Fotografía de FEBRERO 2009
(Hay gentes que, en un momento determinado de nuestras vidas, sentimos que nuestro destino, es, va a ser, un vivir "tormentoso" de nuestros adentros.
Llegamos a morir sin saber la razón y tal vez como vulgar lotería, recordar aquellos dos, tres momentos fugaces en los que la tormenta se fue y vivimos otra cosa -¿quizás un algo parecido a la felicidad?- Pero tan efímeros tales momentos... -Vale, concedo "épocas"; aún así, por su carácter, tan volátiles, que sin apenas vivirlas, sentirlas... ¡se han ido!- )
TORMENTA
El tiempo anda tormentoso.
He salido a la puerta de la calle por ver si tenía algún dibujo que captar de bellas nubes -de normal, aquí, nimbos reventones con una extraña y personal claridad de luz tan clara como mortecina-. Buscaba, también, fondos claros y plomizos de cielo, telón ideal para estas nubes abigarradas, y posible inclusión en el encuadre de algún lejano y viejo monte, de algún cercano y retorcido olivo añejo con sus nervios al aire, seco, a la espera de la próxima floración (la hermosa y fragante flor del almendro, ya ha pasado. --Malditos los granizos y fuertes lluvias que puedan, ahora, venir--).
No hay foto posible, aunque estos tan aplastantes claroscuros del cielo, ese negro de plomo espeso conviviendo con tan fuerte claridad, anuncian enfrentamiento formidable entre nubes como para asustar a los propios cielos con sus chispas tremendas de rayos y relámpagos, lluvia furiosa y ruidoso y dañino granizo.
La tormenta ya está aquí.
Guardo la cámara.
DESVENCIJADO.
Luis Ramírez de Arellano.
Des,
ResponderEliminarÉste, sí lo he leído bien… Lo he copiado a Word y me ha salido una letra “Arial 18” encantadora.
La tormenta eres tú.
Sé a qué te refieres con eso de la felicidad efímera y la vida tormentosa.
Ahí está el “quid” de la misma: -o te conformas con lo que tienes o peor para ti-
Yo soy conformista de apariencia y opuesta de sentimiento. Así que no me quejo -de vista y actos- pero cuando escribo -las chispas- salpican a todos…
Breve e intenso: una maravilla.
Ana “tu dulce rubia”
He recordado mi querido amigo, una estancia de unos días con el gran Rafa en su casa, en ese pueblo que Vd. ha adoptado y que comentábamos la palabra "efímero"
ResponderEliminarEs curioso, recuerdo el momento: El de pie y nosotros sentados. Estaba preparando.......
Todo es efímero y todo puede ser tormentoso.