martes, 19 de junio de 2012

NADERÍAS - NO CORRESPONDENCIA EN EL AMOR




El mar, sólo. LA MAR de los poetas.

El atardecer está de flirteo con el anochecer.
Se ruboriza  LA MAR por sentirse tan observada en el cambio de su vestimenta, de su apariencia.

Uno se siente arrullado en este momento por el murmullo de su tranquilo estar, su extremado sosiego, desde el que le llega como el sonido íntimo y cariñoso de hermosas sirenas amorosas...

Pero el mar, LA MAR, reclama correspondencia. Ella ha dado mucho en el día y en los muchos ayeres. 
Quiere oír y escuchar tu nana. Esa queja o alegría íntima que te brota con cada trago de "gin-tonic" mientras la observas -mirón aprovechado- cómo desnuda su día y, con poco recato -no, poco no, sino amoroso, entregado-.
Al fin y al cabo, este nuestro MARE-NOSTRUM, no más pretende un tranquilo dormir para mañana, volver a entregarnos toda su belleza...

Esto es amor...
Pero ha existido correspondencia.
¡Ay de aquél que no haya conseguido conversar con LA MAR -siempre en femenino para mí-!



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DECIR, DECIR, DECIR... DECIR NADA.

NADERÍAS


El amor.
El amor es puro dar sin esperar recibir.

!Mentira! ¡Nadería!
Esto es decir por decir.

(Como ejemplo: ya dejé en su día escrito aquí que el amor platónico es una memez... 
Comencemos por no llamarlo "amor")

Los santos no existen.
Uno puede ser generoso, pero...
En algún momento o día de su vida,
un golpe de ésta
lo hará percibir...
!Estoy vacío, no me queda nada!
Para seguir dando,
de algo me debo llenar,
algo debo recibir,
o es que, al menos a mí, nadie me da...
(Llorón, quejica, me pueden decir.
Vale... Pero como yo me siento,
nadie lo puede decir)

Sí que es muy cierto lo de corresponder.
Tanto dio CYRANO que el vacío lo mató,
¡por no recibir!

Es el fatal momento en el que uno
se rebusca en su amor.
Y no es torpeza el no encontrarlo.
¡Es que ya no le queda!

Y es que confió demasiado
en ese recibir.


(Dedicado a toda persona que note que algo le pica al leer esta "cosa", que no sé si es poesía, poesía en prosa, prosa rota en párrafos, o qué... En cualquier caso, pretende alcanzar el grado mínimo de Literatura, palabra mayor)


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En hojas poco traseras, ya describí mis sobremesas, siempre escribiendo por huir de la siesta que, a medida que cumplía años, peor me iban sentando, más aún siendo "siestas viudas".

Uno de esos escritos (parte) que nació de esas mis soledades, eso sí, siempre con el inmenso mar enfrente, fue este "recorte" (ojo, el orujo también estaba; cargo mi pluma Montblanc con mitad tinta y mitad orujo):

El mar que invade toda mi vista de enfrente, tiene hoy una más clara limpieza de horizonte. Veamos:

Pegado al hotel, lamiendo estos leves pero preciosos acantilados, hasta unos 50 metros de la costa, lanzando incongruentes brillos como de noche estrellada, recibe, tiene como una pátina de verdor sin  señal alguna de agresividad.

Pasados esos 50 metros, calculo, se torna, como de pronto, en ese precioso e inmenso azul, tan enorme y conquistador de mi Mediterráneo.

Hoy, no muy lejos de esta preciosa costa, diviso tres estelas. Quizás, sin estar yo en este mirador, pasaron tres lanchas hiriendo su calma superficie.
Tan calmo está el mar que todavía siguen dibujadas. Son más lentas en desaparecer que las "estelas en el mar" del querido D. Antonio Machado que, de forma maravillosa cantó (y ha dejado cantado) el también grande Serrat.


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Otro día, recuperaré mi línea algo bruta y buscando el cachondeo.
Hoy, tocaba esto.
Lo siento.


DESVENCIJADO
Luis Ramírez de Arellano.





8 comentarios:

  1. No sienta haber escrito algo tan bello de esa Mar que tanto amo.

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    1. Con el ANONIMATO, claro, no sé quién es, pero....
      1º Agradezco su atención.
      2º Veo que tiene sensibilidad parecida a la mía, y
      3º Y sobre todo, siente el orgullo de haber "nacido en el Mediterráneo"
      Gracias, amig@, sea quien sea.
      DES-Luis Ramírez de Arellano

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  2. A veces amigo mio, existe debate entre la Mar y la Montaña. Que estupidez.
    Yo prefiero..... Yo me relajo mas.... A mi es que la, el......
    Lo malo lo canceroso es, no sentir nada ante algo maravilloso.

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    1. Amigo ARELLANOS, tú (¡a hacer puñetas el "usted"!), tienes el don de la "personalidad" en tus comentarios, o singularidad, como quieras llamarlo.
      Lo principal, es tu TREMENDA CLARIDAD. Lo sabes, hay bastantes que te sueltan el "culto" comentario y "¡coño, no sabes lo que te han dicho!"
      DES-Luis Ramírez de Arellano.

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  3. Oe oe oeoe oe, oe oe.
    Una respuesta honesta es señal de una amistad verdadera.
    Chúpate esa.

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  4. Des,

    Ya lo has hecho en otras ocasiones y puedo decirte que se te da –si cabe- mejor todavía –desde mi humilde punto de vista- que tu acostumbrado “Aromas”

    Aquí eres poesía, sensible y romántica, de esa que ya no se escribe. Ahora –los aprendices de escritores serie z- o cantamos a la pasión, a la destrucción o a la torpeza y el desatino de querer ser “Rubén darianos” y convertirnos es plomos.

    Mis lares, van por lo primero –porque sé que gusta- o por lo segundo –que es lo mío- los romanticismos los dejé en la juventud y eran ñoños. Los tuyos son preciosos. Te invito a que nos regales –de vez en cuando- estas maravillas. Gracias amigo, besos,

    Ann@ Genovés

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  5. Des, que razón tiene (para mí) lo que dice Arellanos: "Lo malo lo canceroso es, no sentir nada ante algo maravilloso".
    A mí eso ya se me olvidó lo que es tener delante de mi algo maravilloso y darme cuenta si está ahí.
    Al parecer he salido un poquito a la pila, solo que tu tienes un pelín de ánimos para salir algunos ratitos a la calle y relacionarte con otras personas. Yo le tengo alergia a la calle.
    Guapo, ánimo con ese ojico. Me has tenido envidia, eeehh....
    Un besote para ti y para Arellanos.

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    1. No sé quién es "AHIJA" (me encantaría que dijera, sin más, HIJA). Pero "esto es tan difícil".

      Otro besote para ti, hermosa.
      DESVENCIJADO
      Luis Ramírez de Arellano.
      (Besos CASTOS porque no sé quién eres, porque si no, ¡estoy tam necesitado de besar... -¡ojo, a mujer en sazón, no me vaya a salir esta cosa de "AHIJA" un vulghar travesti
      DESVENCIJADO - Luis Ramírez de Arellano.

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