¡ACIDEZ!
Desde hace ya muchos años, el mejor médico "de familia" que he tenido, y con el que llegué a hacer muy buenas migas, "Carmelo Romero de Ávila", y tener un trato muy cercano a la amistad, que se mantuvo durante muchos años, me recetó para los "siempres/jamases", como buen o excelente conocedor tanto de la famacopea, como de las naturalezas -física y humana- de la persona, es decir, ambos entes unidos y conviviendo o malconviviendo: alma y cuerpo, decía, digo, me aconsejó, y redactó receta: "Lanzoprazol", de la dosis mínima, diaria y una en ayunas con un poco de agua.
Como todo en esta vida, tiene su "pero". Y el adoquín tremendo en medio de mi camino vital no sólo era corporal, es decir, una salud ni mucho menos a prueba de bomba, no. El gran obstáculo lo tenía yo en un alma demasiado sensible y plañidera... ¡Una enorme y muy molesta ACIDEZ en el alma, por ser como soy, como me parieron y me soltaron en este estercolero y, lo peor, sigo siéndolo y... agravándose.
(Puede decirse que el empeoramiento comenzó, mostró sus primeros síntomas hará unos 10/12 años; se agravó hace unos 3 años y duele como agujas desde hace unos 5/6 meses. No sé si es correcta la expresión esa de "pinchazos de agujas" sino que debiera decir brumas espesas muy cercanas a la depresión diaria que me carga de pereza enfermiza cada mañana en la que debo abandonar el refugio de la cama y afrontar una nueva jornada...
Siento que me ronda la muerte más cerca que nunca...
Me trocea un ataque virulento de los avances de la vejez...
Me martillea ese versículos de "en la salud y en la enfermedad"...
En roman paladino, me huelo a fetidez vieja, trapo mojado abandonado y sin secar...
Los años me roban movilidad y frescura...
Los galenos y los próximos, que simulan quererme -hay que adivinarlo- me quieren quitar el vino...
En tanto así voy malpasando, yo ruego por una muerte rápida que me pille con una copa de excelente vino tinto español cerca de mí y un magnífico libro entre mis manos que acabe reposando sobre mi yerto regazo...)
Podría hacer esto muy largo extendiéndome sobre mis entornos, próximos, cercanos y muy, muy cercanos; seguiría con el estado general, maloliente de mierda con moscas verdes, la vergüenza que siento cuando me dicen que pertenezco al "mundo occidental", a los privilegiados de millones de persones, abigarrado gentío de egoístas, adonde pretenden encontrar acomodo, salvación... ¡VIDA!, los desheredados que se quedan y mueren en la "Mar Nuestra" o enredados entre concertinas, vallas insalvables, cañones de agua y miles de botes de gases lacrimógenos o...
No pienso seguir. Aparte de lo mío muy íntimo y propio, en cuanto la mente me desobedece y hace balance, he perdido, hasta mis 71 años de ahora mismo, cantidad de buenos humores; pesa, hasta llegar a tomar suelo la balanza de lo negativo, como plomo raramante sangrante, hirviente; el rincón contable de mi cerebro no consigue cuadrar jamás con beneficios... ¡Dios, con dos, tres putos días de buena, refrescante droga bienhechora de paz para el alma mía, sólo eso, de vez en cuando! Sin ver "sufrires" y muertes contra natura de gentes queridas, conocidas, apreciadas y, tener que seguir tratando con ellos sin saber cómo... !Coño, sin entender nada, a pesar de lo ya vivido!
Ésta es una, mejor, la principal razón de que cada vez escriba menos: muy distanciado en el tiempo en este blog y apenas nada en el Face, foro que está lleno de "buenos y sanos humores", comentarios cortos y lo que yo suelo llamar "blancos", suaves, agradables... No, a mí esa estadía se me escapó y, como dicen en los diálogos, de películas mediocres -generalmente americanas- "me temo" que para siempre. De este último comentario se puede extraer la comprensión de que yo elija de la prensa que leo (lo siento por algunos, o muchos, tanto me da), EL PAÍS, las viñetas que retratan mi acidez sin apenas largo discurso, además, con una ironía rabiosa soterrada que ya y, mira tú, me relaja durante unos segundos. Las suelto aqui. No quiero inundar de acidez el mundo de Faceboock:
Como todo en esta vida, tiene su "pero". Y el adoquín tremendo en medio de mi camino vital no sólo era corporal, es decir, una salud ni mucho menos a prueba de bomba, no. El gran obstáculo lo tenía yo en un alma demasiado sensible y plañidera... ¡Una enorme y muy molesta ACIDEZ en el alma, por ser como soy, como me parieron y me soltaron en este estercolero y, lo peor, sigo siéndolo y... agravándose.
(Puede decirse que el empeoramiento comenzó, mostró sus primeros síntomas hará unos 10/12 años; se agravó hace unos 3 años y duele como agujas desde hace unos 5/6 meses. No sé si es correcta la expresión esa de "pinchazos de agujas" sino que debiera decir brumas espesas muy cercanas a la depresión diaria que me carga de pereza enfermiza cada mañana en la que debo abandonar el refugio de la cama y afrontar una nueva jornada...
Siento que me ronda la muerte más cerca que nunca...
Me trocea un ataque virulento de los avances de la vejez...
Me martillea ese versículos de "en la salud y en la enfermedad"...
En roman paladino, me huelo a fetidez vieja, trapo mojado abandonado y sin secar...
Los años me roban movilidad y frescura...
Los galenos y los próximos, que simulan quererme -hay que adivinarlo- me quieren quitar el vino...
En tanto así voy malpasando, yo ruego por una muerte rápida que me pille con una copa de excelente vino tinto español cerca de mí y un magnífico libro entre mis manos que acabe reposando sobre mi yerto regazo...)
Podría hacer esto muy largo extendiéndome sobre mis entornos, próximos, cercanos y muy, muy cercanos; seguiría con el estado general, maloliente de mierda con moscas verdes, la vergüenza que siento cuando me dicen que pertenezco al "mundo occidental", a los privilegiados de millones de persones, abigarrado gentío de egoístas, adonde pretenden encontrar acomodo, salvación... ¡VIDA!, los desheredados que se quedan y mueren en la "Mar Nuestra" o enredados entre concertinas, vallas insalvables, cañones de agua y miles de botes de gases lacrimógenos o...
No pienso seguir. Aparte de lo mío muy íntimo y propio, en cuanto la mente me desobedece y hace balance, he perdido, hasta mis 71 años de ahora mismo, cantidad de buenos humores; pesa, hasta llegar a tomar suelo la balanza de lo negativo, como plomo raramante sangrante, hirviente; el rincón contable de mi cerebro no consigue cuadrar jamás con beneficios... ¡Dios, con dos, tres putos días de buena, refrescante droga bienhechora de paz para el alma mía, sólo eso, de vez en cuando! Sin ver "sufrires" y muertes contra natura de gentes queridas, conocidas, apreciadas y, tener que seguir tratando con ellos sin saber cómo... !Coño, sin entender nada, a pesar de lo ya vivido!
Ésta es una, mejor, la principal razón de que cada vez escriba menos: muy distanciado en el tiempo en este blog y apenas nada en el Face, foro que está lleno de "buenos y sanos humores", comentarios cortos y lo que yo suelo llamar "blancos", suaves, agradables... No, a mí esa estadía se me escapó y, como dicen en los diálogos, de películas mediocres -generalmente americanas- "me temo" que para siempre. De este último comentario se puede extraer la comprensión de que yo elija de la prensa que leo (lo siento por algunos, o muchos, tanto me da), EL PAÍS, las viñetas que retratan mi acidez sin apenas largo discurso, además, con una ironía rabiosa soterrada que ya y, mira tú, me relaja durante unos segundos. Las suelto aqui. No quiero inundar de acidez el mundo de Faceboock:
Para terminar, intentando, por una vez en mi vida, ser corto aquí, y olvidando temas tan ácidos como que la primera o segunda potencia del mundo, EEUU, puede llegar a tener un presidente sin acabar de desarrrollarse su cerebro como un tal "ser primario TRUMP", que siempre anden con "importantes reuniones" a grandes o medios niveles para salvar a refugiados de otras guerras que no quiero entrar ahora desde donde nacieron -aunque todos sepamos de dónde, entre ellos el "caballerete", según lo bautizó el terminal FIDEL; sin entrar en el panorama vomitivo de gente totalmente incompetente que quieren sentarse en nuestra MONCLOA, sin... sin... Sí, sin enfurecerme más, para que se vea que no estoy totalmente perdido, que todavía descubro rincones y destellos bellos de esta porquería de mierda, me despido de vosotros, buena y amable gente, con una muy, pero muy reciente foto mía... Y qué cosas, tomada en mi fría casa.
Amigos, ya lo dije, lo mío es leer y poder encontrar buenas películas por la noche en la tele (por cierto, me he hecho adicto de LA DOS y de TCM (Ono).
Corto y cierro hasta no sé cuando. Saludos, gente buena (espero que así lo seáis)
DESVENCIJADO
Luis Ramírez de Arellano
15 Mayo 2016
