viernes, 19 de junio de 2015

Con desenfado y breve...


CON DESENFADO Y BREVE (espero)
(Salpicando comentarios. También sin vergüenza -por favor, no unir estas dos últimas palabras, aún sobran muchos cualificados en esta materia en España y no deseo quitarle el sitio a nadie-).


Mirad, amigos, a mí es que esta foto me gusta y, encima, soy su autor, así es que como este blog es mío, la pongo. Y, además, no con moco gomoso sino con papel cello me cuelgo una pequeña, modesta medallita a la altura de mis tetillas. ¿Passssa algo? La instantánea es de este Febrero pasado y el que no sepa lo que es o no vive en Valencia o por ella no ha paseado, ea.

Dada la diversidad de pequeños comentarios que se pegan en mi testa por lanzarse a este lugar virtual, tenía dudas sobre qué color de letra utilizar o si hacerlo cada uno de diferente tinte. Me ha resultado tan cansado este cavilar que aquí va todo de un solo tono.


Un tipo algo salido va y le dice a otro:
- Macho, este año me voy de vacaciones a Brasil, al carnaval de Río.
- Oye, cojonudo. ¿Os vais la mujer y tú?
- ¿Tú, cuando te vas a Huelva, te llevas las gambas?

(Factoría Arábica, señor Asesor)

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Ya me he dado perfecta cuenta -demasiado para mis años- de la moda femenina para este verano. Da más calor que el sol reventón del mediodía sin cochina nube en los azules. Se trata de la "BRAGA VAQUERA". Me explico: los que rondan mi quinta habrán conocido aquellas bragas de antaño, prenda íntima femenina realmente horrible que, a su vez hacía las veces de faja o "sujeta/aprieta barriguitas y nalgas flotantes". Fea a rabiar y nada favorecedora ceñía desde casi el ombligo hasta las ingles. Pues bien, esta temporada, con ese mismo patronaje, se ha lanzado al mercado femenino el modelito de marras pero con tela y estilo vaqueros. No cabe duda de que queda mucho más mono y además se ahorran faldas y pantalones. (La duda que tengo -y con ella me quedaré- es de si bajo de esa braga vaquera llevan algo, porque, opina uno, que zonas tan sensibles no merecen la cierta aspereza del roce de esa tela).
La temporada pasada ya lanzaron los pantalones cortos, muy musleros ellos. Quizás gastaban mucha tela y este año han acortado los camales hasta dejarlos bien ceñidos a las ingles.
Esta hermosura de prenda suelen combinarla con unas blusas ligeras, sueltas y "vuelosas" que, sin alcanzar el ombligo, cuelgan desde las puntas nerviosas como pitones de novillo encastado de los encantadores pechos jóvenes de nuestras "jovenazas". Por añadidura, estas blusitas, suelen ser de tirantes y con generosos escotes por los que asoman, con temblores de flan cuajado, como dos calvas juntas cuchicheando (frase metáfora de la factoría Arábica y propiedad de Arturo, que lo "detecta" todo, aunque se meta conmigo).
Al final ya no sabe uno qué es, de este armoniosamente erotizado conjunto de vestir (es un decir), lo que más le atrae: si explorar por debajo de esos vuelos tan prometedores o liarse a bocados y pellizcos con la garreta, fíjate qué cosa, que es, a un tiempo, tierna y dura.
A unas se les nota que están encantadas con las miradas masculinas que se les van pegando al cuerpo cual radiografía que no quiere llegar a los huesos. Otras o lo fingen o de verdad se molestan y vas leyendo en su frente los "cariñosos" epítetos que te dirían (no canso, todos sabemos cuáles) Pero, adorables hijas mías, si uno no puede prescindir de sus genes masculinos, lo único que hace es mirar y admirar lo que tú le enseñas, ¿no, querida?.
A las que si ha fastidiado esta moda es a las maduras aunque se mantengan lozanas y jamonas. Pienso yo que sí, que lo de arriba puede tener fácil, aunque caro, arreglo quirúrgico. Pero, ah, cuando los remos "fermosos" comienzan a hacerse añosos, etc., etc., no sé, mal arreglo tienen, creo.
Ye, amics, pensado y escrito.

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Un aizkolari le cuenta a otro:
- Oye, Patxi, no veas, casi un metro de diámetro; oye, ¡pues en nada tú, cortado en dos!
- Pues nada mal está, ¿y dónde has entrenado tan bien, oye?
- Pues en el desierto, tú.
- ¡Pero si ahí no hay árboles, anda!
- ¡Ahí va la hostia, ¡¡AHORA!!

(Factoría Arábica, señor Asesor)

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Yo quisiera ser todo un erudito en filología hispánica. Y es que los españoles, menos ser dominados en nuestra individualidad y sodomizados a pelo, tragamos con toda colonización lingüistica que nos va invadiendo como aceite espeso, poco a poco, pero manchando bien.
Entre los bustos parlantes de la tele, voces de radio y medios escritos, voy viendo con desespero como van desapareciendo vocablos o frases españolas de toda la vida.
Entre muchos, muchísimos ejemplos, el último que me ha dado una bofetada ha sido el que "las liguillas de ascenso o descenso de categoría" en el fútbol, ya no son tal, ahora se denominan Play Off, ¡tócate las boleadoras!
Y sin embargo, se da la circunstancia de que fue el fútbol uno de los pocos que hizo algo por españolizar el lenguaje propio de este deporte al empezar a llamar "saque de esquina", a lo que aquí se decía así, por las buenas, "córner".
Esta manía -o defensa del idioma de Cervantes- siempre será una constante en mí. Así, aunque creo que ya han asido aceptadas y bendecidas, yo no usaré jamás las expresiones "buen finde" o "porfa" o, peor, "porfi". ¿Tanta vagancia para pronunciar nos ha invadido?

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Empiezan a fastidiar los ojos. Me despediré con otra foto y del mismo lugar, para mí bonito, de Valencia.



DESVENCIJADO
Luis Ramírez de Arellano
19 Junio de 2015

lunes, 8 de junio de 2015

Picoteando subjetivamente...

PICOTEANDO SUBJETIVAMENTE.
(Pero con aderezo muy singular de mi cojera izquierdosa y, últimamente, bastante cabreada con el jolgorio de payasadas de aspirantes a politicastros, pactos interesados, digan lo que digan, por el sillón de turno -sí, eso que han puesto de moda de "EL QUÉ ANTES DE EL QUIÉN"- que en el "ANTES" queda de maravilla, pero, ¿cómo quedará  EN EL DESPUÉS de no más dos o dos y medio años de manejar el timón eso tan moralizante de la buena y sana política?
Miren ustés, gracias a sus artes de ya hace años y de unos y de otros, uno, aún sin quererlo, se ha vuelto como el Apóstol del Nuevo Testamento Católico, STO. TOMÁS, hay que meter los dedos en la herida y comprobar todo lo prometido que, ya se sabe, "después de metido, no hay nada prometido". No, amics, ya me pillaron de joven, pero los espolones duelen).



(Fotografías recientes: Balcones del barrio de PATRAIX y bosquecillo del estupendo PARQUE DEL OESTE - Valencia).
Uno quisiera que de los "interiores", a pesar de las persianas bajadas, surgiera lo florido, la primavera de las almas.
Y, también, en ese claroscuro del bosquecillo por el sol que quiere retirarse después de haber cumplido, y muy bien, su diario quehacer de "iluminar" y "calentar" cuerpos y almas, y se cuela, obstinado en dejar su recuerdo, hasta el inmediato mañana, por entre el enramado del apacible ambiente del levísimo levitar de las hojas de los árboles, y...
¡Y, pero ná de ná, apariencia preciosa, pero enseguida tropiezas y te pegas el morrón con el humano cabrón, que aunque es un pareado, es un poco feo, ¿no?. Pero, amigos, según mi PASCO, "ES LO QUE HAY"!


Miren, a mí -hay que mojarse- es  que me gusta la sexta, sí, la cadena de televisión, por izquierdosa y crítica, ¿a qué ocultarlo?. No más le pongo un pero al que nadie le hará caso, y menos que nadie la cadena de marras porque "perras" son amores y no buenas razones. Y, dejando por sentado que, para mí, lo mejor que tienen son las tertulias, pienso que deberían hacer un pequeño barrido hacia los contenedores de desperdicios de algún charlatán tertuliano: Ej.: EDUARDO INDA, proveniente de EL MUNDO (no sé si sigue en este periódico), pero éste es un tabloide grande, diario bueno y exigente e investigador y desatascador de tuberías y superficies enmerdadas; para mí,  seguido de EL PAÍS, los que más podredumbre llevan años sacando de debajo de las alfombras de los áticos de sofás acolchados de billetes de 500... sí, coño, euros (mi ordenador no llegó a que le pusieran en las teclas el símbolo del euro). El tal SR. (¿?) INDA es de lo más desagradable, soberbio, engominado, figurín chorra y encorbatado y tieso personaje, que no habla ni dice en las tertulias: sentencia y se dedica a enseñar documentos y fotos en tanto sonríe "caballunamente", -¡cagondiez, qué dentoles! Por lo visto, sus parrafadas, ataques desaforados contra el comunismo -que dicho sea de paso, no sé dónde coño lo ha visto de nuevo, salvo que siga anclado en el XIX-, todo esto ahí lo mantiene (que yo sepa en "AL ROJO VIVO y LA SEXTA NOCHE"). No puedo ni debo -no soy quién, para que mi pobre persona aconseje al GRUPO LARA y menos todavía si este tipo o tipejo les da audiencia y pasta gansa (ahora bien, los de este sector deben ser los mismos que los de la "telebasura" -recuerdo: es sólo mi opinión, aunque mi blog, ésto, es abierto, es decir que cada quién diga lo que quiera: normalmente no hago ni puto caso-).

El otro charlatán al que deberían apartar y darle de comer aparte es un tipo que antaño tuvo su aquél, pero que hoy... ¿Cómo una mujer tan cachonda, llena de auténtico humor y crítica irónica, inteligente -y lista- como "la SARDÁ", puede tener un hermano tan torpe, engolado y estúpido como "EL" SARDA que, a veces, es invitado a las tertulias de AL ROJO VIVO y de LA SEXTA NOCHE. Este individuo, con su engolamiento, un día se va a atragantar, ahogar y se dará de morros desde su sillón contra el suelo del plató. Además, para expresesarse, necesita unos tres metros de diámetro con el eje de su persona de los aspavientos con que mueve los brazos, tipo molino manchego cervantino. Todo para, después de haber removido con las aspas de sus manos vientos de bochorno y amuermado con sus preámbulos a la concurrencia y televidentes, o decir una chorrada o no decir nada, sonidos que no dicen cosas o argumentos, que es peor.

Por culpa de mi perjudicada vista, no puedo pasarme -espero que de momento- las horas que antes pasaba leyendo, mi más auténtica afición. Esto me lleva a retirarme antes de hora de mi querido sillón orejudo de mi cuchitril para irme al salón a "aplastiñarme" delante de la televisión, que no mejora que digamos mi visión, pero, al menos, no la fuerzo tanto. Esto me ha llevado a ver y conocer más a fondo otro programa de tardes de LA SEXTA,  justo antes de sus noticiarios de las ocho de la tarde, "MÁS VALE TARDE". Aparte de algún experto en uno u otro tema, acuden tres comentaristas o tertulianos que suelen variar cada programa. Apenas va algún porrito, casi todos/todas, me merecen del aprobado para arriba, comenzando por sus presentadores/moderadores, la principal MAMEN MENDIZABAL, perfectamente segundada por MANUEL MARLASCA, dan sus opiniones críticas y ácidas, aunque según yo lo veo, raramente cayendo en el insulto personal, que la tal MAMEN corta de inmediato, están los RUBÉN AMÓN, de no sé qué periódico digital aunque yo creía que era de El Mundo; ELISA BENI -me parece que fue pareja del juez BERMÚDEZ, no lo sé cierto-. Ésta es aguda, inteligente y me parece acertada, pero, pero, coño, cómo grita y agita sus manos de dedos abiertos y tiesos como con exasperación y le da meneos terribles a su cabeza y rubia melena. BENJAMÍN PRADO, poeta, cachondo de fina ironía y suave parlar en sus intervenciones, siempre, diga lo que diga, suele sonreír; IGNACIO ESCOLAR, director de EL DIARIO.ES, muy acertado en sus intervenciones aceradas o suavonas, según, pero que suele dar en el clavo de la coherencia; DANIEL MONTERO, otro buen tertuliano, tranquilo y sin griterío en sus suaves cuchilladas, como de cúter -creía yo que éste era o es de INTERVVIÚ, pero a veces me suena como de otros periódico digital, tampoco lo sé cierto. Aunque, sin dudarlo, yo me quedo con el maestro del periodismo MIGUEL ÁNGEL AGUILAR, aristócrata de la ironía que tumba. En ocasiones, para ilustrar algún tema, ponen un vídeo de algún personaje político del gobierno o de los "aspirantes", haciendo o diciendo alguna payasada o tontería incalificable; la cara de AGUILAR, como de un extremo asombro y soltando en balbuceo cosas parecidas a: "mira, mira, oye; ¿que hace, qué dice, ¡¿pero, por Dios, qué dice esta señora?! Bueno, Mamen, mira, no sé, no sé si ésto es esperpento o inaudito  o estupidez cerebral, ¿si parecen niños! ¡Ay, mira, mira cómo saltan...!". En fin, que para mí, son una delicia sus comentarios políticos.
Esta cadena, LA SEXTA, seguirá siendo buena en estas cosas si cuando toque dar caña a los nuevos, lo hace igual. Esperemos o, como dice el maestro AGUILAR: "ATENTOS".

Como ya he dejado expuesto en anteriores ocasiones, por culpa de mi vista, estos rollos me ocupan, a veces, días (éste ya lleva dos interrupciones).
Este inconveniente ha dado ocasión a que ME MOJE otra vez con motivo de ver, por televisión, entre el inicio de este escrito y el ahora, el "gran triunfo" de la multinacional F.C.BARCELONA. Es una enorme empresa, a tenor de los millones que maneja, cuyos obreros son, al mismo tiempo, su mercancía, en extremo valiosa y con unas habilidades muy cotizadas en su ramo, tanto que cuando "venden algún obrero/mercancía", nos podemos subir muy bien hasta los 100 millones de euros, total, como un bolígrafo "bic", ¿no? Estos operarios están super bien pagados, tanto por su labor en la empresa como por algo así de sus derechos de imagen, tanto se embolsan que, claro, hay varios con problemas con el fisco, y cuando no lo hacen muy bien, pero muy requetebien, claro, los socios accionistas se cabrean con ellos (yo creo que los socios tienen razón ¿no?). Es "más que una sociedad" y pueden presumir de muy demócratas y libertarios y nada xenófobos: aunque la empresa tiene la sede social  en Barcelona, tienen obreros/mercancia de Asturias, de Albacete, de Canarias, argentinos, brasileños, uruguayos, del norte y centro de Europa... y unos cuantos catalanes; éstos últimos suelen ser muy suyos, creyéndose el centro del país, España, donde, hasta el momento, se sitúa y pertenece Barcelona, aunque tot el camp es un clam.... Los exámenes para ser empleado/mercancía de esta multinacional, así, en general, no son muy difíciles ni exigen títulos universitarios ni ningún master, las pruebas se centran, mayormente, en las partes práctica y física, el teórico no suma mucho, ni siquiera exigen idiomas. 
Y yo, ante tanto festejo por el/los triunfos, me dio por el escepticismo: ¡joder, es que si no ganan aunque sea algo, sería para enchironarlos, ¿o qué...?!

Ahora toca la ducha grande con la que ME MOJO: No me gustó en absoluto esa pitada de unas 100.000 personas (¿?), socios de esta multinacional y de su contrincante, para con el himno que venía a representar el trofeo que se jugaban. ¡Cojones, si no os gusta ese trofeo, no lo juguéis, leche! ¿Por qué, una vez ganado, lo levantáis tanto y hasta alguno llora! Aun con todo, lo peor de las imágenes fue el captar la sonrisita viperipa, de serpiente bífida, del mandamás torpón y algo desnortado de la ciudad en la que se ubica esta multinacional... Tal que JOSÉ MOTA: ¡¡Va'usté a la mierda, hombre!!

Y ahora el REMOJÓN: Siguiendo la máxima que dice "Su libertad termina donde empieza la mía", creo firmemente en esta otra: "TU LIBERTAD DE EXPRESIÓN TERMINA EN CUANTO LOS SENTIMIENTOS HONDOS DE OTRO/S SE SIENTEN HERIDOS, INSULTADOS".

Me voy a secar y a ponerme algún protector por lo que me pueda caer, porque si alguna amable gente ha leído la cosa, su mente puede pensar hasta muchas terribles tragedias, máxime cuando el o los que no miden su libertad de expresión, no cuentan con que las descerebradas masas fascistas y fundamentalistas que se sienten insultadas y ofendidas en sus profundidades -muchos no han leído ni siquiera "SU" libro- de lo que menos saben o entienden es de eso, de "libertad".

El ojo, los ojos, la vista... ¡Se acabó por hoy!

Permitidme no más un recadito para D. Pablo Iglesias, el de la "cola de caballo" (a ver si aprendemos, xe, lo que lleva él, por su abundancia, no puede ser una simple "coleta"): Sr. IGLESIAS, si usted es catedrático de lo que sea, debería saber la historia de VALENCIA, por la cual esta tierra mediterránea NO ES "PAÍS", sino REINO DE VALENCIA. Por cierto, otros que sólo llegaron a "Condado" están que aburren ya hace años con su "hecho diferencial". (Ahora que, también los del famoso RH y su, todavía no sé la razón, régimen especial fiscal...) Ea.


DESVENCIJADO
Luis Ramírez de Arellano
8 Junio 2015       
   

lunes, 1 de junio de 2015

Ausencia de pudor...

AUSENCIA TOTAL DE PUDOR POR UN HOMBRE BUENO, UN BUEN SACERDOTE, UN CURA BUENO.


(Este elogio póstumo lo escribo en honor de un hombre que acaba de morir -¿rondaría los 90 años? No lo sé-, un hombre humilde, cura anónimo para lo mundanal, cura y hombre extraordinarios, en las dos facetas, que tuve la inmensa suerte de encontrarme en una de las típicas y tópicas etapas del "maduramiento" de un hombre: adolescencia, camino de la juventud e incipiente madurez. LUIS, el gran LUIS -para mi familia DON Luis, a mí él me conminó a apearle el tratamiento-. No recuerdo ni, la verdad, lo sé, si su apellido era DOMÍNGUEZ. Tanto me da, para mí siempre fue, y lo seguirá siendo, LUIS, ese hombre cura que tanto me ayudó en los momentos oportunos y acertados del desarrollo de mi singularidad y malas temporadas de mi vida).


(Fotografía de fecha 8 Septiembre de 1969 - La criatura vestida de  "Primera Comunión", había cumplido el día anterior 20 añitos y por el oficiante LUIS se iba a convertir en mi mujer. El nene, yo, cumpliría al mes siguiente 25 añitos. Al fondo, la gran TERESA, mi madrina de boda, mi enorme madre. Toda una vida casi que, aun a trancas y barrancas, ese día comencé y aún dura, ya ves).

A mis 15 años, o por ahí, aterricé en la capital, Valencia, proveniente de los llamados Poblados Marítimos, es decir, a lo sencillo, El Grao de Valencia.
Salí de aquella periferia con la edad lógica y los genes o adentros que yo tenía, para portar en mi ánimo unas convulsiones enormes. Cargaba sobre mi alma el fracaso de un fuerte -no, dos- amor o amores inmaduros y frustrados. Por ende, llevaba la mochila llena de plomo con la religión macabra de la posguerra incivil de España. En el colegio aprendí a contar, a sumar, las matemáticas, pero... ¡coño! siempre me descuadraba en aquellos quioscos de tortura con el famoso "...¿y cuántas veces, hijo?". También me descontaba, luego, con aquellas penitencias de no sé cuántas avemarías y padrenuestros... Bah, es tonto recordar o repetir aquella época nefasta de la formación más juvenil de la España pura, y putamente, franquista.

Todavía tenía yo creencias más o menos fuertes aunque ya notaba síntomas de resabio. El frecuentar a LUIS me aclaró muchas cosas, me tranquilizó y me fue "haciendo".
Ya me sorprendió mucho aquella su manera de confesar, tan sencilla, tan sin augurios infernales, tan, tan... ¡humana, comprensiva! Diría hasta de pura charla e intercambio de dudas, aclaraciones.
Poco a poco se fue terminando el confesionario y pasamos a el "vernos, encontrarnos" y conversar. A menudo era en su casa, en la que convivía y a la vez cuidaba de una o dos hermanas, que, a su vez, lo atendían a él. Si la memoria no me falla, creo que tuvo que ocuparse de la larga enfermedad hasta su muerte de una ellas, que ya no recuerdo si fue la que era también religiosa. En su casa, en su salita, aposentados en los sillones o el sofá, tomábamos café y una copa de coñac cada uno (con mucha moderación, le gustaba o, pudiera ser, que lo tuviera para compartir con las visitas -eran los tiempos del muy español coñac, más tarde brandy, que, es manía mía, lo siento, ninguno de los dos vocablos tiene raíces castellanas-).
En el particular escalafón de la Iglesia Católica, o no quiso, no sé -creo que no le iba mucho el "mandar"- ascender, es decir ser Párroco y luego Arziprestre ni mucho menos más hacia arriba, o sencillamente, por su humildad, no fue considerado con el carisma o carácter suficiente por los Arzobispados sucesivos. 
Aseguraría que prefería ser siempre el segundo -creo que a ese "cargo" lo llaman Coadjutor- y, sobre todo llevar grupos de catequesis para adultos y ocuparse de la juventud del barrio (por cierto una barriada en su mayoría acomodada y hasta algo ricachona. Por "desgracia" no era el caso de mi familia, aunque en ella sí se respiraba bastante "iglesia". Tal vez, no lo aseguro, otra causa de mi rebote).
Después de alguna de aquellas charlas, al principio de aquella costumbre, me preguntaba a bote pronto: "¿Cuánto hace que no te confiesas?" Yo nunca me acordaba, me estaba distanciando bastante de esas prácticas a pesar de que quedaban rescoldos de creyente. Entonces yo le preguntaba, "¿y la penitencia, Luis?" "Bah. Si quieres, comulga el domingo y arreglado".
Ha estado presente en todos los acontecimientos de mi familia y míos en concreto que "requerían" la intervención de la Iglesia. Siempre, el elegido era él y se desplazaba adonde fuera para ser "nuestro cura". Bautizos, comuniones, bodas, fallecimientos, siempre él, era "nuestro cura". Diría que llegamos a tener cierta amistad si bien él era retraído, algo vergonzoso y, quizás por su condición de sacerdote, a veces algo distante a propósito.
Todavía, ya casado y con hijos yo, seguimos viéndonos de tarde en tarde. Jamás me hizo alusión alguna a mi distanciamiento de la Iglesia. En una ocasión, le pregunté: "Oye, LUIS, hablando conmigo como lo haces, ¿por qué no lo dices igual en tus homilías?" "Porque -me contestó- en este barrio o no vendría nadie a mis misas o me trasladarían, y ¿sabes? me gusta estar donde estoy y lo que aquí hago".

Escribiría mucho sobre este hombre bueno (al estilo de don ANTONIO MACHADO: "EN EL BUEN SENTIDO DE LA PALABRA, BUENO"), al que he tenido siempre gran afecto y, creo, él a mí, aunque ya lo he dicho, protegía con pudor muy bien sus sentimientos, pero, si lo hiciera, esto sería larguísimo, o un cuento largo o una novela corta o apuntes de una biografía no autorizada. Pero no me resisto a dejar plasmados algunos retazos de su relación conmigo, de su magnitud humana y de su profundo cristianismo, tan maltrecho hoy en día.

= El recuerdo más penoso: Corría Octubre de 1976 y la VIDA me MATÓ a un hijo mío, el cuarto, con no más 18 meses de sonrisas y risas azuladas, rubias y babosas. En unos 4 ó 5 días quedó muerto, como una planta seca. "Luis, ¡¿qué hago?!, ni ella ni yo podemos más. Me quedan estúpidos remilgos de esta religión que me cuesta entender, mucho...". "Pero -me dijo- ¿está en coma, es posible su despertar?" "¡Está muerto, coño, Luis. Eso de la cabeza, plano, sólo se le mueve el pecho y lo hace por una máquina que le han enchufado. !Es que ni podemos ya besarlo, desde detrás del cristal de esa especie de pecera, es que...!" "¿Y que os dicen los médicos?" "Que ni respira, es la puta máquina la que mueve su pecho. El pediatra que siempre lo ha tratado, ya nos ha dicho que aquí no hay nada que hacer, que lo mejor sería, por bien nuestro...". "El Dios en el que yo creo, no puede, jamás os condenaría; sin remilgos ni menos aún remordimientos, ¡hazedlo!". Cargué con mi crío para llevarlo a nuestra casa. Me pareció que a pesar de lo pasado, tenía más peso que vivo. Este tipo de muertos, ¡cómo pesan!. Ya en nuestra casa, de los primeros en aparecer fue LUIS, fue el primero, único y último abrazo muy íntimo que tuve con este hombre, bueno, este cura bueno. Me llevó a un rincón de mi piso para que pudiera llorar a gusto.
En este suceso, también apareció la Iglesia oficial que yo ya empezaba a despreciar. Al pertenecer ya a otra parroquia, el mandamás de la de mi nuevo barrio, no permitió a LUIS oficiar como titular la misa que yo no quería pero que tuve que aceptar. Sólo claudicó en que "concelebrase" (Este otro sí, éste con su arrogancia y soberbia, unos años, pocos, más tarde sí que ascendió a Arzipreste y, creo, que después a la curia de la Catedral de Valencia. En fin). Lo único que no consentí de ninguna de las maneras es que, después de la misa, se formasen esas colas macabras llamadas, me parece, "despedidas de duelo". ¡Lo que se hubiera reído mi nano de poderla haber visto y, sobre todo, de algunas, bastantes caras de asistentes con boba expresión de sorpresa!
LUIS se despidió y sólo me dijo: "Mucho ánimo; acuérdate de que te quedan tres".

= ÉL celebró las Bodas de Oro de mis padres, en la que dos hermanos y yo aprovechamos para que, al mismo tiempo, tomarán la Primera Comunión, nuestros hijos. Los tres míos lo hicieron -se llevan muy poca edad-. Si no recuerdo mal, fueron seis nietos comulgantes los que acompañaron a mis padres en sus Bodas de Oro. También, si no me falla la testa, fue una de las pocas ocasiones en las que LUIS accedió a venir después al fiestorro.

= Celebró también mis Bodas de Plata -yo no quería hacer misa, sólo alguna comilona con mis hijos y hermanos, pero, mi hija mayor quiso casarse ese mismo día-. No quiso venir luego a la fiesta.

= Tuve que acudir a él porque alguno de mis hijos procreaba como quería, es decir con libertad absoluta, sin estar casado, sólo y nada más y nada menos que unido en pareja a la mujer que amaba y lo amaba. Pero, claro, por presiones, los cachondos querían bautizar a sus hijos, mis nietos. A ver qué cura encontraba yo que pasara por ahí. Pues, eso, LUIS, sin pega alguna y hasta con alegría. Al acabar, me decía en un aparte -era muy valencianote- !Xe, diles qu'es casen, home, huey!

= Uno de estos hijos míos, con dos hijos ya, va y decide junto con su pareja que ahora sí, que ahora va y quieren casarse por la Iglesia. Otra vez al auxilio del bueno de LUIS. Para esa ceremonia, por mi plasta afición a darle a la escritura, yo hice, les hice a la pareja un pequeño escrito que les leí antes del Evangelio. Mencionaba en él la inmensa suerte que tenían de que dos ángeles, sus hijos mis nietos, fueran los que les llevaran los anillos y las arras. Al acabar yo, LUIS me hizo un gesto y me pidió mi escrito, que se lo guardó. Tampoco quiso acudir a la fiesta pagana de después. Lo llevé a casa y le regalé uno de los pocos libros que contra vendavales, y mal que peor, he conseguido publicar. Un tiempo después, me lo encontré, y haciendo mención a mi libro me puso la mano en el hombro y me sonrió moviendo la cabeza: "!Xe, José Luis, com eres, xe, com eres!".

= La última vez que lo vi fue con motivo de otra marranada de la vida: Un sobrino mío, JOAN PERE, estupendo joven chaval, músico, deportista, educado, cariñoso, callado y muy cortés, una joya de joven, la VIDA, sí, ésta que no entiendo ni entenderé, empotró su coche de frente contra un camión: Muerto en el acto. Dentro de lo terrible, el triste consuelo de la rapidez.
LUIS acudió al Tanatorio. Ya estaba mal. Pero fue -hace sólo unos meses de esto-, y ha sido, la primera vez en que, creo que ya por su deteriorado estado de salud, no supo o no pudo contener una nublazón en sus ojos.

En fin, mi querido LUIS, no sigo. Me parece que a tu humildad tampoco le gustaría, a pesar de que podría tener más anécdotas de tu buen pasar por este mundo tan raro.
No he acudido ni a tu misa ni a tu entierro. Tú sabías de sobra que desde que enterramos a mi hijo, para mí los cementerios y las oraciones raras, creyendo tan poco en infiernos y cielos, me dan bastante grima. Además, ¿en qué te podían ayudar mi presencia o, peor, mis posibles torpes preces? No creo que necesitaras ayuda alguna de los vivos que dejas y te recordaremos siempre para ir adonde quieras, ah, y Dios, tu Dios, tan contento de lo que elijas (ahora bien, un aviso, LUIS, hazme caso, creo que en tu Cielo charlan con vasos de agua, nada de Magno, allá tú. Y el infierno, no sé, debe de ser incomodísimo, con tanto borde rondando por allí que podías creer que ya no te molestarían jamás. En fin, tú verás). Sé que, puede ser, el único que no me haya afeado la ausencia en tu sepelio, seas o hayas sido tú.

En lo que sí que creo, LUIS, es en esa buena máxima que dice que "TODA PERSONA SIGUE VIVIENDO EN TANTO ANIDE EN LOS CORAZONES DE LOS VIVOS SU RECUERDO"
Si allá adonde hayas ido te gusta, LUIS, guárdame un sitito. Hasta que la diñe tendré la sana costumbre de dudar a menudo.

Un virtual -casi real- muy fuerte abrazo, LUIS.


José Luis.
Luis Ramírez de Arellano.
DESVENCIJADO
1 de Junio de 2015