jueves, 19 de marzo de 2015

Me llamaba el escribir...

 ME TIRABA EL ESCRIBIR...

(... y al ojo que le den, aunque es posible que hoy brote de todo, de lo tranquilo y de lo rebotado, o sea...)

Fotografía de 3-2015 - Camino Forestal entre los pinos mediterráneos de PORTA-COELI (Sierra Calderona-VALENCIA)

Caminante  ahora ya hay camino, pero hay que seguir las huellas de los que ya pasaron con la concordia que debe reinar con el amigo que nos acompaña.

Son buenas gentes que viven,
laboran, pasan y sueñan
y en un día como tantos
descansan bajo la tierra

Sí, buenas gentes en rato de sano ocio, buenas gentes como D. ANTONIO MACHADO, a quien me he permitido copiarle  palabras y versos, buena gente, buen maestro enseñante, inmenso en su sencillez que se agrandaba con sus poemas, pero, ah, creía en la REPÚBLICA, en la Institución Libre de Enseñanza, era "malo", era "rojo", y por eso...

Murió el poeta lejos del hogar,
le cubre el polvo de un país vecino...

Opina uno que es muy sana, y necesaria, la AMISTAD. Además, si se consigue que ésta no llegue a estar contaminada por el encimismo y el "morcilleo", cabe decir, y casi afirmar, que se convierte en sentimiento más puro y verdadero y duradero que el  propio amor, sobre todo de ese amor de "hasta que la muerte os separe"; por algo los enamorados dejan de ser amantes para convertirse no es desposados sino en "esposados". No es buena esa retención obligada ni la convivencia en apartamentos de 50 a 100 m2 -y son muchos los de menor superficie que éstos-. Añádase a la pareja amante las crías nacidas por amor, sin él o por esos deslices de las prisas eróticas.
Todos los amantes "esposados" deberían disponer de enormes mansiones con, al menos, 10 ó 15 habitaciones, 6 ó 7 cuartos de aseo, unos 3 salones de estar con sus respectivas librería, televisión, aparatos de música y, cómo no, sillones orejeros, 2 ó 3 comedores y varias cocinas (no sé si me dejo algo). El encuentro, tropezón, cruce o lo que sea constante de los amantes por esos cortos pasillos y únicos espacios comunes, sin rincones privados en los que, a solas, cultivar nuestra personalidad o ego, produce roces constantes y arañazos conscientes o inconscientes. No es cierto el dicho de "dos en uno". Más aceptable es algo parecido a "dos caminando hacia un mismo fin pero aportando y soportándose con cariñosa empatía la muy individual singularidad personal de cada uno, enriqueciéndose siempre cada uno del otro". Casi utopía, ¿no? Pues eso.
Donde sí que estima uno que hay que poner verdadero empeño y amor es en la amistad -aunque yo no crea en esas amistades puras entre hombre y mujer sin sexo, me suena como a cuento chino, sobre todo si es fuerte e íntimo el sentimiento amistoso-. 
Aunque no se enrarezca el afecto amistoso con posturas de pesadez, del excesivo encontrarse y charlar, del sentimiento de llevar colgado a la espalda día tras día y todos los días a ese amigo, que le vamos a hacer, "pesado y que tanto nos quiere", aun así, digo, surge de vez en vez el choque de personalidades, de ideas, de gustos, de preferencias en el planteamiento de planes y más cosas que todos sabemos, yo, antes del enfrentamiento o distanciamiento calibraría muy bien la valía del amigo, lo que nos aporta, sus inesperados detalles que espontáneamente nos muestran ese cariño que, roñosos que somos, no se dice, no se declara, y entonces, sólo entonces, si el balance beneficia a "la amistad" mantener a ese amigo y "sus" cosas que, claro, no son "las nuestras", pero que, con un pequeño ejercicio de comprensión, vemos que se pueden complementar y "aguantarse" las unas a las otras.

Como hasta ahora me he portado bien y no me he cabreado con "la actualidad española y mundial", le daré por hoy descanso al ojo con una reflexión, para mí algo amarga, sobre el abrumador acoso de la tecnología que nos aplasta, lo quieras o no, diariamente. Y ello, con una viñeta del, hoy por hoy y según mi gusto, el mejor periodista gráfico que existe y sus viñetas de grandes mensajes:


Hasta otra, gente amable.

DESVENCIJADO
Luis Ramírez de Arellano
19 Marzo 2015 

2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. No tengo nada que añadir, esa balanza es fundamental saberla manejar y si alguna vez esta claro que el desnivel que no tiene arreglo, se tira, se guarda y se recuerda cuando iba equilibrada.

    Yo me voy mas atrás hoy con Gustavo Adolfo.

    “”Ráfagas de huracán que arrebatáis
    del alto bosque las marchitas hojas,
    arrastrado en el ciego torbellino,
    ¡llevadme con vosotras!””

    Luego déjame de abono de protector
    para nacer en otro bosque.

    Cuídate amigo mio.

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