miércoles, 31 de octubre de 2012

MARAÑA DE LA VIDA Y LA MUERTE.



Fotografía de Diciembre de 2010


MARAÑA DE LA VIDA Y LA MUERTE

(Con especial dedicación al amigo PACO.
PACO, PAQUITO, "PAJARÓN", ¡tú no te mueras nunca!)

Realidad con pretendidos toques sensibles de ficción,
manía punible para unos y agradable para otros, de
los que tenemos la otra manía: escribir.


En cuanto enfilamos el pasillo del segundo piso del tanatorio, disntinguimos la figura, tiesa  con la pequeña chepa de sus 91 años (hay quien a los 70 ya va doblado), la estampa de PACO.

Iba como nunca lo había visto: Traje de chaqueta y corbata. Estaba en la puerta de la sala. Nos abrazamos. Lo abrazamos y nos abrazó. Alguna -o alguno- pudo decirle algo en la cercanía del abrazo. Total, el pequeño grupo de EL AROMAS que íbamos, qué representábamos para todo el grupo de gente con cara de duelo, familia o allegados -¡yo qué sé!-.

Mi PACO, nuestro Paco, allí estaba no "atendiéndonos", sino dedicándonos su presencia y saludo afectuoso por haber ido a saludarlo y -si  así se puede decir-  dedicarle unos minutos de cariño en uno de los últimos trances jodidos de su vida. Él, 91 años. Llevaba con su muerta  mujer 63 años más no sé cuántos, aunque me lo dijo, de festeo o noviazgo o tonteo -como se llamara entonces-... ¡Es mucha, muchísima vida para compartir y convivir con otra persona! Pero él, nuestro PACO, lo hizo, lo ha hecho: ¿Cariño, migajas de amor  ya olvidado y pasado, respeto y dedicación al otro...? (No estoy, precisamente, en posición de calificar este asunto).

Cuando lo abracé me miró con su azul mirada rasgada que me arrancó un trozo de alma. Pero, atención, me miró sin nublazón alguna en su azulado  mirar. 

Abracé a un hombre de 91 años, en un trance muy doloroso, y !más entero que yo! Se me encogió el ánimo.

Sus ojos achinados y azules, su noble porte, corbata y traje, su tiesura -propia de su edad, ¡pero tardía!- ganada por un hombre que ha VIVIDO mucho y DE TODO.  (Pensaba yo que un tipo que ha vivido un naufragio, durante muchas horas agarrado a un tablón, está muy curtido para aguantar este trance, más aún cuando su esposa llevaba demasiado tiempo sufriendo (No quiero en este comentario decir o escribir nada sobre mi idea muy particular de la puta vida a la que nos "condenan").

El admirable PACO nos dedicó un rato (al pequeño grupo de EL AROMAS que todos -o casi- los días nos veíamos con él) y estaba entero y muy firme. Serio, !coño!, era propio de la situación. Todavía así, sonreía y hacía comentarios levemente jocosos.

Estábamos rodeándolo y en su parla medio en valenciano, medio en español, nos dijo: "Xe, ¿os habéis fijado cómo me cuelgan los pantalones sobre les sabates? Cuando me lo hicieron, -ye, un sastre de categoría, ¿eh?- Casi, casi me veníen curts  i hara vetges tú, me cuelgan, xe, me he hecho pequeño, ¿no?-.

Aquél a quién íbamos a consolar, nos hacía sonreir.

Yo, con mi defecto voyeur , alejé mi ánimo y mi visión de la escena de duelo que vivía: Volví a contemplar lo que ya me ha ocurrido en otras ocasiones: El pasillo era amplio; uno de los lados era una serie de grandes y continuados ventanales por los que entraba el calor y la luz de un puro sol otoñal; su luz y calor llegaba justo hasta las puertas de las salas donde estaban expuestos los muertos, salas frías, con gente oscura, algunos llorosos, -en una de ellas, la mujer de PACO- en espera de su inminente entierro o cremación. Volvió a mis adentros el sentimiento de lo que jamás llegaré a entender: esta maraña de vida y muerte que tal parece que quieren convivir, pero que jamás lo conseguirán. ¡Son tan antagónicos! ¡He vivido y llorado ya mucho dolor y sorbido muchas lágrimas en días que no lloraban conmigo sino que se enseñoreaban con un pletórico sol, ajeno a todo dolor de los de aquí abajo, iluminando e intentando dar calor al helor de los que la muerte  había invadido.

Pero al migo PACO, tan hombre es, y de los grandes, todo esto le dará igual: El día que muera -que tarde muchos años- ya se procurará él mismo calor, sea de la forma que sea y llueva, esté nublado o luzca el sol. El calor de la pura VIDA, forma parte de él.

¡Un abrazo, campeón!


DESVENCIJADO
Luis Ramírez de Arellano
31 Octubre de 2012 (Víspera de la festividad de
Todos los Santos, pero, por favor, 
recordad que existen muchos "santos"
que todavía no han muerto)










1 comentario:

  1. ¿Comentarios?
    Nadie muere mientras haya alguien quien lo recuerde. Queda chuli
    Valle de lágrimas.
    ¡¡Que coño!! Hay cosas que no hay manera de entender.

    ResponderEliminar