miércoles, 23 de junio de 2010

EVENTOS de mi VALENCIA.

Ésta era la dársena interior del puerto de Valencia en una fotografía captada en Abril de 1995.
Detrás mismo del pescador, un tinglado y el edificio "del reloj".

Por estos muelles ha jugado mi niñez y pasado mi incipiente adolescencia, ya camino del desarrollo, desde los 4 hasta los 16 años. Una etapa que, a pesar de mi carácter, siempre pensador, algo atormentado y, sobre todo, depresivo, recuerdo como feliz, con bastante cariño.

La vida, tal vez por ley natural, habrá eliminado del paisaje al hombre de espaldas, sombrero de ala ancha de paja, silla de pescador y aparejos y caña de pesca, sólo recomendable para personas tranquilas, con paciencia y filósofas de medio pelo o de enjundia insospechada. El agua del mar es un paisaje nunca quieto; siempre apacigua el alma, la mueve a recordar, soñar futuros, analizarse uno mismo y su relación con el entorno cercano, medio y algo alejado... ¡Ah, el agua y el fuego; qué grandes aliados para la meditación!.
Quizás no, este hombre viva todavía y puede que añore aquel puerto en el que, además de sostener la caña, pensaba, pensaba, pensaba...

El paisaje que ocupa la figura (recuerdo amable a aquellos escritos -luego serie de televisión- de Antonio Gala, Paisajes con figura)
No, el paisaje lo han borrado las autoridades locales elegidas, qué le vamos a hacer, democráticamente. Y lo han borrado para hacer "eventos", engrandecer Valencia y que me ciudad suene más en el mundo entero. Hay quien persigue el bienestar y la felicidad con humilde pretensión de tranquilidad. Pero los hay de los otros, también.
A mí, estos "eventos", tipo normal de la calle que soy, con la simple afición de leer, beber cerveza y, claro, engordar, ya jubilado, por más que me esfuerzo, no consigo asumir ni la necesidad para Valencia (que ya tenía sus encantos, su historia escrita en barrios emblemáticos -recordemos que también Valencia, no tanto como Córdoba, fue judía, mora y cristiana; y todas esas culturas, a la mínima excavación, salen a la luz-), barrios que con sus callejas y edificios y torres de entrada a la ciudad y murallas y bastantes cosas más, ya son un atractivo para visitantes acompañados de entusiastas guías que sepan mostrarlo, contarlo, explicarlo.
Y bajando a la parte "práctica": Valencia ya contaba con un circuito de velocidad (en Cheste) de probado reconocimiento por pilotos, marcas y organicaciones de carreras de motos. Como decía aquél: Mire, oiga, me lo explique: ¿Qué hubiera costado reformar y ampliar el circuito de Cheste sin destrozar nada? ¿Cuánto ha costado, en "dineros y destrozos de la memoria de la ciudad" el remodelar el puerto para que los coches esos tan raros corran a velocidades de acojone? ¿HACIA FALTA DE VERDAD EL DICHOSO CIRCUITO?.
En fin, aquí parece que hay contratos que vinculan a Valencia con estas pruebas hasta no sé qué año, con lo que la hostelería y, en general, la ciudad, cuenta durante tres o cuatro días al año con suculentos ingresos adicionales. Pero... ¿vale la pena? ¿De verdad TODOS los valencianos queríamos esto? ¿Por qué no se aprovechó el circuito de Cheste?
Otro caso ya, que no sé si alguien conseguirá explicarme bien, y más complicado, convencerme, es el destrozo de MI puerto y posterior remodelación/ampliación para las regatas de La Copa América de veleros multimillonarios. Mis razones, también, como simple hombre de la calle, oidor de telediarios y lector de periódicos (ambos medios, claro, los que me van; no voy a conectarme con los que chirrían en mis oídos y sentidos), es que, si no voy mal informado, este "evento" no depende de Valencia y sus autoridades locales sino de los caprichos y riñas arbitrarias que emprenden los dueños o patrocinadores de cada barquito para ponerse de acuerdo, cada año, en donde celebran su famosa regata. Y para eso, el puerto de Valencia, mi puerto, ha sido cambiado casi en su totalidad (sí, quizás sea un retógrado recalcitrante: me gustaba más el antiguo, con su Escalera Real que, por lo visto, a algún ingeniero superdotado o autoridad enérgica le molestaba). Esto acompañado del nacimiento de un buen número de edificios ya comerciales, ya de ocio, ya de hostelería que, salvo muy pequeñas excepciones, languidecen abandonados y casi sepultados por la porquería (lo he visitado) y la nula ayuda de la Corporación que los animó.
Pues muy bien, celebramos un año de la Copa de América de regatas, el puerto y sus nuevos edificios modernistas brillaban de gentes guapas, los muelles abarrotados de millones en forma de yates y... y eso, qué desde ese año.
Una cadena de televisión (denostada por bastantes, lo sé), La Cuatro, pasó hace pocas noches, creo que en su programa "Comando actualidad" o "Callejeros" -siento no recordarlo- un excelente reportaje del, para mí, gran periodista y reportero Jon Sistiaga (no sé si está bien escrito; da igual, todos saben quién es) cuyo tema era precisamente el montante "malgastado" en estas obras porque, principalmente, luego qué...
Se nombraba, y salía, las instalaciones de aquella Expo de Sevilla (más de la mitad, de pena); la estación del AVE de Guadalajara (unos 15 ó 20 viajeros diarios), otros más y, por supuesto, el puerto de Valencia, medio abandonado a la suerte de quienes apostaron por invertir en esa "futura zona de ocio" y de los que, parece, se han olvidado todos, "ociosos" y autoridades.
(Es la última vez que lo advierto: Se da por sentado que si Yo escribo, ésta es MI individual y particular opinión)
DESVENCIJADO
Luis Ramírez de Arellano

1 comentario:

  1. Hacía tiempo que no podía asomarme a su (para mí) magnífico blogg, y magníficas letras a pesar de sus a veces agrios comentarios y sobre todo su amargura y pesimismo, que me duelen, sí me duelen querido Desvencijado, quizás porque yo tambien soy "la eterna descontenta" y le comprendo muy bien y porque sufro con el dolor de las personas que quiero por eso tambien soy (ya que añado sus sufrimientos a los mios)la eterna sufridora, pero yo no dejo que el rayo de esperanza que sigue allá en mis adentros, como usted dice se apague del todo.Mira por donde tambien esto ha sido un desahogo para mí y no era eso lo que pretendía sino decirle que estoy muy de acuerdo con su rechazo por "nuestro puerto" el de ahora apenas lo conozco ya no es aquel en el que yo de pequeña jugaba en el edificio del reloj con mis amigas a la salida del colegio, una de ellas hija del portero, y tambien jugábamos en el "varadero" con las barcas que allí había con el hijo del Práctico del puerto, por cierto mas feo que picio, pero muy simpático. Tambien me he encontrado con Eldesiempre, que por lo que le contesta, porque no consigo encontrar sus comentarios me resulta un tio simpático, y además quiero que usted quede contento y ya que odia los Anónimos, he estado pensando y al final he encontrado algo que me llama un buen amigo y que me gusta, a´sí que de ahora en adelante las pocas veces que me atreva a decir algo será como

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