sábado, 12 de diciembre de 2015

Hay rosales...

HAY ROSALES QUE, ADEMÁS DE HACER ESPERAR O ESCAMOTEAR SU HERMOSA Y AROMÁTICA FLOR, QUEDAN TAN SÓLO COMO CRIMINALES ARMAS LLENAS DE ESPINAS VENENOSAS

¡ATENCIÓN, GENTE -la amiga y la muy querida del llamado sexo macho-, CUIDADO CON ALGUNAS MUJERES!


EN DESGRACIADAS OCASIONES TE DAS CUENTA TARDE, Y YA SIN REMEDIO, DE QUE SON MACETONES VETUSTOS, LLENOS DE MALA TIERRA, VIEJA Y PODRIDA, QUE NO PUEDE DAR JAMÁS UNA BUENA PUTA ROSA.


ES ENTONCES CUANDO TU ALMA, TU ÁNIMO, TE LLEVA A INTENTAR DESCANSAR EN UNO DE ESTOS PUDRIDEROS.
OJO, NO A TU FÍSICO, QUE DEBE DE SEGUIR VAGANDO Y SUFRIENDO POR EL MUNDO DE LOS QUE SE MUEVEN AUNQUE NO SEPAN POR QUÉ NI PARA QUÉ.
(Nadie ya, hoy en día, muere de estas cosas. De no ser que surja el macho alfa cabrón con una escopeta, un martillo, una tranca, un lo que sea y se cargue a la causante de sus desdichas, o no, ojo, a lo mejor es que nació con la mitad de su masa gris; como esto para mí es incomprensible de todo punto, ni lo analizo; me horrorizo y punto, que ya es bastante, porque si el mala bestia estuviera algo, sólo un poco, amueblado, invertiría el orden y acabaría antes que nadie con él mismo y dejaría de sembrar terrores, desgracias o, lo que es lo mismo, joder la marrana).

Debatía yo hace poco, o discutía amigablemente, con el genial amigo don PASCO, sobre el hecho de que no puede caminar uno por la vida, además de lo asquerosito que es ello, con prevenciones, con cuidados, como con defensas siempre a punto contra cualquier otro paseante que se te cruce, como temiendo a todos y por todo, viendo siempre venir el peligro de alguien "jodedor" que te va a perjudicar tu pasear o pasar confiado, como una buena gente que obvia el mal aun a sabiendas de su existencia. O lo que viene a ser lo mismo, concluía yo mi disertación, el ir de cara, de bueno por la vida por su propia naturaleza, nunca debe convertirse en una invitación a que lo llamen a uno tonto, o bobo, chalado, ¡que te fías de todo y de todos!

Pues, mira tú por donde, desde hace un tiempo, dándome cuenta voy de que, quizás y lamentablemente, hay que ir por este mundo con mirada de cordero a medio degollar, gesto de buenorro o santurrón bobalicón, pero por tu carga de "borderío" como arma siempre cargada, "atento el ademán contrario" para desenfundar primero y no acabar con tus sentimientos tiesos por el suelo como un leño seco o, más castizo, con los adentros convertidos en una "estaca de mierda".

No, me han hecho concluir, en lenguaje más claro, que no es posible ir de bueno y confiado por la vida. ¡¿Ah, que no estás de acuerdo!? Pues con tu pan te lo comas, chaval.

(Iré intercalando alguna gracia gráfica para suavizar la dureza de mi mensaje)


(Ésta es una sencilla muestra gráfica del periodismo actual de EL PAÍS -a pesar de sus detractores-. A modo de una lágrima de vaselina para resistir mis furias venideras).

Y todo lo que iba diciendo antes de la viñeta -tengo más preparadas- viene a cuento de que una vez más me encuentro en contra de los iniciales pensamientos del llamado DIOS católico cuando en el el Sagrado Libro, LA BIBLIA, narran en el GÉNESIS, su supuesta creación de esta cosa que se llama MUNDO, en ese preciso instante de sus cansados días de Creación, cuando le dio por pensar eso de que: "...NO ES BUENO QUE EL HOMBRE ESTÉ SOLO". Yo, MACHO, opino que si hubieras tenido algo de visión de futuro, para "acompañar" al hombre, desde luego no hubieras modelado -SOBRE TODO EN SUS PENSARES Y ADENTROS-  a lo que llamamos MUJER. Ojo, el molde TE salió sublime. No puede cumplir mejor su función de atraer al macho, obnubilarlo y, a la primera de cambio, ¡toma, idiota!. HOMBRE, con perdón, con tu sapiencia, ¿No hubieras podido crear algo MÁS SANO para acompañar al hombre?
Y si no se te ocurría nada, pues, coño, ¡ya tenía sus manos propias!.
De verdad, buen DIOS, opino, desde mi insignificancia, que al crear a ese bellezón de la especie humana llamado MUJER, te olvidaste de rellenar por completo su cerebro o de pintar de azul pureza su corazón. Y en el vacuo espacio de su masa gris, rediez, en ocasiones va y se llena de una masa fétida indescriptible y, encima, inodora cuando su cuerpo la exuda. Es como el agua pura -si es que queda de esto-, incolora, inodora e insípida. O sea, en cuanto te descuidas, te has tragado esos malvados aromas y te encuentras, aparte de sin entender nada, hecho una auténtica porquería.

(Va, otro toque de humor. Que no se diga).



Soy de la especie humana, varón, por nacimiento y MUCHA vocación. Y tengo, encima, esos vicios tan encantadores de como son que me "flipa" todo aquello que los "bien educados", declaran como nocivo si lo tratas con exceso. No andaré con rodeos, y por simplificar: Me encantan, por este orden: las MUJERES, el AJO, la CEBOLLA (todo ello, dicho sea de paso, a ser posible sin previo "cocimiento"). Siempre me encuentro a alguien que me contradice -o no sabe lo que dice- con aquello de "es que todo eso repite, como las morcillas". ¡Pero, tontolhaba, si te encanta y encima repite, mejor que mejor, ¿o no?!

Pero he aquí el quid malvado que me ha traído a toda esta disertación: Así como del AJO, CEBOLLA o MORCILLAS, no tengo marcas, heridas sin cerrar en mis adentros, de las MUJERES sí... Y son las que más duelen y nunca cicatrizan bien.
He tenido la inmensa suerte de saber del AMOR, de gozarlo y de conocer bellísimas y encantadoras hembras -que son la mayoría-, pero, ¡joder, coño, no me hacía maldita la falta que me rozaran arpías!
Vuelvo a llamar la atención del amigo DIOS -amigo porque a pesar de mi desarraigo, pues no se porta muy mal conmigo, aunque no haga ni puñetero caso al inmenso dolor que cubre todo el mundo actual-: A ver, explícame, ¿por qué aquella mujer a la que se le inunda ese espacio vacío que TE olvidaste rellenar, de tan cochina podredumbre tiene que, precisamente, joder o fastidiar, como quieras, a la pareja que más cerca tiene y, por simpatía, a los que esa persona tiene cerca?  Ay, ay... Si no me gustaran tanto, todavía a mis años me haría misógino (y la tonta feminista que proteste, pues eso, que le vayan dando, que va y resulta que la última moda es que les gusta, tú... ¡Qué cosas me he perdido, leche! 
O ya, en un tremendo berrido, sí, del que ya me arrepiento antes de soltarlo, propondría un intercambio del castizo y famoso dicho español: "...su madre será una santa, pero él...". ¿Se agarra el sentido?. Si no, mejor.

(Y antes de mi dedicatoria final, a esa escisión criminal del género femenino de la especie humana, otra viñeta. -¿Se me nota que me chifla el humor gráfico? El bueno, claro-.


Y finalizo, dedicando algunas estrofas de una canción del grande ANTONIO MACHÍN, a todas aquellas tipejas que parecen disfrutar dándonos mal vivir a los atontados hombres que nos fiamos.

Te conocí, y te enamoré
y me ilusioné
y ahora todo se acabó
al conocer
tu fingido amor
que causó dolor
a mi pobre corazón.

De nada valen
los abriles que he vivido
si de mujeres, nunca se sabe
la que no es mala
lo parece muchas veces
y la que es buena, no lo parece.


Bien, he conseguido desfogarme sin caer en la brutalidad, o eso espero. Uno nunca se despega, jamás lo consigue, del sufrimiento de los que quiere.

Ea.


DESVENCIJADO
Luis Ramírez de Arellano
12 Diciembre 2015