viernes, 27 de abril de 2012

TENEMOS CHICA NUEVA EN "EL AROMAS" (Algo como tirando a esmeralda)



Fotografía de Mayo 2001

LA ROSA VERDE

Dª María Ángeles y otras hierbas -que está en su derecho irreprochable, para algo es la regenta-, nos lleva un poco mareados a sus fieles con tanto cambio de miradas, sonrisas, amabilidades y formas, todas femeninas (con algo de machismo me moriré, ¡qué le voy a hacer, nací demasiado pronto!), cosa muy de agradecer porque el buen café de EL Aromas, al menos yo así lo creo, no sabe igual servido por un bigotazo que amaga una sonrisa (depende de la noche con la parienta), que por una limpia y bonita cara con el justo realce de un leve maquillaje.

Hagamos un pequeño repaso:

-Yo me integré en el local cuando la ecuatoriana Patricia (algún "malalengua" la llamaba "la trescinturas"), guapetona, con la ligereza que podía, fondona como estaba, te servía y te atendía. En su honor, se debe reconocer la belleza de unos ojos negrísimos tan risueños, aun sin arrugarse, como su levísima sonrisa.

-Después nos vino la rubia María (por lo visto ya muy conocida de la casa). Hermosas formas de mujer, comprimidas porque algún mal hado no la dejó estirarse en estatura lo debido; con su, para mí,  extraordinario parecido a Barbra Streisand, con aunque más pequeño, el bello claro azul de sus ojos y, como ya dejé dicho, su pelo rubio estirado hacia atrás con una cola zimarrón rizada.
Frescachona y con veloces idas y venidas. Su presencia guapa, quizás, tapaba el echar de menos un mayor o mejor comportamiento profesional.

-Y llegamos a la actual, "la Rosa Verde", a la sazón hermana de M. Ángeles.
En estos lugares, con barra de por medio, te acostumbras a ver y conocer a la gente amable que te sirve de busto para arriba. A ella, Alicia, la Rosa Verde, qué duda cabe, le gusta el color verde y sabe que la favorece mucho (viste mucho suéter verde).
Corta melena rubia con algunos duros ataques de mechas castañas dejada caer, arrancando de su frente -amplia pero bien dibujada- hacia atrás y, cuando le conviene, le cae en crenchas de bonito desastre a cada lado.
Como casi siempre, en el color de los ojos de las mujeres me pierdo. Según se muevan o miren allá o acá, sus iris se aclaran, te dan su auténtico tono o se apagan en oscuridades inconvenientes. Al final he concluido que son verdes. Es mujer rubia de ojos verdes, ¡buena combinación, coño! Y me atrevo a seguir opinando que es un verde de lago aquietado rodeado de árboles con su verde ramaje lleno de primavera, quiero decir, un verde casi indefenso a los ataques ya de luz radiante, sol u oscuros cabreos de nubes que se nos llevan la luz. De cualquier forma, grandes, casi redondos y muy bonitos (es mi opinión, y como soy el que escribe, pues ya está, ¿pasa algo?).
También ostenta buena o excelente puntuación en la parte prosaica de su profesionalidad: Anda ligera con los servic ios para las mesas como si se deslizara. Ningún gesto de nervios por repentino ataque de invasión de clientela en el local: sigue tranquila; pura eficacia sin alaracas; jamás antipatía en la debida distancia que practica con algún bromista malasombra; la veo inclinada sobre la trasera del mostrador... ¡y no se oye el más mínimo ruido de vajilla manejada con premura para su limpieza!

(Se me está haciendo la hora de la tertulia cervecera de EL AROMAS del mediodía y saludaR a mi genial PACO -como dice LANCELOT: "este pajarón nos entierra a todos"-)

DESVENCIJADO
Luis Ramírez de Arellano.



1 comentario:

  1. Pues –con este panorama- nada se puede decir… O sí, algo diré: no te pierdas –nunca- la tertulia del “Aromas” que da para mucho.

    Tú y tus personajes: soy increíbles… Pero ciertos.

    Besos amigo,
    Ann@ Genovés


    Pro si quieres echarle un vistazo a mi última publi, te paso el enlace

    http://annagenoves2012.blogspot.com.es/2012/04/tiempos-convulsos-donde-se-rompe-hasta.html

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