clavada en el suelo, incapaces de soportar eso que dice FRANCISCO, tan vergonzosa vergüenza.

Y por si faltaba algo, como es habitual, otra terrible tragedia natural ha hundido a uno de esos países llamados algo así como del "Tercer Mundo", NEPAL, pobres y necesitados de siempre, con muy escasos medios, ese maldito terremoto que, aún sin acabar la macabra palabra del "recuento" definitivo, ya rondan los 4.000 muertos y unos 8.000 heridos y no sé cuántos... y, y, y. Pero, tranquilos, las ONG's ya están allí, llegaron de inmediato... y casi todos los españoles que estaban allí, casi están de vuelta sanos y salvos, todos los que fueron allí de "turismo" con pasta gansa en la mochila y los que se daban un paseito por el Everest...
Lo siento, soy así. Y además de ser muy difícil a mis años, tampoco me da la ganar cambiar.

Eso sí, suavizando los encontrados comentarios de hoy, intentaré encontrar una fotografía que nos reconcilie con algo bello de la vida (que siempre será algún paraje o paisaje natural, porque en el humano es demasiado agotadora la faena)


  (Fotografía de mi amigo EL PASCO)

Él sabe sosegarse. El camino silencioso, con rumores apacibles del vivir del monte y sus escondidas delicias.


DESVENCIJADO
Luis Ramírez de Arellano
27 Abril 2015




            


domingo, 19 de abril de 2015

Una muy desigual....

UNA MUY DESIGUAL BALANZA
(Pensando, sintiendo, doliendo...)





Cuando a uno lo obligan a tragar, amordazarse, largarse, tumbarse, todo y más, tras presenciar lo retorcido, negro y siniestro de lo que ahora se dice -aunque  siente como patada en las gónadas y le pese a uno como plomo- "esto es lo que hay", se vea impotente, con predisposición a la ira y todo él sea fuego hirviente de un rojo casi colérico, la mente, coaccionada y censurada, no más puede que perderse en miles de pensares a los que no puede dar orden de parla ni de acción al cuerpo.

Como voy a hacer esfuerzos por estar bastante más de un "rato" sin hablar de RATO ni de sus anteriores ni contemporáneos para los que no se consigue insulto suficiente con el que calificarlos por haber dejado, tratado y tratar a España hasta vestirla como ese negro y dolorido árbol de la fotografía, pues eso, que en este entreacto -que me será muy difícil alargar-, mi mente deriva por espacios para ella misma nuevos, sin investigar. O sea, que me ha dado por lo que expongo:

Supongamos una balanza en cuyo platillo, sucio y negro, vamos dejando caer términos o frases como:

Corrupción, ladrones, sinvergüenzas, canallas, politicastro (no político, hay que pensar que alguno sano hay); mentirosos, xenófobos, homófobos; vallas fronterizas que hieren, gasto en armamento, gasto en municiones, en barquitos, en avioncitos, en tanques, en misiles tierra-tierra, tierra-aire, aire-aire; bozales a militares impuestos por los altos mandos; recalificaciones interesadas, sobornos, libelos contra los no afines al medio que los difunde; gallinero de Parlamento; Senado que nadie sabe para qué está o sirve; violencia de género (siempre estúpido término/definición para lo que pretende decir); despido en diferido; la "X" de los GAL; promesas de campaña electoral nunca cumplidas después; contabilidades "B"; "sobres" innombrales e "invisibles"; fraude fiscal, paraísos fiscales, amnistía fiscal; órdenes de brutalidad policial que resulta que nadie dicta; desahucios (siempre para los débiles); Sanidad ya sólo buena en boca de voceros del Gobierno de turno; Educación sin educación, ni medios, ni colegios; centros y barracones insalubres como colegios;  pacientes de hospitales en pasillos; 17 sistemas de educación para un mismo país; por lo anterior, total incultura de jóvenes de una Comunidad respecto de otra; nacionalismos cutres y nada progresistas; segundo o tercero (ya no sé) idioma más hablado en el mundo ignorado y odiado por dos o tres rincones de España, ignorancia supina al rechazar esa arma de entendimiento común; pensiones de mierda, salarios de mierda; engañifa en estadísticas de empleo, otra igual en estadísticas de afiliados a la S.S.; robo y saqueo indignante con "tarjetas negras"; respeto al ciudadano y no considerarlo imbécil o tonto con proclamas de grandes cifras; banca usurera y vampírica; negación de la dación en pago; tirar siempre la culpa al muerto; eludir responsabilidades; Ministros de "cosas" de las que no tienen ni repajolera idea; figurantes, coristas, perseguidores de la foto; huir de la humildad arrojándose al trabajo; saber lo que es el trabajo y no escalar sin haber dado en la vida un palo al agua; ansias algo ridículas o risibles de RH diferente a todos, exclusivo; diferentes regímenes de fiscalidad según el califato; racismo, culpar al inmigrante; impedirle la vida al desesperado inmigrante; abusos sexuales y pedófilos en general; 4o años cotizando y cargar con el copago; presumir de la mejor Sanidad -gratuita y universal- del mundo y creer que nos lo creemos los que la sufrimos; inepto, chafardero, lector en lugar de orador, barrios marginales, chabolismo; desentendimiento de los deberes humanos de ayuda y delegación en las ONG's; blanqueo de capitales; "presuntos" pillados con las manos en la masa; jueces y estamentos supuestamente  independientes, politizados; pagos y cobros en negro; "españoles y españolas" y el idioma, con su adecuada sintaxis. a hacer puñetas; alcaldes y concejales de mano larga o extendida palma arriba... y, uf, ¡hay tanto! 
Seguro que me dejo algo y también, en puridad, no sólo de España sino de todo lo que llamamos Occidente y en lugares donde interesan mil guerras cuando la industria bélica decae. Ya digo, añadid lo que se me pueda haber olvidado. Y, de paso, un recuerdo de pesar, algún llanto íntimo por esas tragedias tan repetidas como la de hoy mismo: Unos 7oo emigrantes cuyos ojos tan abiertos, asustados, de ver y vivir infiernos de hambrunas y sangre y machetazos y facciones fanatizadas de alguna creencia religiosa, que se han cerrado ahogado en el Mediterráneo entre Libia y la isla italiana de Lampedusa persiguiendo llegar a una Europa supuestamente salvadora. ¡Es todo tan lamentable!

En el platillo limpio de la balanza, buscamos cosas que acumular, con ansiedad de esperanza, de esa "mentirosa regeneración" que nadie acomete y con cuya mención siguen tomándonos por idiotas:

HONRADEZ; MIRADA Y MANOS LIMPIAS;   DEDICACIÓN CON MUCHA ENTREGA A LO QUE SE DICE SER; CUMPLIMIENTO DE PROMESAS QUE ARRANCAN VOTOS; AUTENTICIDAD CRISTIANA -DE CRISTO- EN LA MULTINACIONAL LLAMADA IGLESIA CATÓLICA; NO SABER MENTIR; DICCIÓN CLARA Y DIÁFANA DEL IDIOMA; MÁS HONRADEZ; MÁS CUMPLIR, ALGO NO SINO MUCHO AMOR POR LOS QUE SUFREN, CON OBRAS Y NO CON PLEGARIAS... ADEMÁS DE CÁRCEL, PRIMERO DEVOLVER LO ROBADO A TODOS LOS BOLSILLOS; DIGNIDAD DE VIVIENDA Y ALIMENTO PARA TODOS; MÁS DIGNIDAD EN SALARIOS; NADA DE ESTADÍSTICAS TRAMPA... MÁS Y MÁS HONRADEZ; MÁS EDUCACIÓN Y FORMACIÓN HUMANA...
Me van escaseando actitudes y normas y formas de ser y estar para este platillo. De ahí, esos puntos suspensivos que quieren gritar búsqueda afanosa. Pero nada, me estoy quedando sin apenas de qué tirar mano...

Y así las cosas, ni agrandando lo positivo con mayúsculas, el peso del platillo lleno de mierda apenas cede. Se nota algo, sí, en cuanto aquellos términos de HONRADEZ, VERDAD Y AMOR, engordan algo.



De este rosal, bañado con las rayos de un sol tempranero, deberán salir capullos que revienten en hermosas rosas de varios colores. Pero, ay, por algo tendrá las espinas: para defenderse de manos puercas y maltratadoras. Tal como Miguel Ángel Aguilar termina muchos de sus artículos: "ATENTOS"


DESVENCIJADO
Luis Ramírez de Arellano
19 Abril 2015



sábado, 18 de abril de 2015


¿PENÚLTIMA ESTANCIA EN ALATOZ?
(Vivencias, pensares y reflexiones... y más)


Hoy, sábado, 18 de Abril del 2015, me he puesto como "el Quico", almorzando. He visitado el que otrora fuera mi asiduo "almorzadero": "CARMEN DE RONDA". De postres, TRES (3) chupitos de orujo. Estoy como en la gloria. Y que le den por cofa al primero/a que pase, por estar en el lugar y momento equivocados. Qué le voy a hacer, es muy difícil olvidar, de un día para el siguiente, los gloriosos almuerzos de ALATOZ con el grupo querido de amigos que me acogen (que son muchos y a los que en gran aprecio tengo) en el muy estimado lugar de la Mancha, de cuyo nombre nunca me olvido ni olvidaré.
(Por cierto, ni puñetera idea de quién era o es "El QUICO", aunque tengo por seguro que sería un ferviente seguidor de eso que llaman "pecado" los melindres y que se denomina, según el obsoleto catecismo católico, GULA, nefando palabro, válganme los cielos.
En fin, allá cada cuál; yo, ahora, estoy como un dios pagano, eufórico, panza llena y mente aromatizada y colonizada por sabios elixires... (¡Qué pena, se van evaporando...!)
En fin, ya. Vamos a lo que quería ser serio de hoy.

Lo de "PENÚLTIMO" es adjetivo para una virtuosa o perniciosa, no lo sé exactamente, superstición. Porque uno piensa -ojo, no sé si lo he escrito ya alguna vez. Es ventaja de los años cumplidos el obtener el perdón por las repeticiones, conste-, que la renuencia de las gentes a pronunciar la palabra "última", como tantas cosas, uno cree que es tonta, dado que si la vida es UNA y su final ÚNICO, ¿a qué tanto horror a esa "finitud" que definen y defienden los agnósticos, con la que me identifico?). Bien, el pensamiento es libre y singular y, ojo, no porque "ésto sea una democracia", frase imbécil que se escucha constantemente, sino por ser consustancial con el ser humano, aunque muchas veces la disimule u oculte.

A lo que hoy me importa: UN CUENTO SOBRE LA VIDA, lo que lleva a la libre interpretación doble de dos conclusiones:  "O la vida es un cuento, y no chino, precisamente". "O un retazo total y cortísimo, valga esta expresión y "ustés" perdonen, relato de lo que es, o puede ser, la vida; no lo olvidemos: la realidad siempre supera la ficción".

CUENTO (ya, de una vez, tanta historia y rodeo, leche):

Nuestro protagonista es un humano como la mayoría no tonta o la minoría algo sabia, a escoger. Es decir, era totalmente consciente de lo que la vida la iría regalando -hay que bien interpretar el sustantivo "regalo" o, por contra, maldecirlo-;  o poco a poco, o a lo bestia, de golpe, o sea, achaques, decrepitud, pérdida de facultades... En definitiva, lo que suponía que los años lo empujaran a la vejez y ancianidad. Pero nuestro hombre resultó ser de esos que llaman de "buena voluntad", traducido a lo cotidiano o vulgar, un inocentón que, con crianza facilona, creció y llegó a creer que toda su vida se salvaría y sería sustentada por eso que se ha dado en llamar AMOR ETERNO, o en su traducción diabólica, AMOR PARA LA BUENO Y LO MALO, PARA LA SALUD Y LA ENFERMEDAD y, lo peor de todo, eso de HASTA QUE LA MUERTE OS SEPARE (Por en medio de todo esto deambula esa terrible palabra de "esposa" -por lo barriobajero, "cadenas, grilletes..."). No nos alarguemos: Es  el caso que nuestro protagonista se entregó a esa promesa viperina del AMOR ETERNO.

Y cierto es, por qué negarlo, que le dio años y años de cumbres llenas de bienestar, felicidad y picantes sosiegos (ojo, vale la contradicción). 
Pero el maldito tiempo no se conforma con pasar sin más, sino que siempre se obstina en dejar heridas, marcas, huellas...
Unos diez o doce años años antes del derrumbe, nuestro protagonista comenzó a sentir en sus pituitarias un raro tufillo (Y es que -lo adelanto aunque no deba-, no previno esa cruel enfermedad del humano que se llama DESAMOR). El caso es que el instinto fue el que lo guió a encontrar en un lugar de la Mancha, cuyo nombre nunca olvida ni olvidará (ALATOZ, comarca bautizada como LA MANCHUELA), una modesta, pero con sabor, casa en arriendo.


El escape o refugio, a 160 kms. de su rutina y colaterales a la misma, era perfecto para el elegido amor eterno y él. En tal refugio, teniendo todavía restos de juventud tardía y últimas fuerzas de recién estrenada tercera edad, dejó horas y horas de lo que ahora se llama bricolage, poniendo especial empeño en una buhardilla que la casa tenía, dividida en dos habitaciones, para en una de ellas instalar su rincón, su refugio, su escape (y es bien cierto que en él escribió algunas buenas páginas producto de su afición escribidora).


   En tal tarea dejó muchos sudores y cansancios y hasta una lesión de menisco por la que tuvo que pasar por cirugía. Todo lo dio por bueno ante el renacimiento de algunos fulgores de intimidad de pareja (tanto en la propia casa como saliendo por esos campos manchegos, eternos de verde o rubio, según estaciones, como haciendo "vecindad" y amistad con gentes del pueblo en aperitivos o cenas al aire libre en terrazas con sano vientecillo, que, sin remilgo alguno los acogieron como a unos más de los de entre el pueblo (todo hay que decirlo: especialmente a él; ella era, digamos, algo más "rarita").
Todo se desarrollaba de forma encantadora en tanto eran él y ella y algún descendiente con, a su vez, descendencia, es decir nieto o nietos. Pero, ah, tomaron al pie de la letra -los que venían detrás y habían nacido de su semilla-, aquello de los "últimos serán los primeros", y, encima, se topó con que lo que él entendió y asumió como su amor eterno, su esposa -maldita palabra-,  que capitaneaba esa creencia. ¡Dios o dioses, no sé ya, hasta sin su refugio escritorio lo dejaron! ¡Hasta se vio obligado a ver por la televisión verdaderos bodrios de películas que atentaban contra la formación y educación de los nietos, y con el beneplácito de sus padres, hijos de él...! ¡Y ello "imponiéndolo": "Hoy vamos a ver ésto", decía uno de 17 -casi 18 años y con costosa y buena formación (¿?)- y palmeaba el último de casi 11 años... ¡Lo peor para nuestro hombre fue el ver, in situ, que sus padres, los padres, aparte de "no objetar ná de ná, ¡coño, también reían...!
Definitivamente asumió que él estaba fuera del contexto actual y absolutamente negado para entender ese presente estado de cosas de la juventud y padres no tan jóvenes. No; no podría entenderse nunca con ese, o este, sistema o estado de cosas: ¿Era él un caducado, un anárquico, estaba la educación y formación por él recibida pasada, olía a rancio su pensar, su entender la educación y el respeto; ya no servía ni pintaba nada la figura del abuelo "setentón", ni su forma de ser, ni el respeto a sus rincones, ni sus decires...? ¿Debía de estar callado siempre, "en su propia casa" para que los últimos, no se olvide, venidos por su semilla, lo arrinconaran, lo privaran de sus espacios y le hicieran constantes cortes de mangas en tanto los padres observaban y callaban...?

Un mal día, nada más despertar, notó el aire del pueblo húmedo, como enmohecido. Salió al patio de la casa y a la calle: una neblina cubría el pueblo. Raro en la hora que era, con el sol ya alto.


Previno el advenimiento del estado total de DESVENCIJADO al que se abocaba lo que en un principio acometió como una blancura resplandeciente de alumbramiento de una nueva esperanza, de un rehabilitar con este sol y luz claros y sanos de esa Mancha española que había llegado a amar. Los tiestos se iban vaciando y derrumbándose los mamparos



Luchó, pero no pudo. Todo apareció desmoronado, DESVENCIJADO.


Como final de este pequeño cuento, debo narrar que el protagonista, nuestro un tanto inocente hombre, decidió emigrar a algún país oriental, quizás China. Él había leído de historiadores y ensayistas que allá, en China, la figura del abuelo era venerable, se le debía respeto a su persona y a sus cosas, él, el anciano de la familia decía la última palabra... ¡y ésta se obedecía sin más! ¡Joer, qué maravilla! La esposa, desde su nacimiento, tenía inculcado el amor eterno al hombre que le tocara (tal vez, o sí, seguro, esto sea "pasarse", pero no dejaba de ser una bendición; sobre todo eso de apoyar sus razonamientos, su carácter, su SER en definitiva).

Sí, lo que el lector se imagina (con dos opciones, ojo) como final de la narración: O el confiado hombre juntó fuerzas y corrió a China a adoptar a alguna familia sin anciano o -lo que es más probable- quedó tranquilo en su rincón, cual villano sin serlo, mandando uno tras de otro, a la mierda o todos sus descendiente maleducados y que tan mal asumían la formación que todos les pagábamos. Ea.

DESVENCIJADO
Luis Ramírez de Arellano
18 Abril 2015