Fotografía de ABRIL de 1992.
(Lujo y grandiosidad que se construyó en España, al lado de EL ESCORIAL (otro que tal, ¡vaya historia que tenemos!), para enterrar a uno de los mayores genocidas que en el mundo han habido.
BIEN: A LO MÍO.
Antes del final definitivo, yo ya he tenido DOS MUERTES.
Una acaeció, justo, en Octubre de 1976:
Al precioso rubianco de mi cuarto hijo, de sonrisa de azul cautivador, se lo llevó la hija de puta de LA PARCA.
Pero, si es que se puede poner algún alivio, en aquellos años, todavía quedaban tejidos esponjosos en mi alma. Sufrí ¡como Dios! (si es que ese imbécil sufre alguna vez por la mierda que ha creado, según dicen y creen otros tantos imbéciles)
Pero eso tuve de bueno, de bálsamo: era mucho más joven... Fuerza, juventud... ¡esponjosidad!.
No obstante lo "tramité", casi "pragmáticamente", según el "comportamiento político correcto", aunque defequé virtualmente sobre muchas de "las creencias reinantes", vale, fui a coserme la herida y a seguir -¡intentarlo!- continuar con la vida (TENÍA TRES HIJOS MÁS).
Pero, ah, amigos, esta mi segunda muerte, que espero sea la última antes de la puntilla, ha sido totalmente criminal. Máxime cuando no se "sabe matar" (Permitidme lenguaje taurino). Al enemigo (hipotético) del albero o la arena vulgar, lo dice el reglamento, se lo debe matar de una SOLA estocada certera en el hoyo de las agujas (al que no sepa de toros que le vayan dando), y no estar durante dos horas agujereándole su capa zaína con infames y barriobajeras estocadas...e
Bien, esta segunda y, espero, última muerte, antes de la puntilla, sea eso, precisamente: ¡la última antes de la puntilla!"
Ésta ha sido especialmente dolorosa por venir de lugar tan cercano.. que nunca hubiera esperado... ¡¿o sí?! Aparte de que de mi esponjosidad antigua nada quedaba. Un alma enteca, casi seca, de nervios y tejidos duros y resecos, muy difíciles o imposibles de reblandecer y, menos aún, penetrar... ¡He sufrido muy fuertes dolores... ¡NO PODÍA ABSORBER ESTE DOLOR!
TODA ESTA HISTORIA O DRAMA ANTERIOR, SÓLO PARA DECIROS QUE ME HE QUEDADO SECO TOTALMENTE.
NO SÉ CUANDO PODRÉ ESCRIBIR ALGO DECENTE, AQUÍ.
DE MOMENTO, ME VOY A METER CON UNOS ESCRITOS/LEGADOS QUE ESPERO QUE ALGÚN NOTARIO QUIERA INSCRIBIR Y ELEVAR Al RANGO LEGAL PARA QUE SE LEA Y SE CONOZCA, SI PUEDE SER EL MISMO DÍA EN QUE LA DIÑE.
ES DECIR, GENTE AMABLE: NO TENGO NI PUTA IDEA DE CUANDO PODRÉ ESCRIBIR AQUÍ ALGO LEVEMENTE DECENTE..
ADIÓS -hasta no sé cuándo-, A LA POCA BUENA GENTE QUE ME LEE.
DESVENCIJADO
Luis Ramírez de Arellano
1 Octubre de 2012 (¡como todas, ¡¡qué fecha más idiota!!)
Una acaeció, justo, en Octubre de 1976:
Al precioso rubianco de mi cuarto hijo, de sonrisa de azul cautivador, se lo llevó la hija de puta de LA PARCA.
Pero, si es que se puede poner algún alivio, en aquellos años, todavía quedaban tejidos esponjosos en mi alma. Sufrí ¡como Dios! (si es que ese imbécil sufre alguna vez por la mierda que ha creado, según dicen y creen otros tantos imbéciles)
Pero eso tuve de bueno, de bálsamo: era mucho más joven... Fuerza, juventud... ¡esponjosidad!.
No obstante lo "tramité", casi "pragmáticamente", según el "comportamiento político correcto", aunque defequé virtualmente sobre muchas de "las creencias reinantes", vale, fui a coserme la herida y a seguir -¡intentarlo!- continuar con la vida (TENÍA TRES HIJOS MÁS).
Pero, ah, amigos, esta mi segunda muerte, que espero sea la última antes de la puntilla, ha sido totalmente criminal. Máxime cuando no se "sabe matar" (Permitidme lenguaje taurino). Al enemigo (hipotético) del albero o la arena vulgar, lo dice el reglamento, se lo debe matar de una SOLA estocada certera en el hoyo de las agujas (al que no sepa de toros que le vayan dando), y no estar durante dos horas agujereándole su capa zaína con infames y barriobajeras estocadas...e
Bien, esta segunda y, espero, última muerte, antes de la puntilla, sea eso, precisamente: ¡la última antes de la puntilla!"
Ésta ha sido especialmente dolorosa por venir de lugar tan cercano.. que nunca hubiera esperado... ¡¿o sí?! Aparte de que de mi esponjosidad antigua nada quedaba. Un alma enteca, casi seca, de nervios y tejidos duros y resecos, muy difíciles o imposibles de reblandecer y, menos aún, penetrar... ¡He sufrido muy fuertes dolores... ¡NO PODÍA ABSORBER ESTE DOLOR!
TODA ESTA HISTORIA O DRAMA ANTERIOR, SÓLO PARA DECIROS QUE ME HE QUEDADO SECO TOTALMENTE.
NO SÉ CUANDO PODRÉ ESCRIBIR ALGO DECENTE, AQUÍ.
DE MOMENTO, ME VOY A METER CON UNOS ESCRITOS/LEGADOS QUE ESPERO QUE ALGÚN NOTARIO QUIERA INSCRIBIR Y ELEVAR Al RANGO LEGAL PARA QUE SE LEA Y SE CONOZCA, SI PUEDE SER EL MISMO DÍA EN QUE LA DIÑE.
ES DECIR, GENTE AMABLE: NO TENGO NI PUTA IDEA DE CUANDO PODRÉ ESCRIBIR AQUÍ ALGO LEVEMENTE DECENTE..
ADIÓS -hasta no sé cuándo-, A LA POCA BUENA GENTE QUE ME LEE.
DESVENCIJADO
Luis Ramírez de Arellano
1 Octubre de 2012 (¡como todas, ¡¡qué fecha más idiota!!)
Mi buen amigo Desvencijado(así le considero)me cuesta creer "que se haya quedado seco"como ya le dije le considero un alma sensible, muy dolida eso sí, que necesita una cura, no se com o puede venirle, pero mire a su alrededor y v erá tambien cosas hermosas en medio de tan ta podredumbre.Yo le espero aquí.
ResponderEliminarLo intentaré... ¡y llegará, seguro!.
EliminarSiempre me he visto más como escéptico que como pesimista.
Gracias, amigo.
Luis Ramírez de Arellano
De momento Desvencijado, ahora no se me ocurre nada. Pero que gente mas cojonuda hay por ahí. Si, ya lo se, y borde.
ResponderEliminarYo estoy muy poco leído, pero lo suficiente. La vida, nuestro vivir, el día a día, no depende de los demás "de la vida" si no de nosotros.
Hasta última hora no dejamos de aprender y estamos obligados a tomar decisiones.
Ya me he ("pasao") pasado.
Pereza, hastío, miedo, prevención a causar daño, la leche. COJONES.
AMIGO: ¡¡Que nos quiten lo bailao!! Pero según un amigo mío, que entiende del tema nos quedan 15 o 20 añitos de solearnos, disfrutar, sufrir y mandar a la MIERDA a un montón de gente.
Eso Vd. lo hace de PUTA MADRE.
Anímese. Yo a eso me apunto. A estas alturas mandar a la mierda a alguien es un verdadero placer.
Queda a su disposición su discípulo, hermanito, disciplinado y pequeñito: Paquito.