Me da, querida, (creo que sé quién eres), que esto no tiene cura.
En su día, al dejarme caer sobre este estercolero que es el mundo y la vida que sobre él repta, alguien se olvidó de extiparme mi extraordinario bienestar, el gran placer que suponía el limbo y mi flotar dentro del más puro de los amores: el líquido amniótico de mi madre, la gran Teresa. Encima, también no tuvo en cuenta el quemar con hierros al rojo mis sensibilidades e inclinaciones: la justicia, el arrobo ante el arte, mi tendencia al equilibrio, mi "egoísmo" por el placer de la Paz... Diría, te diría, muchas cosas más, pero...
Lo siento tanto, querida visitante, el que es imbécil tiene muy dificil arreglo. Durante tu camino en la vida, te puedes contaminar, pero eso se cura. Lo de nacimiento, ay, no tiene cura, sea tu primo, tu hermano o tu tio... No, lo siento, no la tiene. Y esto, lo quieras o no ¡te toca! en la pedrea, no lo eliges, y una vez "te lo arriman", ¿qué haces; decides ser mártir o un "malvado" que no más persigue la paz de su espíritu...? ¡Ameeeen!
DESVENCIJADO
Luis Ramírez de Arellano.
Lo siento querido DESVENCIJADO, no puedo contestarte como quisiera, sencillamente porque no sé, y me da mucha rabia porque sisabes quien soy(y te agradezco que no lo digas)sabes que en muchas cosas pienso como tú, pero me niego a dejarme vivir en ,bueno en "eso" que tú vives y que ademas allá en el fondoaunque sea muy en el fondo, incluso aunque no quieras verlo no es así y estás demostrando muy a menudo la buena pasta, esa que heredaste de la Gran Teresa de que está lleno ese fondo.Lio, gran lio queriendo expresarme, pero tú se que comprendes lo que quiero decirte, y que digo tan mal, no, no pido perdon yo tambien soy así y no tengo remedio.
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