miércoles, 21 de junio de 2017


NECESITO UN "INSULTAZO"

(Ya no me vale eso de "hijo de puta", me suena ya como muy blandito)

(Antes que nada, debo exponer la razón que me lleva a considerar "blanco" eso de "hijo de puta".
He conocido -y todavía conozco- a "señores caballeros", católicos, apostólicos romanos, de frecuencia dominguera a su santa misa, que luego, en un rato de juerguecita con amigotes, en un almuerzo, los he escuchado comentar con sorna machista -muy española, que conste-, la "graciosa" curiosidad que les ha causado, siempre que han visitado a putas, el hecho rijoso demencial de que su crucecita, colgada de su cuello desde aquella lejana primera comunión, en esos vaivenes frenéticos, chocara, con, un débil tintineo, con la medallita con la que, prendida de su cuello, de la Virgen de los Desamparados, que la puta no se quitaba jamás, ni abierta de piernas -o lo que fuese- para ganarse su sueldo o sueldecito, pagados por hombres que, no sé, o están muy necesitados o llanamente dan pena.
(Y conste que siempre me estoy refiriendo a prostitutas "libres", o sea, sin "chulos" y sin "mafias". Del otro submundo de este alcantarillado, habría que hablar de otra manera).
He escuhado comentarios a veces, de gentuza de esta que ha llegado, por asiduidad a, más o menos, tener cierta amistad con la meretriz, que ella, ya despidiéndose, le ha comentado que está preocupada porque le falta un poco de dinero para la matrícula de su niño en el colegio concertado al que lo lleva. (Un señorón putero puso parte de su influencia)
Se produce entonces este rápido coloquio: ¿Y no le diste una "propinaja" para el colegio del crío? ¡!Yo, por qué? tarifa y sueldo base, chaval!

Y a cuento viene este prólogo -tan habitual en mí- porque eso de insultar escupiendo como muy grave lo de "¡hijo de puta!" (Yo no he sido ni soy cliente habitual del puterío -otra cosa, ojo, son los ligues-. Eso de "pagar" por quitarme una ansiedad, lo llevo a las farmacias)

No, la VIDA, sin más, ésa que se CREÓ o surgió de una EVOLUCIÓN... ¡ÉSE ES EL INSULTO MÁS TREMENDO Y ADECUADO QUE SE ME HA OCURRIDO!: "ERES -O ÉSE ES- UNO DE LOS COCHAMBROSOS PRODUCTOS DE LA VIDA" La VIDA  es la puta (si alguien me ha leído, recuerde mis razones varias veces expuestas aquí: NADIE TE PREGUNTA SI QUIERES O NO NACER; NADIE TE DICE LO QUE ESO TE VA A SIGNIFICAR; NADIE TE DA A ELEGIR FAMILIA EN LA QUE QUIERES CAER, SI NO HAY MÁS REMEDIO, CUANDO LA TIENES QUE DIÑAR, NADIE TE PREGUNTA SI QUIERES UN SERVICIO RÁPIDO O UNO RELAJADO, LARGO Y PUÑETERO...! Y CABRÓN!

En fin, sigamos con el auténtico motivo de todo este rollo-

(Por cierto, por los medios, escritos o audiovisuales, ¿alguien se ha enterado de muchas barbaridades criminales de violencia de género, parricidios, violaciones violentas -valga la redundancia-? No, gente amable, mis adorables fulanas se dedican a abrir las piernas y dar algo de su eterna sabiduría a la coyunda, en tanto piensan en sus gastos domiciliarios y el macho español suda como una mala bestia.

Resumiendo, eso de "hijo de puta" no va más allá de lo mismo que podría decirse hijo de administrativa, hijo de ama de casa, hijo de panadera, dependienta... ¡QUÉ SÉ YO! De cualquier pareja o adoptado o comprado (El "padre" no se libra... Pero ésa es otra historia).

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Soy así: Mis rodeos o preámbulos para llegar adonde quiero, en cuanto escribo, qué le voy a hacer, ¡son así! (sin embargo no me ocurre en la parla, en conversación con quién o quiénes sean.
Y todo ha venido porque he llegado a la conclusión que la auténtica GRAN PUTA, esa de la más grandes PUTADAS es la vida MISMA, y no ese grupo de mujeres que esa VIDA trajo al mundo, se dedican a lo suyo, repito, libremente, por propia elección o no haber encontrado otra salida para tirar adelante con esto del puñetero vivir diariamente.

Y el motivo más plomizo me ha caído encima como bloque de plomo, porque, desde hace unos años, el mundo y sus gentes más cercanas a mí -hasta familiares- está y están infestados de esa marranada de enfermedad que se llama CÁNCER (Sé de quien ha aprendido a enfrentarse a ella de manera, o maneras, ejemplares...)
Y esto, gente amable no lo pare ninguna mujer mercadeando con su cuerpo, esto, al menos para mí, es la grosera y guarra vida, que puso las flores en el mundo no más que para perfumar la mierda... ¡Y ni aún así! ¡ES LA VIDA, LA ASQUEROSA VIDA LA QUE HUELE, HIEDE A MIERDA DE LA PEOR!

Mis médicos ya me amenazan a mí. ¿Cuándo me tocará? Entre tanto, ¿a cuántos más tendré que despedir, que llorar o, impotente, ¿hacer algo por ellos, coño!?.
No, queridos, EL APESTOSO  CÁNCER no es un hijo de ninguna puta, es uno de tantos excrementos de LA VIDA, LA PUTA ES ELLA,, LA VIDA, no ninguna mujer.



Ahora ya, por intentar suavizar, unos colorines de adornos florales con los que "la jefa" gusta de ablandar negruras. (Es cachondo el tema: más dura que yo y, al tiempo, con estas delicadezas. Como un amigo me decía hace poco, yo opino que eso es pragmatismo: algo a lo que yo no puedo llegar; demasiado visceral y subjetivo; no puedo con el sufrir de la VIDA, ni con el mío ni con el ajeno).   
  

Y ¡EA! Cuando estoy muy "jodidito", no sé decir, ni escribir, las cosas de otra manera. La solución, buena gente, es como la de los coñazos de algunos programas de televisión: o se apaga o se cambia.

Si podéis, sed felices.

DESVENCIJADO
Luis Ramírez de Arellano
21 Junio de 2017