martes, 25 de mayo de 2010

AMIGOS (sigue)


(Desde el exterior del cementerio de ALATOZ -mi amigo, sus huesos, su polvo... no están aquí; aunque muy bien podrían estar)
Este muerto me pesa mucho.
El recuerdo de este AMIGO muerto, todavía me pesa más.
RAFAEL, hijo del pueblo de Alatoz aunque toda su vida, hasta la libertad, la pasara en Valencia. Él me presentó ALATOZ y A ALATOZ.
Por las buenas amistades que allí tenía y, cómo no, la buena huella que había dejado su padre, comenzó a ir esporádicamente, normalmente "a cazar". Lo entrecomillo porque lo sé muy bien que a él el matar o no, el cazar, le importaba un pimiento. Eso sí, gozaba de los casi amacereres triscando por el monte, por los vallejos y con la compañía de su cuadrilla (que gracias a él, si se me permite, he heredado y en ella he sido admitido).
Comenzamos a trabajar el mismo día y en la misma entidad, yo con 16 años; él creo a punto de cumplir los 15. Hubo altibajos de cercanía o lejanía en nuestro contacto por destinos que el trabajo nos deparaba (unos tiempos, él en Madrid -en su casa dormimos los míos y yo más de una vez-; otros yo en Canarias; alejamientos, aun en la misma ciudad por ninguno sabía qué -yo soy pacífico, siempre lo he sido; él no discutía jamás con nadie, salvo en el ambiente familiar; tenía mal genio, no es nada grave ni hay por qué ocultarlo; pero, por lo demás era uno de los mayores portadores de ejemplo de educación y saber estar que he conocido.
Nada más se prejubiló, inició la búsqueda de casa en el pueblo, su Alatoz. Todavía sin estar del todo instalados ya nos invitaron a mi mujer y a mí a pasar una semana con ellos. Aparte de alguna otra muy esporádica escapada hasta allí, por pasar el día con ellos, al año siguiente (2001) repetimos estancia en su casa. Sin intentar venderme nada, yo lo veía enamorado de su nuevo vivir, de su aprendizaje de hortelano y cultura rústica de todo tipo (productos sembrados por él -tomates, cebollinos...- y otros que elaboraba -tomate en salmuera, aceitunas partidas, aceitunas a la sosa... muchas cosas-) comimos en casa. En el año 2002 ya tenía yo, alquilada, una casa "en el pueblo". Las escapadas y estancias allí, el contacto con él y entre nuestras familias... Fue una corta etapa que jamás olvidaré (Un día, por la carretera que casi circunda el pueblo, me paró la Guardia Civil -casi yo acababa de instalarme-. Al asomarse el guardia por la ventanilla, lo primero que me preguntó, adónde me dirigía y, de pronto, se paró: "¿No es usted el amigo de Rafael? - Sí - Ande, siga, buenos días" Rafael, al poco de llegar, ya fue elegido presidente de la Asociación de Cazadores de Alatoz -Implantó una organización y promovió actos de tiradas al plato y batidas de jabalíes...- Hasta fue tentado para presentarse como Alcalde, pero de esto, mejor mutis)
No cabe aquí decir o contar mucho más sobre Rafael. Un cabrón y puto cáncer se lo llevó apenas había empezado a vivir la mejor etapa de su vida (Odiaba su trabajo igual que yo el mío, que era el mismo). Era la pura visión de un vivir contento; quería al pueblo y, me atrevo a decir, el pueblo, en su mayoría, lo quería. En todo colaboraba. Jamás, a cualquier petición de entrega de sus labios salió una negativa.
Tengo tanto escrito sobre él y de él, y cosas que, tal vez, aquí no procede plasmarlas que... Ya lo dejo. En un 1º de Junio de 2004, murió de AMIGO RAFAEL, "compañero del alma, compañero..."
Quería yo mucho a este hombre, a este AMIGO. Es un muerto de mi vida que me pesa mucho, y todos los días, todavía.
¡Maldita sea; cómo me pesa su muerte, su recuerdo...!
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No cabe decir nada más de AMIGOS. ¿es que entonces no tengo?
Sí, no sé si queda uno o dos. No quiero lastimar a nadie, pero hasta donde los citados se hundieron en mi corazón, todavía no lo he vuelto a sentir.
Capítulo aparte, sí, merecerían algunos familiares -la ministra ordena que se especifique: hombres y mujeres- que los quisiera tanto como ellos a mí me demuestran, y vientos de AMISTAD nos acarician en muchas charlas, pero... Es la familia, en cualquier familia, un tema muy delicado.
Sólo sé que debo confesar que me llega más cariño que el que yo noto que sale de mí.
DESVENCIJADO
Luis Ramírez de Arellano

3 comentarios:

  1. Mi querido D. Luis, alias “DESVENCIJADO”:
    Mi más cordial en hora buena. Vd. ha tenido el privilegio de tener amigos y disfrutarlos.
    En ese aspecto, no le quepa la menor duda: Ha sido Vd. un hombre afortunado. Disfrute de sus recuerdos, no los olvide nunca, mirar atrás, recordar tiempos pasados, no es cierto que siempre sea malo. Todo lo contrario.
    Yo creo sinceramente que la mayoría de los mortales no tienen ni han tenido la posibilidad de disfrutar del placer de un buen rato con un AMIGO, con todo lo que significa esta PALABRA.

    “”El auténtico amigo es el que lo sabe todo sobre ti y sigue siendo tu amigo.””
    COBAIN, Kurt

    Se podían sacar miles y miles de frases y literatura sobre la amistad.
    Existe una tonta y nada rebuscada pero más cierta que ninguna:

    “”Un amigo es un tesoro””

    Tanto a Vd. como a sus amigos donde quiera que estén: Que les quiten lo bailao

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  2. De vez en cuando pongo mi granito de arena en este blogg(no lo hago mas ya lo dije en otra ocasión por no saber expresarme,) pero hay veces que el corazón me lo manda y a pesar de todo tengo que hacerlo y hoy una vez más ademas de decir lo que disfruto y como se me llena el alma con tus escritos querido DESVENCIJADO, pero hoy no hace falta que exponga algo de mi cosecha por estar totalmente de acuerdo con el querido ARELLANOS,me adhiero a todo lo que dice y añado que yo lo sé muy bien por haber tenido el privilegio de una amistad invalorable y que tambien me quitaron,pero mi querido Jose yo siento un calorcillo especial con su recuerdo.Abur

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  3. Un simple comentario.., copio y pego esta frase tuya, "Sólo sé que debo confesar que me llega más cariño que el que yo noto que sale de mí".
    Me temo D. Luisito que en eso está muy pero que muy equivocado.
    ¡Hala!, si no lo digo reviento

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