DE RADICALES Y BANDERAS

Contestando al Sr.
ELDESIEMPRE.
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Desde hace unos años, tenemos una clase política de tan amplia y profunda formación que comenzaron a hablar -no todos, conste- como si se dirigieran a "bandos" y no al pueblo español (a mí me "insultarían" llamándome "nacionalista español". Qué le voy a hacer, me gusta España y me gusta unida, aunque esto de la "unión", bajo mi opinión, hayan cabezas cortas que casi lo califiquen de dictadura o imperialismo.

(Siempre me ha llamado la atención el hecho de que al preguntarle a un extranjero de dónde es, su contestación inmediata sea: de EE.UU; francés, alemán... Luego tú insistes algo más: sí, pero de dónde. Ah, de Wisconsin, de la Provenza, de Baviera, respectivamente. Queda claro, ¿no?, primero su país, luego su estado o región. ¿Cuántas veces hemos escuchado por ahí decir a un español, "no, yo soy vasco, o catalán, o gallego"... Bah. me da pena)

Todo esto viene a cuento porque nosotros, el pueblo, no tenemos una veterana formación política y nos contagiamos enseguida del "lenguaje político", y casi siempre para mal. Qué ellos largan dividiendo, pues va y nosotros también. Ahora voy a soflamar a lo llano y callejero: ¡¿Por qué cojones, no tienen todos los suficientes idem., más dignidad, más interés por España para "trabajar juntos", gobierno y oposición?! Claro, sí, se me olvidaba, hay que tener en cuenta si les interesa España o sus partidos y, encima, si sabrían hacerlo. Hay una grande corriente de opinión que dice que esta explosión de división brotó desde que apareció el presidente que más sobrenombres o apodos tiene y ha tenido en nuestra democracia, "Netol", "Bambi" "El del abuelo" "Zetape" (seguro se me olvida alguno).No lo sé, con sinceridad. Yo no lo veo tan exagerado ese origen.

Bien, señor ELDESIEMPRE, largo introito, vive Dios, para llegar al radicalismo que Vd. comenta. Debo decirle que, bajo mi criterio, hay bastante gente, creo, equivocada como Vd., es decir, ni priman las derechas ni las izquierdas, ni siquiera de ideas españolas; no más hay que bestias descerebrados cuyo único fin es la violencia y que una día llevan una bandera y otro día otra, hoy un signo -nazi-, mañana una camisa azul con flechas y yugo. Me parece que no es Vd. de los que entraría al trapo y empezaría a "contar" conmigo en qué lado hay más, no, por favor. Ya hay bastante gilipollas contando los asesinados azules y rojos de nuestra desgraciada guerra. Creo que con el rollo del prólogo, con este corto párrafo sobre el radicalismo sobra para dejar clara mi opinión.

No tengo nada que decir y menos objetar a su diatriva sobre Israel. Viene a ser mi misma opinión.

Un último desacuerdo: No soy ni he sido nunca de banderas. Menos aún, es decir, odio las muertes por unos colores de bandera. A lo mejor le suena fuerte, paro a mi me daría igual una bandera que otra. Eso sí, tengo mi rincón tontito o sentimental: Las pocas veces que he estado fuera de España, al ver los colores de la bandera que actualmente es enseña de mi país, sí, me ha dado algo de electricidad en el vello; lo mismo que si hubiera visto una senyera o, peor -aquí hasta, a veces se me humedecen los ojos-, cuando escucho, lejos de mi casa, por ejemplo el himno de Valencia y, si me apuran el himo nacional. Pero, amigo, lo demás no, no moriría ni mataría por los colores que tintan un paño colgado de un mástil. (Lo mismo que a veces, esos himnos que he comentado, escuchados aquí, in situ, casi ni les hago caso).

Ah, y gracias por su visita.

DESVENCIJADO

Luis Ramírez de Arellano