AMISTOSA, CORDIAL, FAMILIARMENTE

El patio de mi casa no es tan particular, porque además de mojarse como los demás, tiene butano y calzoncillos.

(Es la foto más apropiada que he encontrado para dedicar al Sr. OTROMAS, que me ataca de tan despiadada manera)

Empecemos suave.

Para CARLOS (siempre con cariño... y de ser posible, con cerveza)

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Creo que el discurso al que haces referencia, cada vez es más actual. Tanto como avanzan los años "los atrevidos artistas se atreven" a más, ya va existiendo mucha gente que, al menos eso dice, "no quiere que le tomen el pelo". Ya hace unos años, una amiga de las que visitaba anualmente la feria

del Arte Moderno de Madrid, aparte de dejar de ir, me recomendó que no fuera.

Entre eructo y eructo de las cervezas ya intercambiaremos; porque tampoco estoy de acuerdo en que esto sea algo "típicamente" valenciano. El valenciano, históricamente, no se molesta ni en denostar. Es el mayor representante español del "meninfotismo", y, además, individualista por encima de todo. ¿Conoces muchos "grupos" de arte que hayan despuntado, salvo coros infantiles?. Todos los mayores valores del arte que esta tierra nuestra mediterránea ha aportado a España y al mundo han sido, redundancia muy consentida, individuos individuales.

Va por Vd., SR. OTROMAS:

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Ya que empieza Vd. por el "distanciamiento" (aunque, insisto", intuyo quién es), seguiré con el trtatamiento.

- ¿Es que conoce Vd. al amigo y artista CARLOS para tan grande alabanza?

"Mirusté", todo aquél que aquí se mete y da su opinión, si tiene la "chola" medianamente bien amueblada, enriquece este batiburrillo, aunque sus pensares vayan por la trinchera de enfrente, me da igual: Se le lee, se aprovecha lo que se pueda y lo demás se olvida. Pero vale, Carlos se merece la alabanza aunque, de momento, de parte de Vd. no la entienda.

- ¿Le merece descrédito una opinión de Albert Boadella y más la que cito?.

Es uno de los primeros catalanes que ha alzado la voz en contra del tontarras, imprudente e improcedente nacionalismo de unos cuantos políticos catalanes, que no del pueblo catalán en general, que, por otro lado, he conocido gente y me cae de p.m. y (entre Vd. y yo) se ríen bastante de eso de ser "nación independiente del opresor estado español".

- Y llego al asunto del SR. GARZÓN.

En primer lugar: Me resbala esa frase del grande MACHADO que cita: "TODO LO QUE IGNORA SE DESPRECIA". Ha patinado, no va en absoluto conmigo. Si se refiere al arte, quizás me expresé mal, yo no IGNORO en absoluto el arte, sí, por otro lado, el que me hagan pasar por arte lo que no es más que una majadería de alguien que se ha camelado a medios y crítica (¿Por casualidad -no sé si tiene tantos años- recuerda un reportaje sobre DALÍ -tele en blanco y negro todavía- en la que el magnífico loco pintaba ante las cámaras una cosa poniendo en la boca o pinzas -no recuerdo- de no sé qué molusco un pincel embadurnado de pintura... ¡el cáguensen!)

- Como toda persona "normalita" ignoro muchas, muchísimas cosas, y no por eso ni las niego ni las desprecio.

Esta frase ha sido muy aprovechada: Mi, a pesar de todo, admirado Umbral , en el tiempo del follón que tuvo su amigo Cela por el asunto del plagio del Premio Planeta -¡Dios, qué vergüenza!- con su, creo que así se titulaba, Cruz de San Andrés , digo, el amigo Umbral soltó en una entrevista que la "gente denigraba aquellos premios literarios que no podía conseguir"... A pesar de esto seguí leyéndolo. Sus letras eran aparte de su persona.

- Quisiera, en serio, que me diera razones de ese reportaje que tan mal pinta al Sr. Garzón. Aunque siempre se debe tener presente que si alguien quiere largar mal o difamar o insultar en un libro a otro alguien, siempre, para los testimonios, acudirá a preguntar a sus más conocidos detractores o, peor, enemigos.

- Todo personaje público -y no vamos a negar ahora que Garzón se ganó a pulso tal estatus- como simple humano o persona, tendrá sus mierdas ocultas y, además, tratadas con esencias especiales para que no huelan. Vale.

-Por último, hay que dejar cuestiones personales a un lado y poner en la balanza, con intento de objetividad, lo que la "justicia auténtica española" (¡sí, coño, algo queda!) le debe al Juez Garzón y, en el otro platillo, sus debilidades, tentaciones asumidas o miserias humanas en las que, repito, como hombre, pueda haber caído. Después, claro está, viene el auténtico ejercicio de buena moral: Aceptar, sin más, de qué lado se inclina la balanza.

Hasta la otra. (Ojalá sea, por ejemplo, con unos calamares y cerveza)

DESVENCIJADO

Luis Ramírez de Arellano