sábado, 19 de noviembre de 2011

FRIVOLICEMOS UN TANTO... (He soltado demasiada seriedad o profundidad)

Fotografías que circulan por esta red "pecaminosa" de Internet y sobre las cuales no tengo más responsabilidad que la de mirar... y ¡admirar!
(Es que me desarrollé hetero redomado y... no sé, como con un exceso de convicción en mis gustos)

LEVES PLACERES EN EL BAR DE MI ESQUINA
(Alias "AROMAS)

Dedicado al buen amigo  LANCELOT,  una de cuyas
celebradas frases he robado (con previo aviso -conste-)" para parir este comentario.

(LANCELOT, buena gente, el Ente superpoderoso que sea,
te quite de encima pronto los sufrires actuales que andas
soportanto)

LAS TRES GRACIAS


(Conste que estaba prevenido aunque yo ya las conociera -sólo de vista- y tenía mi dictamen íntimo sobre las mismas -señoritas maduras, o maduritas, de buen ver y -se supone- de mejor palpar).

Así, como inciso, no es que deba advertir ni enseñar a nadie sobre lecciones de pintura, pero es -o debe- ser sabido que uno de los grandes del expresionismo -¿o impresionismo? ¡Joder con los académicos!- el llamado RUBENS, se aficionó con la exuberancia maravillosa de sus frondosos paisajes ajardinados y, claro, en cuanto se puso a pintar mujeres desnudas, va y se queda como el inventor de la famosa celulitis femenina (alguna pintura suya que recuerdo de un hombre, algún músculo tiene, pero las de las féminas es un desborde -¿existe esta palabra?- de carnes y lorzas que en cuanto te asoma algo de sensualidad o encabritamiento de líbido, te hace desistir ante tamaña abundancia a la que hacerle frente.

Efectivamente, tal como LANCELOT sentenció, y yo le robé su sentencia, una de las tres Gracias (quizás se podría decir la más atractiva) siempre llevaba de vestimenta -vestidos o suéters- de escote muy justo, o mejor: corto. Esta hembra era -y lo sigue siendo- de agradable cara y graciosos rizos de su pelo que le caen por su rostro de dibujo más que correcto (ojos razonablemente bonitos). Ésta su forma de vestir, necesariamente forzaba a sus carnes superiores, finas y tersas todavía, a asomarse al exterior y exponerse a un resfriado (en tiempor de verano, le venía de maravilla ésta su manía. -no tanto a quiénes hacíamos de mirones-) Y he aquí la maravillosa frase de mi querido LANCELOT. "Fíjate, son como dos calvos cuchicheando". Efectivamente, a partir de ese día fijé más mi atención en esta desenvoltura superior de la crecida ninfa. ¡Vaya, es que casi las lucía fuera por entero!
Con más descaro me dedique a mirarla más fíjamente. A veces, los "calvos" temblaban. Pensaba yo: "Eso es que se han contado un chiste".  O peor, "¿Tandrá frío?" La templanza de mi edad evitó que cualquier día me lanzara a cubrirla y protegerla de enfriamientos malsanos. En otras ocasiones -fiebres libidinosas- me imaginada sus morritos arrugados -¡¿de qué pigmentación?!- contándose cotilleos o algún fino chascarrillo... Sí, semejantes lindas calvas no podían tener boquita procaz.

En fin, esta linda muestra de mujer que sigue acudiendo al AROMAS y yo, claro, sigo admirando a sus "calvos", nos alegra muchos días la tertulia sana de la cerveza y seguir confiando, como siempre, en lo más bello que puebla el mundo y en que, sin duda, si alguien nos tiene que salvar, serán ellas, las hembras y todo el Amor que puedan darnos.

Tenía más materia, vaya que sí, pero va y como va siendo habitual en mi mente que va caducando poco a poco, son cosas que pienso recién acostado esperando al sueño...¿y qién las recupera al despertar? ¡Ya me acordaré! Mientras tanto, voy a intentar desperdirme, SEÑORITOS, con una hermosa imagen comentada por el gran escritor y filósofo francés JEAN-PAUL SARTRE.


Para aquella buena y amable gente recién llegada a mi blog, en algún momento daré razón de éste texto y fotos que les puede parecer inadecuado.

(De momento, para que se vayan hacienco una idea, les recomiendo retroceder y, si les apetece, leer mi entrada del 24-03-2010 "El mito del viejo verde" 



DESVENCIJADO
Luis Ramírez de Arellano

2 comentarios:

  1. No, si ya se lo digo todas las noches al que me aguanta, no valdrá un pimiento –nunca la vimos- pero el título no tiene desperdicio: “SIN TETAS NO HAY PARAISO”.
    Desde mi posición de fémina algo musculada y con talla noventa, justita, no sé cómo se puede sentir “una” con esas libidinosas miradas… desde luego los calvitos deben sentirse más que agradecidos, al verse en una posición tan avanzada.
    Yo siempre he dicho que me gustaba Yul Bryner, con su perfecto cráneo rapado al cero, pero veo que a los caballeros, sean rubios o morenos, de veinte o de setenta, todavía les gusta más.
    Así que, ¡nenas!, a seguir enseñando lo que se pueda, que para eso está. Y señores, nada de “Propecia” porque las bolitas de billar siempre estarán en boga. Je, je, je…

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  2. ¿Va de tetas el tema? ¿O No es así? ¿Es literatura? Yo es que si va de lo último, pues ya sabéis y sabe Vd. Sr. Desvencijado que vale; Leo, me gusta o no, y hablo sobre el contenido.
    El tema es apasionante, y como tan poco quiero aparecer aquí y presumir de ser mas cachondo que nadie, simplemente digo eso: Apasionante.
    Si son pequeñas, vale eso de: La buena teta que en la mano quepa.
    Si son grandes: Mas vale dos buenas tetas que dos carretas.
    Repito sin dármelas de nada: ME GUSTAN TODAS.

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