Fotografía de Septiembre de 2002
VA POR EL SR. ARELLANOS
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Prometo intentar enmendarme, aunque muy difícil veo el camino.
"Mirusté", su señoría casi se ha doctorado en discusiones cuasi parlamentarias, en "reclamaciones en regla" a cualquier despistado que no sabía a quién le estaba haciendo la puñeta, en vinos y caldos diversos que nos dan las vides, y, cómo no, por supuesto perseguir un estado de forma física cojonudo que requiere una voluntad que yo no tengo (debo añadir -y sin cinismo- que tampoco tengo ganas de adquirir ese tipo de voluntad; lo cual no quiere decir que puede que me vea obligado a...)
Ahora bien, querido: su señoría me lee por cariño que no se imagina cuánto agradezco, pero su último comentario adolece de una serie de vacíos de conocimiento sobre los escribidores y sus paridas: literatura, buena o mala.
Sólo una cosa -creo que en algún sitio la he dejado escrita-: Al que le da por escribir y hace de ello algo necesario en su vida, por cojones, no hay más, al cabo de hacerle dos o tres lecturas, se le ve el rabo por todos lados, el rabo y sus más escondidas entrañas y profundos sentimientos. Este tema se ha estudiado mucho. Y siempre, el resultado ha sido el mismo: "Esto es un escrito de Fulano, de Zotano; una novela de éste o aquél", y ello sin ver la firma. Conoce Vd. tanto mi alma por el contínuo contacto que, coño, ¡¿cómo no va a verla clarísima en lo que escribo?! (Ello aparte de que poquísimas veces disimulo, que no es lo mismo que ficcionar, que aunque todos lo hacen, siempre le salen las puntillas de su personalidad o su forma de ser. Siempre me recuerdo, desde la adolescencia, así, tristón - aun con serio humor ibérico- y depresivo, aunque no se sabía bien qué era eso de "la depresión", al menos en nuestra España con murallas chinas de fronteras.
¿Un ejemplo?: "Un tipo como yo, puede contar escribiendo un instante, unos minutos, ¡hasta un día entero! de su vida que ha sido magnífico, pero, ah el "pero", siempre terminará, más o menos, diciendo o pensando: ¡¡Cojones, por un día bueno, feliz, años y años de darme por donde más daño me hace!!
Me explico y me entiende, seguro. Paso a sus comentarios.
- Todo se ha transformado, me dice: A mí, lo sabe, no me sirve porque siempre parto de mi manía primigenia: En absoluto pedí nacer, ¿para volverme loco con tanta transformación y sufrimiento, no debían haberme pedido permiso?
- Cambie Vd., sigue su señoría. ¡No, jamás! Puedo y lo hago y lo practico, adaptarme evolucionando, pero aparte de que el fondo, el núcleo de roca interna sigue siendo el mismo, este esfuerzo de adaptación, me duele sobremanera. Lo siento, seguiré siendo el mismo, aunque al salir de casa me ponga alguna careta.
- Todo muere, todo termina... sigue Vd. comentando. ¿Alguien sabe decirle la razón de por qué tiene que ser así? (Esto liga con la frase mía del primer párrafo). "Oiga, señor, yo estoy de puta madre, ¿a santo de qué viene Vd. a morirme algo que me sostiene, que me ayuda a sobrevivir, ¡que es un apoyo en mi vida! Mire, acabe Vd. con quien quiera y con lo que quiera, ¡a mí, déjeme en paz, PAZ auténtica de una puñetera vez, so imbécil!
Coda: (Razón científica tenía, señoría: por ningún lado, científico, he encontrado la palabra "sentires". Sí, por el largo rato que estuve en ello, constaté el constante uso que de ella se hace, primero en poesía y literatura; después en cantares y coplas; por último en alguna parla castiza y sentida, más de los sures que de los centros y nortes de nuestra España. ¿Vd., señoría, me permitirá seguir usándola? Ya sabe, si es que no, la borro y asunto arreglado. A mí no me fastidia un almuerzo una palabreja cuaquiera.
VA PARA DÉBIL FOLTALEZA
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Me alegra un montón cada vez que aquí veo un grito o gritito de mi querida Débil Fortaleza (tiene esta persona un especial atractivo por hacerse más y más "pequeñita", cuando sabe de sobra que las almas todas son iguales. Ella lo cree y santa palabra)
Pues eso: ¡VIVA LA MADRE QUE NOS PARIÓ, LA GRAN TERESA!
DESVENCIJADO
Luis Ramírez de Arellano
(Hasta la vuelta. Toca pueblo)
AMEN.
ResponderEliminarLejísimos de mi intención el darle una lección de vida.
Sabe de sobra que lo leo y lo escucho. Y largar con la “sinhueso”, si, pero a sus escritos y “sentires” poquísimas veces me atrevo a opinar. Si, a las cuestiones politiqueras.
Lo único que trataba de decirle es: Que si Vd. hiciera lo que le sugiero en mi comentario, indiscutiblemente la vida se haría mucho mas llevadera.
¡Que, no! ¡Que no le sale de sus cojones! Pues adelante.
Hace poco utilizaba la frase Vd.: “Es lo que hay” Pues ¡coño! ………….
Perdone querido: Muy dentro llevaba Vd. esos “sentires” de jovenzuelo.
Este que le habla y Vd. lo sabe, es un ansioso-depresivo compulsivo, con repentinos y asquerosos cambios de humor, tan poco me pidieron permiso para estar aquí, pero repito su frase: “Es lo que hay” Y no es que ni muchísimo menos lo consiga (a la vista esta) pero de vez en cuando lo intento y trato de cambiar ¡Ostia! Si son cuatro días.
Le decía: Que muy dentro llevaba sus “sentires” (los malos). Ni en sus escritos de entonces, ni en su vida diaria se veía y se notaba su cabreo con la vida como actualmente. Lo disimulaba de puta madre.
Que las cosas cambian. Que a veces disfrutamos masoquizandonos ¿¡Que como me atrevo yo a decirle como se sentía cuando era jovenzuelo!?
Si da lo mismo, sabe lo que le quiero decir.
Cuando uno le duele la cabeza se toma una aspirina. ¿No le vale el ejemplo tan poco verdad? A mi, casi nunca. Que pocas veces hago lo que trato de decirle. Pero como se que es lo que hay que hacer, se lo digo a Vd.
¡Que no, coño, que no! ¡Que no entiendo nada! --- Vale, vale.
Nuevamente le pido disculpas por meterme en sus “sentires” y casi se lo prometo, sera la última vez.
¡Como me alegro de que no haya encontrado la palabra “sentires”! Jodase, (esto tan poco es correcto) aunque yo también la utilizare.
Repito: A M E N