Fotografía de MAYO de 1989
(De mis viajes por tierras de CASTILLA - y otras aledañas- conociendo y visitando piedras nobles y hermosas de Monasterios que fueron cuna de nuestra España-
Es posible que en alguna entrada anterior ya antigua haya endosado aquí ya esta instantánea, pero... es que, aparte de que a mí me encanta, el auténtico mérito lo tienen aquellos maestros de la piedra -románicos/góticos- que fueron capaces de construir estas maravillas para que yo apareciera siglos después con mi "camarita")
APARTADO DE HUMOR DE LA "FACTORÍA":
- ¿Oiga sabe Vd. por qué la mayoría de los niños de BÉLGICA son vegetarianos?
- ¡¿...¡?
- Pues porque muchos van a "coles" de BRUSELAS...
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- Entran dos personas bajitas -una pareja, vamos, hombre y mujer- a una droguería ("ustés" disculpen: es que hoy no se puede decir 'enanos'). Se aúpan con la nariz por el borde del mostrador y el hombre le pide al dependiente:
- Por favor, ¿me da un frasco de "mistol"?
El empleado, complaciente y simpático, pregunta:
- ¿Para la "vajilla"?
- ¡No, para tu puta madre!
(FUENTE: Toni, el "trueno") ¡Ah, y no es obligado reírse! Allá cada cuál con sus agrios!
Y VAMOS CON DOS NUEVOS PERSONAJES
Ella es algo así como una traca, puro nervio y boca parlanchina sin jamás mostrar signos de agotamiento, al igual que el nervio que la recorre que no la deja estar quieta un momento. Sólo le falta ese "meninfotismo" y cierta cachaza típicos de esta tierra bendita de Valencia (vale, nos vamos curando, conste). Desde luego, ella no lo tiene.
Es lógico adivinar que esta hembra es valenciana desde su membrana medular hasta todos los poros de su cuerpo (que bien lo conserva, si se me permite el piropo), se llama Amparo y es fallera desde cualquier mecha de su pelo hasta la uña de cualesquiera de sus dedos pequeñajos de ambos pies.
Él es todo suavidad, de elegantes movimientos e igual elegante sonrisa; alto y delgado. Si la metáfora sirve, es como un suave y envolvente algodón que te abraza con su aura, talmente como su voz, muy modulada y suave, también envolvente y algodonosa (lo siento si me repito). Sus movimientos, con lo alto que es, asemejan a los de los felinos -pero "caseros", nada de asilvestrados-.
Se llama Alfonso ("David" por nombre artístico -ya se explicará-).
Forman pareja legal -según nuestra tradición española-; es decir, son "marido y mujer" por la santa Iglesia Católica Romana-. Prácticamente, siempre los veo juntos.
Trabajan juntos en la misma empresa -no sé de qué- en un polígono industrial colindante con la ciudad. Supongo que se acuestan juntos -que ya es mérito en matrimonio maduro y con años de historia en común-.
En alguna hora -mayormente en sábados- o más habitualmente por las tardes, suelen acudir al AROMAS.
Ella llega la primera -recordad su "nervio"- y nada más entrar comienza a dominar el espacio del local: recoge mesas de restos de consumiciones, va de aquí para allá, y, al tiempo, va pidiendo a M.A.:
- Oye, Nane, para mí lo de siempre; para MI MARIDO, que viene detrás, ya sabes, su pequeño "bocata", su cervecita, cortadito y el "baquerito".
Mientras habla sigue moviéndose de una mesa a otra recogiendo consumiciones sucias y llevándolas a la barra...
Un día raro en mí, le dije: "¡Amparo, ¿puedes estar quieta? ¡Me estás mareando!".
Ni puto caso me hizo.
Al poco entra la elegancia de su marido, el "DAVID" -"nombre artístico"- como vocalista que fue de una pequeña orquesta u orquestina que no he podido averiguar la importancia que tuvo. Desde luego, su voz engolada y, repito, algodonosa, debía de cantar y vocalizar boleros y similares como nadie.
Él, al menos en apariencia, está encantado con su "fiera" esposa. Llega, saluda muy educada y cordialmente a todos y deja que su esposa se encargue de todo lo que él sabe de sobra que ella va a pedir para él.
¡Xe, forman una pareja cojonuda!: Trabajan juntos, viven juntos y disfrutan de ocios juntos en una mediana edad matrimonial... ¡¿Se puede pedir más?!
Ahora, en nada, tenemos aquí las fallas: A Amparo el fuego le asoma por las mejillas, el brillo de los castillos de fuegos artificiales por sus pupilas, la alegría de las bandas de música por su gesto de alegría constante y la pólvora y petardos por un más acelerado nervio en el moverse y en el hablar.
Él lee algo de la prensa y deja que su mujer haga, diga, largue y se desfogue (y es curioso que este hombre elegante, aunque, con perdón, esté leyendo una mierda -que es la prensa actual- no deja caer de su gesto ese rictus tan amable, tan acogedor)
Cuando la merienda acaba, toca "salón del fumador" ¡a la calle!. Y se les suele juntar María Ángeles y algún otro fumador que se encuentre por allí.
Esta pareja forma parte del muy amable grupo que forma el cuerpo místico de este adorable local y con cuyas visitas, tanto sosiego consigo
Ah, y creo que aún se me han despistado algunos más. Y, ya, ya irán saliendo.
(Por cierto, gente amable de AROMAS, gracias por vuestro interés. No preguntéis, no os calentéis los cascos: ¡sois los más, DE TODOS, que me preguntan y se preocupan por mi puñetero ojo! Que no lo llevo en la mano, todavía).
DESVENCIJADO
Luis Ramírez de Arellano
27 Febrero de 2013 (el día en que han colado el sexto pinchazo en el ojo -¿será porque es el izquierdo?-
Forman pareja legal -según nuestra tradición española-; es decir, son "marido y mujer" por la santa Iglesia Católica Romana-. Prácticamente, siempre los veo juntos.
Trabajan juntos en la misma empresa -no sé de qué- en un polígono industrial colindante con la ciudad. Supongo que se acuestan juntos -que ya es mérito en matrimonio maduro y con años de historia en común-.
En alguna hora -mayormente en sábados- o más habitualmente por las tardes, suelen acudir al AROMAS.
Ella llega la primera -recordad su "nervio"- y nada más entrar comienza a dominar el espacio del local: recoge mesas de restos de consumiciones, va de aquí para allá, y, al tiempo, va pidiendo a M.A.:
- Oye, Nane, para mí lo de siempre; para MI MARIDO, que viene detrás, ya sabes, su pequeño "bocata", su cervecita, cortadito y el "baquerito".
Mientras habla sigue moviéndose de una mesa a otra recogiendo consumiciones sucias y llevándolas a la barra...
Un día raro en mí, le dije: "¡Amparo, ¿puedes estar quieta? ¡Me estás mareando!".
Ni puto caso me hizo.
Al poco entra la elegancia de su marido, el "DAVID" -"nombre artístico"- como vocalista que fue de una pequeña orquesta u orquestina que no he podido averiguar la importancia que tuvo. Desde luego, su voz engolada y, repito, algodonosa, debía de cantar y vocalizar boleros y similares como nadie.
Él, al menos en apariencia, está encantado con su "fiera" esposa. Llega, saluda muy educada y cordialmente a todos y deja que su esposa se encargue de todo lo que él sabe de sobra que ella va a pedir para él.
¡Xe, forman una pareja cojonuda!: Trabajan juntos, viven juntos y disfrutan de ocios juntos en una mediana edad matrimonial... ¡¿Se puede pedir más?!
Ahora, en nada, tenemos aquí las fallas: A Amparo el fuego le asoma por las mejillas, el brillo de los castillos de fuegos artificiales por sus pupilas, la alegría de las bandas de música por su gesto de alegría constante y la pólvora y petardos por un más acelerado nervio en el moverse y en el hablar.
Él lee algo de la prensa y deja que su mujer haga, diga, largue y se desfogue (y es curioso que este hombre elegante, aunque, con perdón, esté leyendo una mierda -que es la prensa actual- no deja caer de su gesto ese rictus tan amable, tan acogedor)
Cuando la merienda acaba, toca "salón del fumador" ¡a la calle!. Y se les suele juntar María Ángeles y algún otro fumador que se encuentre por allí.
Esta pareja forma parte del muy amable grupo que forma el cuerpo místico de este adorable local y con cuyas visitas, tanto sosiego consigo
Ah, y creo que aún se me han despistado algunos más. Y, ya, ya irán saliendo.
´Fotografía de la factoría AROMAS.
Made in SIR LANCELOT.
DESVENCIJADO
Luis Ramírez de Arellano
27 Febrero de 2013 (el día en que han colado el sexto pinchazo en el ojo -¿será porque es el izquierdo?-