viernes, 31 de diciembre de 2010

FELICIDADES, BUENOS DESEOS O...


Fotografía
de
Abril
de
2004
Comenzaremos por dónde se debe:
A ver: ¿Cómo han conseguido salir de las navideñas fiestas? ¿Indemnes y contentos; algo tocados -física o anímicamente-; algo jodidillos o con algún instinto asesino reprimido aunque con cara de máscara sonriente?
Oigan, allá ustedes. No me importa.
Pero el motivo de esta entrada lo conforma un hecho que suele producirse por estas fechas, antes o después del dichoso 25/12 (todavía hay tarados por ahí que dicen que se celebra "el cumpleaños" del nacimiento de Jesús. Sin comentarios).
El hecho que me sirve de base es el siguiente: He pasado toda mi vida laboral, trabajando en lo que se llama el medio financiero -lo que junto al "Imperio" domina, aguanta, cambia o vomita sobre el pueblo, nosotros, nuestras vidas, nuestros "bienestares, cabreos o miserias-.
El asunto es que, aun trabajando junto con miles de personas -claro: "una gran empresa, hasta con retoques de multinacional"-, resulta que yo -ya jubilado, se puede decir que desde hace diez años-, he quedado con un contacto muy esporádico y con tintes de cariño y colorines de amistad con un grupo de no más allá de 6 ó 7 seres. A veces nos juntamos una vez al año -por Navidad, como mandan los cánones- y otras, además de la ya dicha, cualquier otro día del mes que sea del año; es decir, en ocasiones, dos veces por año. Hace unos años, hasta cuatro de nosotros nos fuimos -naturalmente sin mujeres- tres días a Silos y sus alrededores y resultó un viaje encantador que, al menos yo, no olvidaré fácilmente.
Bien. Hace muy pocos días, nos reunimos a comer seis de este grupo, cinco hombres y una mujer. Dos jubilados y todo el resto, salvo el benjamín del grupo, a punto de irse a casa o porque les toca o porque los Consejos de Administración, en connivencia con el gobierno de turno, están intentanto salvar los dineros del mundo "arrejuntándose" grandes entidades financieras entre sí y pegándose por ver, después del "ajuntamiento", quién queda mandando...En fin.
Señores (neutro) amigos: Y éste es el hecho a destacar:
- Nos saludamos tal que si nos estuviéramos viendo y tratando, todavía, todos los días. De entrada, esto alegra.
- En toda la comida y sobremesa, ¡no sonó ni un puto móvil! (Y debe constar que alguno había con una madre con grave problema físico).
- Apenas se rozó, o en todo caso se trató poco, el asunto laboral o de trabajo, y eso que con la fusión, prejubilaciones, bajas incentivadas y demás inventos del dinerajo, juraría que bastante parte de sus masas grises estaban ocupadas por este tema. (Se habló de cine, de libros, de anécdotas antiguas, de risas riéndonos, de chistes nuevos...) Reinó un ambiente tan agradable que tuvo que saltar el tema de hacer otro viaje ante la pasada buena experiencia del que hicimos a Silos. Esta vez a Valladolid, de donde es el castellano seco y dogmatizante, estupenda persona, del grupo.
Lo siento -o no- por el que discrepe, pero para mí ese próximo pasado día, ha supuesto la auténtica celebración de estas fiestas un tanto odiosas: Antiguos compañeros, casi amigos, en armonía; casi todos sabiendo vida oculta de los otros; risas sinceras, ¡SINCERAS!; brindis verdaderos, auténticos -DE AUTENCIDAD- de seguir estos encuentros e incluso de viajar juntos... Cada quíén que añada o quite lo que quiera. Así me sentí, así lo cuento.
Acabo con deseos para vuestro y mío año que se nos echa encima:
-Aquél (neutro) que guste del buen morapio, del dorado espumoso aunque no lleve bailando y flotanto entre sus burbujas a bellas damiselas cubiertas de, también, doradas escamas o de más fuertes etílicos, aunque bien destilados, salid del año como podáis, ¡pero salid!; aunque sea a rastras. No recuerdo otro año tan apestoso como el que nos deja.
Pero ojo, entrad con suma cautela en el recién nacido 2011; como se parezca en algo a su precedente, la jodimos tia Paca. No estará de más adoptar todas las medidas de precaución que se puedan, de todo tipo. Para ir quitándoselas y quedar felizmente en bolas danzando al viento en lo alto de una meseta con un bellísimo valle al fondo, siempre habrá tiempo... Bueno, si es que no nos lo roban, también.
A apañarse como cada uno pueda, buena gente, en el 2011.
DESVENCIJADO
Luis Ramírez de Arellano

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