Más bien jodido que cabreado.

MÁS BIEN JODIDO QUE CABREADO

(Fotografía de 2-2015 . OLOCAU (Sierra Calderona-VALENCIA)

Como la persona es un "algo" compuesto de espíritu (o alma, según preferencias) y cuerpo (materia tangible y visible -y en ese bendito género que se dice maltratado, pero, mira tú, muy adorado muchas veces, de una "visibilidad" enloquecedora-), para mí está clarísimo que lo que irrita a una parte fastidia a la otra, da igual por el apartado que empiece a roer.

Así, resulta ser que, quizás por el contagio de lo que nos hacen tragar los medios, vemos a una "derecha" hecha unos zorros y a una "izquierda" que no hay manera de que encuentre buena solución. Pues eso, quizás por empatía, cuando mi ojo izquierdo andaba camino de la de la recuperación -aunque muy flojucha y tambaleante-, va y se me desmadra con el mismo derrame el derecho. O sea que estoy ahora escribiendo y repasando mil veces. Lo sentencio: Hacer este ejercicio con un ojo en huelga de ver, es jodido, no lo dudéis. Mi estado de ánimo personal actual se parece mucho al que debe de tener ese leño seco de árbol o cortado o partido por un rayo, no sé, en fin, bastante áspero.

Dado lo cual, escribiré poquito -es un decir en mí- de dos cositas que me vienen sodomizando desde hace tiempo -a lo mejor llego a tres "cositas"- y procuraré llenaros hoy de imágenes de mi memoria de un tiempo que quise y casi, casi, gocé, por intentar relajar la visión con tanta letra.
En alguna entrada anterior ya he mostrado aquí alguno de mis antiguos dibujos. Casi, o sin casi, de la misma época -años 70 del 1900- son los que voy exponer hoy. Quizás no os gusten o, -lo más normal- os importen un rábano, pero soy bastante de esos que van contracorriente. Ahora es políticamente incorrecto "recuperar la memoria",  y correcto el "pasar página y au". Pero pienso yo, como ya dijo alguien, que para bien aprender y saber y ser consciente del pasado, cuidar el presente y prever el futuro, la página no se puede o debe pasar sin haberla leído y aprendido bien... y descansar después.

  

Descansamos de imágenes, escarbando en otro tema de esos que me cabrean. Le escuché un día a no sé quién -tampoco creo que merezca la pena acordarse- a uno de esos que alborotan en el gallinero nacional o Congreso de Diputados, sí, ese lugar que siempre está casi vacío mientras larga algo uno de los partidos emergentes. Es bastante desolador y vergonzoso ver lo que llaman hemiciclo huero de cuerpos y almas. Uno se pregunta, según la moda horrible de hoy, "ésos, ésas y los neutros", ¿no cobran por estar en su escaño, o sólo tienen obligación de ir cuando los llaman porque interesa votar lo que sea, a favor o en contra? ¿Oigan, estos tipos, tipas y "arcoiris", se ganan el sueldo que sale de nuestros impuestos?. Bien, dejémoslo. El pájaro o pájara o híbrido, soltó que "España es un país muy solidario". Mire, fuera quien fuera, ¡y una mierda!. Aquí y en todo lo que se llama "norte u occidente" la única solidaridad nace de las muchas "oenegés" que curran lo que deben, empezando por Cáritas, Cruz Roja, Médicos sin Fronteras, etc., etc., etc., y de las que algunos/bastantes somos socios. La solidaridad de sus señorías (¿?) se mueve, en eso sí, en cuanto algún país se lía a tiros y bombazos, que no decaiga la industria armamentística. Uno, o unos tanques, bombardeos, miles y miles de armas pequeñas y millones de munición vienen a equivaler bastantes, muchos, envíos de "ayuda humanitaria, toneladas de alimentos, medios para abrir pozos con agua limpia..." Sí, gente del gallinero, solidaridad la del pueblo, gente de a pie, gente que los vota a ustedes/vosotros y nunca sabemos para qué coño los hemos puesto ahí, en lo alto, mangoneando y enmerdando el tablero mundial.

(Esta última, otro rinconcito de mi cuchitril en el que me curro mis aficiones -me quedé en aprendiz de varias cosas y maestro de nada, menos en lo de saber mirar y ver bien lo que hay que mirar y ver, ¡y que no se nos escape ni una, ¿eh?).

Entre mi vista, que ya no sabe ni lo que ve y el rollo que me hace "enrollarme" mezclando cosas, ya no sé si me queda algo de lo que quería soltar para descargar algo mi ira por el ojo, por no recetarme yo un autoguantazo, que además de que sería del género idiota, todavía me pondría peor el ojo, no sé, como de un verde purpurado bastante asquerosito, ¿no?

Veremos -es un decir- si otro día puedo mejor que hoy.

DESVENCIJADO

Luis Ramírez de Arellano

16 Marzo 2015