lunes, 25 de enero de 2016

Más personalizado...

MÁS PERSONALIZADO

(Dejemos atrás la 3ª persona en la narración;
hay que dar la cara -a estas alturas, de tan rota, no importa que me la destrocen algo más-).


Pues miren ustedes, amigos o amiguetes, convencido andaba yo, por los varios catalanes que conozco -y aprecio- y por los captados callejeando deprisa a sus quehaceres o remoloneando por las Ramblas barcelonesas, ya digo, creído estaba yo del todo que los especímenes catalanes eran MOLT  MÉS MACOS, que estos dos tipos de la foto. (por cierto, la parrafada en pretendido idioma catalán, me importa una mierda si ha salido bien o mal; yo es que siempre hablo y escribo en español, "ustés perdonen". Quiero a CATALUÑA, pero, es que, ay, Dios Santo, enfrascados como están en sus secesiones, descuidan los auténticos problemas de cualquier autonomía (dejando aparte los normales: corrupción, desempleo, etc., etc.), entre ellos se han olvidado de las "clínicas de dietética" u "ópticas", así como de peluquerías decentes y de las tiendas de bazares chinos que venden corbatas a UN euro, ¡coño! ¡Pobre CATALUÑA, con el amor que le tengo... en manos de tipos como estos...! Y menos mal que no echamos de menos en la dichosa foto, la presencia, algo o bastante tonta, y el hablar nasal, gangoso y estúpido de un cerrado catalán de ése que ya hace tiempo, estaba de "más".

SEGUIREMOS con otras cositas o cosazas.
Así, según la foto de la izquierda, es como está actualmente mi cuchitril en el que me maltrato o curo mi mente, pensando o leyendo, respectivamente. (A veces, lo que pienso, va y lo escribo. Agradecido a quien me soporte).

La pena de este habitáculo tan pequeñajo, es que sus dimensiones no dan para un simple y estrecho catre en el que poder alojar a una odalisca que baile en mis horas bajas, que son del todo habituales, la danza de UN VELO (yo ya no estoy para esperar SIETE velos, no te fastidia).

Pues sí. En este reducto es donde últimamente vivo mi vida habitual. Donde pienso, requetepienso y, a veces, me quedo en eso, pensando sin más, al estilo de un oso hibernando -¿o no? El oso si hiberna, duerme, es decir, en todo caso soñará, ¿no? Pues no, no me interesa, parece que mi consciente gris siempre se inclina por la pesadilla, y cuando es un maravilloso sueño, ¡plaf! me espabilo y se jode la ilusión...-

 Lo mejor que tiene -y esto es muy particular- es que me está permitiendo visionar, sin obstáculo alguno de gustos contrarios ni melindre alguna, una serie de películas españolas -y un día a la semana, europeas- de una calidad extraordinaria. (La verdad, no sé por qué LA DOS tiene tan poca audiencia. ¿De verdad puede medir esto el nivel intelectual de los españoles..., perdón, ¡y de LAS españolas!)

Va un poco de cachondeo de la mano del genial FORGES, de latente actualidad:


  
Otro momento de otro día, el que sea, le daba yo vueltas al tema de LA JUSTICIA OFICIAL en esta doliente España. Y es que me toca muy de cerca el asunto de una persona.

Resulta que tiene un contencioso con otra persona y parecer ser que cada "vista" o "VISTAZO", cuesta unos 1.000 euros... ¿No se asusta nadie? (Y es que los españoles somos, a un mismo tiempo, sufridores, juerguistas y eso que se resume en el dicho "...¡Y ahí me las den todas!" (Falta saber el gusto del receptor dónde, o por dónde, quiere que se las den... en fin).

Bien, me dice el pariente allegado que cada "¡¿VISTA?!" LE CUESTA ¡1.000 EUROS! "¡Pa`cagase y no echá ná duro!". 

A ver, gente amable, ¿cómo narices está el asunto ese de las TASAS? Se conoce gente que por un pleito de unos 400 euros, las tasas le cuestan 500. ¡Claro, cojones, renuncia  a acudir a la Justicia..  ¡¿Por cierto, por qué se la llama JUSTICIA OFICIAL; no cobran de nuestros impuestos? Bah, estoy  ya alienado: Me moriré sin entender NADA. ES LO QUE SE PRETENDE, ¿NO?. ¿O sólo son unos cuantos hijos de puta los que manejan este cotarro que se llama MUNDO... ¡¿¡¿Y QUÉ ES ESTO DEL "MUNDO, VIDA", COMO COÑO QUIERAN LLAMARLO?¡?¡

Y AHORA UN CUENTO SUAVECITO, ENCANTADOR, EXTRAÍDO DE LA PURA REALIDAD, (sólo para que no se tenga de mí una idea extraña, o extrema, no sé).

Hace bastantes capítulos atrás, hable´-o escribí- aquí de un tal JUAN, hombre tremendamente derechoso, con sus dineros "arrejuntados" por su buen negocio de farmacia. Era, y lo sigue siendo, cliente habitual, del Aromas, actualmente ARÁBICA, por cierto rincón encantador en el que puedes desayunar -de maravilla- o comer ligerito con un bocadillo sencillo.
El elemento JUAN, con sus más de 80 años, tenía una esposa, o mujer, simpática, empática, en definitiva, encantadora.
Un día malo, -yo diría un día muy jodido-, después de una tremendo y concentrado sufrir de tan sólo una semana, esta encantadora mujer desapareció de su vida: murió. Sí, así, sin prevenir, sin avisar, sin preparar a los que quedan.
Tuvo el amigo JUAN, más de un año, sí, bastante más, de un oscuro talante que afectaba bastante a los habituales conocidos que le teníamos cierto cariño -¡ojo, a pesar de sus inclinaciones sumamente derechistas; las "buenas personas, no deberían tener ideas políticas"-. En verdad, os digo -perdonadme el plagio, evangelistas todos-., que este hombre, ya pasados, no en poco ,los 80 tacos, se me ha vuelto suave, agradable y hasta soportable su conversación que nunca deja de tener guano derechoso.
Y aquí viene el venturoso cuento que nos ofrece la vida, a pasear de políticos, políticas, mangantes, chorizos y sinvergüenzas casi extraterrestes -por lo inimaginable, para el terrestre-...
Bien. Aunque yo ya lo sabía, el otro día -yo me suelo acomodar en la barra; él a una mesa-, vino hasta mi lado izquierdo y depositó en la barra, por facilitar el trabajo de Yolanda y María Ángeles, el plato en el que le habían servido su consumición, ya vacío. Me miró -ha tomado cierta confianza conmigo... ¡y encantado, que conste, a pesar de su discurso tan diferente al mío!- Nos dijimos tres o cuatro tonterías de saludo. De pronto, me señaló el plato vacío de su consumición. En una esquina del plato, con migas y servilletas arrugadas, había un pequeño trozo de pan. Nos dedicamos dos o tres tonterías antes de que le cobraran. Miró su plato y se dirigió a mí: "¿Has visto?" "Sí, Juan, y sé el fondo"- Como si no me hubiera oído él siguió con su relato, voz algo truncada y espasmos en las mejillas que ocultaban la reacción acuosa de sus ojos tras de sus gafas negras cotidianas: "Sabes -me dijo- que mi mujer, no comía tostadas, pero, mira tú, le gustaba, al final, sólo un trocito de pan, untado apenas con una pizca de mermelada... Yo sigo dejando en el plato, aún dos años después, ese trocito de pan que era para ella"

Sí, Juan, -le toqué el brazo- lo sabía y lo sé porque me lo contaste... 

Me saludó con el rostro contraído... "venga, hasta mañana, a ver como anda la recua esta de políticos..."
Juan, hasta mañana... Hasta siempre -y que no falten- estas ternuras, estos ¿amores? tan longevos...

No sé, el mundo, la vida, además de joderme diariamente... ¡es que me despista!

Para que no me veáis tan negro, una foto de algo bello:


Más, si viene a cuento o a mi disposición, más adelante. No sé cuándo.


DESVENCIJADO
Luis Ramírez de Arellano
25 Enero 2016

1 comentario:

  1. Mire "uste" querido DESVENCIJADO, la que no entiende nada, pero nada de nada soy yo y ademas el puñetero de mi ordenador me esta j... todo lo que puede y mas asi que otro día le haré un cometario mas largo, pero ahí queda éste ya que le gusta verme por su BLOG.

    ResponderEliminar