lunes, 2 de marzo de 2015

DESESPERANTE VERGÜENZA...


DESESPERANTE VERGÜENZA
(Me rindo, se acabó...)


(Fotografía de JUNIO 2007 en SANTIAGO DE COMPOSTELA. Me la hizo PACO sin que me diera cuenta. Después de comer, con algún café y algunos chupitos de orujo, yo escribía sobre nuestro viaje al "Camino" -yo como "coche escoba", claro, y encargado de la logística (alojamientos, manduca y chófer)-. Para él era su segundo viaje; el primero no lo pudo terminar, habiéndolo iniciado desde Roncesvalles, por un esguince que lo dejó cojo en un pequeño pueblo de León, muy cercano a Sahagún. Hasta él fuimos y desde ese lugar reanudó su caminar y yo, con el coche, a lo mío. De pensar los kilómetros que él se había tirado a las piernas por la mañana, yo ya tenía un cansancio sin límite. Escribía. Anécdotas, cosas de nuestro "ir juntos", él a pie y yo en coche, impresiones, sentimientos... Él, con el último orujito, se cascaba una siesta reparadora. Yo, escribía -el cansancio de la chola es más soportable, al menos para mí-.
Antes de salir, temía pasarlo mal, aburrido, no sé. Pero, la verdad es que fue una experiencia fantástica, lo pasé de P.M. -¡y cómo comimos!-. Confesó Paco que también sintió extraordinaria la aventura. Bendita España que tiene su Castilla y su Galicia gloriosas en todas sus peculiaridades, desde sus llanos inmensos, sus impresionantes crestas, sus valles y sus pueblos, su cultura diferenciadora y, oh, gloria, su salvífica gastronomía, su pulpo "a feira" -¿se escribe así?- su contundente cocido maragato, su, su, sus miles de dichas para ellos y sus visitantes. Él las gozó caminando por sendas y caminos. Yo recorriendo pequeñas carreteras por las cumbres con leves vientos de neblinas, hermosas, tirando mi vista hacia los valles tranquilos y protegidos por enormes farallones rocosos con sus pueblos blancos o de casas chatas y muros gruesos de piedras enmohecidas, que sean dura defensa para los fríos y nieves, de roja  nueva o vieja teja, almorzando, leyendo en las terracitas de los albergues de sus pueblos con el incipiente calorcillo de esos "junios" del Norte, la consabida cerveza a mano y cerca la tapa que el buen castellano o  gallego tuviera a bien servirme -siempre serviciales, nunca serviles en estos pueblos-, todo ello en tanto lo esperaba o, a veces -pocas- salía a su encuentro...(ya no fumaba, rediez)
Algún día, en su blog, con este asunto se arrancará él... Digo yo.)


Vuelvo a lo habitual. Los introitos se me alargan, "cagontó". Porque yo, al inicio, sólo pretendía decir que ya me he hartado de que la política y el vocerío de sus voceros (redundancia aposta), invada este blog, me ponga de una mala leche alarmante, me esté resultando nauseabunda, o ya la tenga impregnada en mi sentir, el sabor angustioso, asqueroso, pringoso, muy vergonzoso -sobre todo el hecho de pertenecer al mismo género de toda esta ralea que nos amarga la vida, el homo sin sapiens, que mira tú por dónde va y ese grupo de ilustrados analfabetos (aquí SÍ cabe la incongruencia, pues se necesita tener un carro de borde sabiduría para sin decir ni hacer nada importante, nos tomen a la mayoría, ya no tan silenciosa, por auténticos idiotas. No, ya está bien, debo explotar con una penúltima tremenda mascletá al ritmo de la canción del "caloret" y que dejen de joderme estos años de mi cuarta edad.
Espero poder prender pronto la mecha y descansar por los montes hacia los que tiran mis adentros, más placenteros y menos intrincados que los de esas cabras montesas.
Explicaré ahora, de nuevo, dónde y cómo busco yo mis placeres.

Hace muy poco, me convencieron buenos amigos para acompañarlos en sus aventuras de los sábados: senderismo montaraz. No, confirmé que eso YA no es lo mío.



(Fotografía de El Pasco, en una de sus caminatas por los montes).

Digo, decía, que ese sábado que me convencieron, creo que llevaba un poco más de una hora dale que te pego cuesta arriba -a mí, lo juro, me parecía una subida de muchos grados de inclinación-. "Ye, machos, lo siento, seguid sin mí. No os preocupéis por nada, abajo os espero, tardad lo que sea, que allí estaré, cerca del coche". Estábamos en uno de los pueblos de la grandiosa Sierra Calderona valenciana. Foto va y foto viene, bajando pausadamente, llegué hasta las puertas de un establecimiento que ofrecía restauración y, creo, alojamientos. La puerta estaba llena de bicicletas en descanso y desde dentro salía algo de alboroto de, seguro, los jinetes esforzados de las dos ruedas reponiendo fuerzas a base de buenos bocadillos, de ésos "del interior". Allá cada cuál con su afición o preferencia o forma de machacarse los músculos. No me incumbe. Me acomodé a una mesa. Dos buenas hembras servían por el local y, si hospedaban, en algo así como posada estaba yo. Pedí un pequeño bocadillo: longaniza con habas y la mierda esa de cerveza "0,0" -también por la cuarta cochina edad, delicioso-.
Las lozanas posaderas, 
lo justo de fondonas,
cantando y riendo con los
ciclistas, entonaban el caloret.
Yo esperaba y observaba:
!La Virgen!
 ¡qué buenas posaderas
movían en sus espaldas!
Ya estaba entrando en mi terreno, en mi ambiente.
Llegaron mis amigos y aún damos otro paseíto, ¡pero, ojo, por lo llano! Más fotos. Conversación agradable de buena compañía. A buscar la buena comidita. Tinto bastante pasable. Menú arregladito de precio. Licorcito y cafés poco arregladitos, ni de cantidad ni de precio, ¡passsa, tío; no voy a espicharla seco del tó, amos, dice menda!. Conversación de larga sobremesa más que agradable -muy poca política-, hasta a veces interesante.
Y a casita hacia las 17,30 -aún algo desmandado pero que no se pierda "la finor"-.
Todavía leí algo y revisé todas las fotos tiradas para "limpiar" la tarjeta de la digital. Algunas buenas tenía, vaya.
Sofá, atontamiento y día casi perfecto hasta que en eso que llaman caja tonta se armó la de Dios es Cristo en una tertulia en la que nadie podía hacer callar -o largarlo fuera, coño- al sumamente maleducado, grosero y soberbio de ése que da en llamarse Eduardo Inda; ¡¿cómo puede ir suelto por esas tertulias un tipo así?! Pero, en fin, esto ya es del próximo capítulo, la anunciada "penúltima mascletá".

DESVENCIJADO
Luis Ramírez de Arellano
2 Marzo 2015  




1 comentario:

  1. """Mire Vd. Sra. la tiene ahí enfrente no me toque los cojones. Es la tercera vez que me lo preguntan hoy. ""esa"" ¡coño! esa, la del edificio con la cupula que tiene ahí- ¡¡joder!!
    NO. He tenido paciencia y lo he explicado desde la ubicación, como Paqui. ¡¡señoooor!!! """

    Mire Desvencijado: De momento para que sonria le dejo esto (contestando en plan cachodeo el face a un post y varios comentarios, que nadie sabia de que iba) y le aseguro que le contestare, bien en mi blog o aqui.
    Pero para tocarle un poquito ... las narices, le diré que un "Inda" para Sexta es imprecindible, necesario.
    Son quien han subido y han aupado a Pablo Manuel y lo que mas me jode que el Sergi o como coño se llame el moderador pretende ser y darselas de independiente. ¡¡Señoooor!!!

    Por cierto: Sabe Vd. donde esta La Plaza Obispo Amigó??

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