domingo, 4 de enero de 2015

La vida no es sueño.


LA VIDA NO ES SUEÑO



En los labios se me rompieron,
en miles de cristales vaporizados,
los besos que en un sueño
reales fueron de amores entregados.
A mis pies cayeron con mi alma enredados.
Ya no eran sueños soñados,
eran rotas realidades
nacidas de sueños.

No es tu verso la verdad, Calderón,
ése que cantas que los sueños, sueños son
porque toda la Vida es Sueño. No.
Una vida sin afanes puede,
quizás sea sueño,
pero de un pasar enclenque.
Quimeras hay tan poderosas
que desvanecen el sueño,
naciendo, entonces, materias vívidas
que pueden colmar espacios hueros
haciendo despertar una vida
cansada y sin pasiones de luz viva,
en quemante, inquietante, ilusionada.
Y en tanto esa ardiente realidad exista,
ya no dormirás,
sólo sueño se tornará 
con un feo despertar.

No quería tu abrazo, no debiste.
Sentí tu cuerpo dentro del mío, 
había despertado mi Vida,
despabilando del sueño aburrido.
Noté mi realidad de nuevo,
¡tanto tiempo drogado, dormido!,
soñando viví el tan real instante.
No debiste darme aquel abrazo.

Hay un hombre que vive
al arrojarse al negro de tus ojos.
Cuando no paladea ese negro,
vuelve el maldito sueño.
No debiste darme aquel abrazo,
fue un despertar doloroso.

Hay un hombre que sueña
con la embriaguez del mareo
al recorrer tus caderas con deseo,
al beber tus besos...
No llames nunca amigo
al hombre que te mira enamorado.
Mujer, él no lo sueña,
¡lo vive!

Sí, puede ser muy tortuoso
este Vida y Sueño, tan tormentoso.




DESVENCIJADO
Luis Ramírez de Arellano
4 Enero 2015




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