martes, 27 de abril de 2010

YA CON SERIEDAD: EL HIYAB

HIYAB islámico (y otras prendas femeninas musulmanas)

Opino que se está armando un follón de mil demonios, como jaleo de mercado, que puede derivar en algo serio como alguien que pueda no ponga algo de seriedad y criterio en este asunto.

Mi particular inclinación es a prohibir en las aulas, ojo, y en las calles y en cualquier lugar en que se forme un grupo de gentes, la ocultación de la cara, del rostro. Ya costó, allá por 1766, reinando Carlos III en España, un lío tremendo la famosa ley de su ministro Esquilache (creo todos sabrán de aquel famoso "motín de Esquilache" -el ministro, parece que tomó como excusa los mil problemas de España y de la capital para empezar a desmontarlos por uno de ellos: la inmunidad para actos criminales y robos que, escondidos tras la capa española de entonces, alzada, cometía cualquier follón sinvergüenza, en especial por la noche y medio a oscuras-.
Es decir, el rostro bien al aire. ¿Que quieren llevar velo? Que lo lleven, ¿Que quieren llevar otras prendas más largas? Que las lleven. Yo sólo les exigiría, limpieza, higiene y, eso sí, el rostro bien descubierto.
En muchos colegios -como muy bien exponía en una carta al El El País el director de una escuela Técnica Superior-, en sus aulas hay velos; pantalones vaqueros de chicos con los calzoncillos al aire por detrás y que por delente parecen sostenerse en el pito; pantalones de tan corto tiro de las chicas que, con la moda, ya no sólo dejan ver las bragas sino colores de tanga combinados con color carne... Concluía la carta este director en que, a pesar de todo lo que contaba, jamás, bajo su dirección ha surgido problema alguno.
Lo que no me pueden mezclar es el tema de las dichosas "gorras de béisbol", otra cocacolera colonización de aquellos que están unidos por barras y estrellas. No. Desde hace muchos años o siglos es considerado un acto de la peor educación el que un hombre ande por casa ajena con gorra o sombrero o con ésa de béisbol de los cojones, y encima, que se siente a la mesa, a la hora de comer, con la gorrita calada (yo he tenido que soportarlo; no hablo de oídas). Esto no tiene en asoluto nada que ver con la libertad de expresión, de religión e ideologías a que en un estado que se dice laico es merecedera toda persona.
Qué cosas: He llegado a vivir una época en España en que, primero, las mujeres no podían entrar en la iglesia sin velo cubriendo sus cabellos; cuando comenzó la relajación, aún seguía estando muy mal visto. Ahora va y me sale el secretario melifluo de la conferencia episcopal (el que quiera que toque madera) defendendiendo el velo islámico...¡¿tendrán cara?! Claro, en tanto defienden este signo, antes infiel y condenable, están queriendo amparar la continuidad en colegios de sus signos católicos (crucifijos en las aulas y demás...).

Podría extenderme más, pero siempre hay que tender hacia la síntesis.

DESVENCIJADO

2 comentarios:

  1. Hola amigo Jose.En parte estoy de acuerdo contigo pero.....mientras yo viaje por esos paises y me hagan,a la tragala,respetar su cultura y costunbres pensare que en Europa cada vez más existe una relajación por defender lo propio y no saber utilizar las mismas medidas.

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  2. ¡Madre mía! Lo escueto que es D. Eduardo pero como acierta.
    Pero si es que no hay mas vuelta de hoja, si esta clarísimo.
    “Haya donde vayas has lo que veas”
    Vd. Sr. Desvencijado esta más viajado que yo. Y los ejemplos de estos países, precisamente están clarísimos.
    En Estambul Vd. no entra a una Mezquita si no se descalza.
    En Irak, su esposa no puede ir por la calle sin velo, y hasta en el DNI. lo debe llevar.
    Sr. Emigrante, Sr. Viajero, cuando Vd. esté en otro País tendrá que adaptarse a la cultura, costumbres, etc. por respeto, por agradecimiento y por educación, y luego si Vd. en su casa, hotel o recinto, quiere rezar, bailar la conga o hacer el pino, pues hágalo.
    Pero indiscutiblemente, adáptese, cumpla y sea Vd. educado en casa ajena.
    Hacia tiempo que no decía nada en esta su casa. – Pues ala-
    Y ahora Vd. me contesta: Pues mas vale que este calladito

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