sábado, 29 de agosto de 2015

Bah, cosas mías.

BAH, COSAS MÍAS (A veces, raras)
(El ser "raro", en un mundo medianamente o bastante aborregado, es mi obligación. También, y como consecuencia, el que se sale mínimamente de la senda, el comportamiento y el caminar por el mundo algo diferente, digamos con unos andares singulares, ya es criticable. Es decir, que no me escapo por ningún lado)

  

Comenzaremos con otra pieza de pura artesanía y que tiene una historia para algunos sensiblera, para mí muy sensible y que, aún actualmente, la revivo constantemente (pareado idiota).
Por los, concretando, 80 y 90 del pasado 1900, casi todos los años, íbamos unos amigos a pasar una semana hospedados en el Monasterio Benedictino de Santo Domingo de Silos (valle de Tabladillo - BURGOS). Desde allí, como centro logístico y de cama nocturna esencialmente (una gloria de regla que tienen en esta orden de clausura -creo que con ella siguen-, es que no hospedan a mujeres, ni parejas ni matrimoniadas... ¡qué gozada, gente¡).
Desde este lugar, con uno de los mayores y mejores claustros románicos de España y de Europa (en tiempos de los que no quiero acordarme, algunos yanquis tintados de negro petróleo, se llevaron pieza a pieza, piedra a piedra, algún grandioso monumento o iglesia o ermita visigótica o románica para levantarla luego, a base de muchos dolares (entonces estaban fuertes), en sus tierras llenas de vacas o terneras o vacuno, tanto da, que dan exquisitos chuletones, vale, pero que jamás pueden sustituir al arte visigótico, antes romano y después románico, que siempre será patrimonio de oro de nuestra Europa (¿no tienen bastante ellos con las ruinas de EL ALAMO... ¡PUES ESO!?).
A lo que iba... ¡Coño, es que no aprendo a evitar el enrolle!
Desde este punto, Silos, he recorrido buena parte de la Castilla que más amo -digan lo que digan, pesebre de la España moderna, actual, grite lo que que grite el MENOS, digo, perdón, el tal MAS-. 
En un pueblo cercano a SILOS está la preciosidad, nombrada no sé cuantas cosas nacionales, que aunque no tuviera tantos títulos, seguiría siendo una joya de Castilla, de España... Y hablo de COVARRUBIAS, donde se alza la torre de FERNÁN GONZÁLEZ (siglo X) -uno de tantos bestias de la época aquella, en la que tuvo en clausura, o sea, encerrada,  durante bastante tiempo -o años, no sé- a DOÑA URRACA. En esa muy bella y bonita plaza, como es lógico de aquel tiempo, tampoco falta la "cruz de la picota" (el que no sepa lo que es que lo busque, que no me haga enrrollarme más). También, doblando un recodo, con el murmullo de las aguas del río ARLANZA, está la COLEGIATA DE SAN COSME Y SAN DAMIÁN (no sé qué clase de tipos o santos fueron estos dos, pero por estas tierras castellanas altas, hay muchas Iglesias, o lo que sea,  incluso festejos populares, a ellos dedicadas, siglo XV, de "no sé qué ni de quién, ¿pasa algo?". No pasa nada porque el tesoro, de los más grandes de mi Castilla, se encuentra dentro, en la sacristía de la Colegiata. Amigos, hay que descubrirse: Un tríptico de buenas dimensiones, tallado en madera y con un cromatismo precioso, atribuido a JUAN DE SILOÉ  -¿y si me equivóco, qué?-, que representa la adoración de los Reyes al Niño recién nacido. Lo que más aprecian todos los comentaristas críticos de arte sobre ésta muy genial obra, es el gran parecido, maravilloso retrato tallado en madera, con rostros curtidos y nobles de gentes de esas tierras, hasta en el mismo rostro de la figura de MARÍA, la VIRGEN católica... Lo he visto ya tres veces y no me importaría volver a apreciar esta hermosa obra de artesanía.
¿Puedo volver a lo que quería? ¡Joder, qué coñazo soy!
En la plaza del pueblo de COVARRUBIAS (precisamente Plaza de doña URRACA) , en la que -hace mucho que no voy- se ubicaban al menos dos especies de restaurantes (uno de ellos CASA GALIN y enfrente del mismo la Pensión DªURRACA, que creo que llegó a ser de la red de Paradores Nacionales) en los que podías comer cordero al horno, y si había suerte, lechazo, ya era el colmo; tanta Castilla, tan grandioso tríptico, tan monumental pueblo, y de final lechazo con buen y duro vino castellano, postres de la casa y los inefables chupitos... (cuidado, que nadie se me muera de rabia o envidia).
¡Cagon diez, ¿vuelvo a lo que debía?!

Pues bien, en una de las estrechas calles que arrancan de esta preciosa Plaza, por donde, si uno es sensible y pone atención, todavía se escuchan los cascos al trote de briosos corceles montados por hidalgos o caballeros (normalmente, mucho más brutos que sus nobles monturas), digo, decía, había, o todavía la hay, una pequeña planta baja a reventar de artículos como de "recuerdos de la plaza, zona, Castilla o España" -a los guiris les da lo mismo todo-. Pero en una pared lateral del estrecho y pequeño colmado, sobre una balda, se alineaban expuestas figuras de arcilla que representaban lo que fuera. Yo me fijé en seguida en este músico, todo el de color arcilla roja recién horneada. Rafael, mi "amigo del alma, compañero, tan temprano..." -gracias, enorme poeta MIGUEL HERNÁNDEZ, el tipo pastor y luego, o siempre, poeta de ORIHUELA (Alicante), otra víctima penosa de nuestra, aquella incivil guerra-, el amigo que me descubrió LA MANCHA y en la que cuando más feliz era, después de casi 40 años de trabajo, se me lo llevó un cáncer de mierda. En fin, debo de culparme de que le gané la mano y adquirí yo antes que él esta figura, si no recuerdo mal a un precio muy razonable. Consulté con la amable señora que atendía la tienda sobre esta pieza -no me parecía en absoluto industrial-. Intentaré reproducir lo que me dijo, después de tantos años: "...no, mire usted, ésto, estas "cosas" las hace un hombre viejo de un pueblito cercano, que, después de sus ovejas y  su huerta, el hombre es feliz tallando y modelando estas cerámicas... y lo que saca, ¡pues bien que le viene, oiga!.

¿He sido muy pesado sólo para el introito que merece la procedencia de esta bella escultura, por cierto que la tengo situada sobre un mueblecito precioso alargado a lo alto, de puertas con marquetería y cristal, abarrotado de CD's. Ye, gente, el que se canse que corte y arreglado, además que no me enteraré, tampoco me voy a enfurruñar.

No creo que sea raro el que me emocionen estas piezas de artesanía y los recuerdos tan queridos que me traen, ¿no o sí, soy exagerado?

&&&&&&&&&&


Cruel retrato, esta viñeta del magnífico ROS, sobre esa larga convivencia, tan pesada y sofocante, del "hasta que la muerte os separe..."

(¿Es raro o normal éste mi sentirlo así?)

&&&&&&&&&&&

Acabo de apalabrar la compra del último trabajo del tipo artesano, ya nombrado y expuesto aquí, VICENTE CERVERA. Un caballo flamígero, con esencias mitológicas y aquietado con un trote largo, hecho, también, con planchas de no sé qué. 
Cuando lo tenga en casa, aquí lo mostraré.
¿Qué otros caprichos me quedan, aparte de algún chupito que otro, el gusto por estas obras de artesanía y el gustazo de volver a ver y calibrar bien el cuerpazo de una jovenaza?

Por cierto, me llegan noticias de que mis dos hermosuras de nietas, 16 y casi 15 años, quieren adelgazar, ¡pero, ah, no quieren perder nada de su prometedor, duro y vigoroso culo, cosa que las honra para éste su abuelo. Pero, amigas, queridas nietas, lo que queréis es harto difícil. El consejo que dicta para vosotras mi buen gusto de viejo ya harto de ver y mirar, es que antepongáis el culo a lo que sea, hazedme caso (alguien, no sé quién ni qué, creo que me lo agradecerá).

&&&&&&&&&&&

Acaba de nacer mi séptimo nieto, ALBERTO. No sé bien, creo que el pasado miércoles 26 Agosto de 2015, hacia las 13,30 ó 14 horas.

Siento cosas raras, como olvidadas.
Después de 46 años (creo) de casorio, más esos dos y medio que ibas a lo que se podía en aquella época. Con 6 nietos ya, más éste recién llegado, 7. Dos mayores, ya con 18 años y ALBERTO con tres días.
No pensaba yo que ya a estas alturas, a punto de mis 71 años, con tantas cosas vividas de todo signo, pudiera sentir este cosquilleo que no sé cómo calificarlo, pero que me encanta. Significa, o yo así lo quiero interpretar, que mis sentidos siguen jóvenes: hermosas hembras, buen yantar y mejor beber, sonrisas de niños y hacer fotos a la inocencia pura de un recién nacido sobre el que llueve la ternura de la mirada de sus padres, no, no lo dudo, ¡sigo vivo!

Además, influido por demasiadas lecturas, este SÉPTIMO, como considerado el SIETE, número de buen augurio (entre otras cosas, dicen que el "séptimo día, descansó". Lo que nadie ha podido decirle es que se dejó la faena sin terminar debidamente). Bien, abandonamos el SEIS, que también los malos augurios están empeñados en que es el número del DIABLO... En fin, tontería tras tontería.
Que tenga buen vivir mi ALBERTO, mi séptimo, y no me lo enmierde la cloaca de mundo al que ha venido, ¡Suerte, ALBERTO!

&&&&&&&&&&&&

He comido en CARMEN DE RONDA. Tengo sensaciones de una digestión excelente, pero... la muy puñetera, me tira más al sofá que a seguir dándole a las teclas, "u seasé"...

FINFINFINFINFIN.


DESVENCIJADO
Luis Ramírez de Arellano
29 Agosto 2015.

2 comentarios:

  1. Señor, señor, cuantas hacas.
    Nacho, Desvencijado. Enhora buena.
    Alberto: A ti también, esto esta un poco revuelto, pero creo que siempre lo ha estado.
    No te digo mas nada. Cuando tengas oportunidad, escucha a tu abuelo.

    ResponderEliminar
  2. Sí Alberto Séptimo nieto de Desvencijado) que tiene más ternura dentro de lo que él quiere aparentar quiérelo mucho y déjate guiar por él.Felicidades por todostus nietos.

    ResponderEliminar