PARA PONEDOR /(Breve introito)

A ver si cumplimos de una vez con los compromisos (tanto más cuando se adquieren, porque si no, no creo que haga falta cumplimiento alguno).

Doy por sentado, amigo Ponedor, el que ambos -al menos yo- ando soltando el muy propio sentir y convencimiento -hasta hoy- de las cosas que expongo. Es decir:

-Mi premisa siempre parte, para estos temas, de mi convencimiento del tremendo absurdo que es la vida y su desternillante final: lo quieras o no, la muerte. A mí nadie me pidió permiso para traerme a este cochino mundo y, menos aún, me haya parecido bueno o malo, van a preguntar mi parecer para morirme -ni cómo, ni cuándo...- PRIMERA CONCLUSIÓN: ¿Acaso pedí yo ser persona?.

-Vale, ya estoy aquí, en este valle de mierda, que no de lágrimas, en el que de vez en cuando va y te encuentras con un oásis, con un prado bellísimo, con una hermosa flor de vida muchísimo más efímera que la tuya, con un amanecer -nuboso o claro, da lo mismo, siempre estremecedor-, con un atardecer que te eleva, te cambia tus conceptos feos y te conmina al plácido sueño, sí, con todo eso, pero además, y como culminación, ves, conoces y vives el amor, EL AMOR, en mi caso al menos, vestido -mejor no desnudo sino a mitad vestir- de, a tus ojos, la más hermosa hembra que jamás puedas contemplar, acariciar, besar, con la que te fundes en una posesión mútua. ¿Significa este conocimiento y ayuntamiento que tu debes cambiar?, ¡NO! Como bien dices, "evolucionas". Pero si tal paso es correcto, vas hacia estadios maravillosos sin dejar jamás tu individualidad, sino compartiéndola y enriqueciéndola con ese AMOR como nacido de la fantástica lámpara de Aladino. Lo conoces y no precisa que lo vocees, es tu cuerpo el que grita: ¡Quiero esto para siempre; no quiero nunca irme de aquí! Y no puedo explicar lo que clama y exige tu alma: un total desgarro por no perder lo que tienes.

-Entonces, ¿es lícito que te digan o te obliguen a "modificar" tus conductas porque la "vida pasa", los AÑOS pasan, los años pesan, se acerca el marchitarse, el hastío, el aburrimiento...? ¡¡NO ME DA LA GANA entregarme al conformismo!! Sin más, amigo "Ponedor", es la primera gran putada de la vida: el momento en que, quieras o no, te indican que empieces a recordar con sonrisa beatífica, que ya andas cuesta abajo, que date por satisfecho porque has vivido lo bueno de la vida... ¡¡VALE, PERO ES QUE YO QUIERO SEGUIR!! No permutaré jamás un amor total por cualquier placer nuevo -y obligado ante lo imposible del ido-, una buena comida, por ejemplo, un vino de muchos años en barrica... ¡Nunca podrá llegar ninguna de estas nuevas sensaciones al volar de una mano que te ama sobre tu cuerpo, al roce de tus dedos sobre la piel amada... Quiero decir, sí, yo "evoluciono" pero no me "acomodo". Digamos, "evoluciono por narices", a ver qué haces si no.

Lo cual me lleva a una conclusión bastante estudiada y dictada por los que dicen que saben: Sí, Jorge, si has tenido "buenas cosas", cualquier tiempo pasado fue mejor. El humano avanza con el apoyo o lanzadera de su pasado hacia un futuro en el que sabe de sobra que se va a arriesgar, no tiene ni repajolera idea de lo que lo espera -aunque una vez allá, algo puede influir su carácter, su voluntad- Repito, es mi sola opinión sin tratar de convencer a nadie: La riqueza del hombre es su bagaje, lo acumulado, su pasado. De él puede presumir o avergonzarse, ¡no tiene más! El presente es apenas un soplo que ni sientes. Lo notas un rato después, cuando la satisfacción o el dolor te invade por lo vivido hace nada, un instante. (Creo que ya lo he escrito antes: ¿Eres consciente de tu respiración, de tu caminar? ¡Eso es el presente! que, repito, inmediatamente se convierte en pasado, digno o no de guardar y recordar). Y además, ¡no quiere nada que se diferencie mucho a lo que atesora en su saco de lo vivido! Por fuerza, Jorge, según la vida de cada quién, la mayoría "echa de menos lo antes realizado", y todavía mucha más mayoría no ven futuro alguno por donde puedan recuperar o revivir algo de aquello con tan viva luz y hoy a oscuras.

Espero, amigo, no haberte "cargado" con uno de mis extremos desahogos.

(Tienes a tu lado, contigo, junto a ti, cosas -o cosa- maravillosa que cuidar para que te dure muchos años)

DESVENCIJADO

Luis Ramírez de Arellano