PENSAR EN UTÓPICO

El mayor problema con que se encuentra la mujer trabajadora es su posibilidad o decisión de, en un momento dado, ser madre.
Es uno de los temas que con cobardía se callan empresarios y responsables de estado.
La maternidad, siempre, debería estar protegida y mimada por el estado y no empeñarse en hundir a calificativos envenenados a empresas y autónomos.
En las empresas medianas y pequeñas o autónomos, con un escaso -a veces muy escaso- número de empleados, lo queramos o no, el embarazo de una operaria como casi que lo desbarata por completo. Está obligado , lógicamente, a conceder baja y pemiso largo de maternidad, pero ¿y su pequeño taller o modesta fábrica, podrá seguir atendiendo pedidos cuando con su número de empleados, una baja, representa tan alto porcentaje?
Este autónomo, debería percibir del estado subvención tan abultada como para contratar puesto de sustitución y, también, seguir el propio estado, costeando la cotización a la S.S. de la mujer de baja por maternidad.
Este ejemplo es lo que yo llamo "izquierda romántica" o "utopía".
¿Que no se puede hacer? ¡Y una mierda!
¿A quién castigamos: a la mujer a no tener hijos o a su patrón a costear, además de todo su período de gestación, una suplencia?
También, ¿por qué no? con otros matices el ejemplo valdría para las grandes empresas: La maternidad, el crecimiento de la población y el perfecto bienestar y la mejor atención para la gestante y el nuevo ser que va a nacer, siempre deberá ser, en lo material, responsabilidad del Estado.

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Mucho he trabajado aquí, hoy. Y mi lectura abandonada. Y esto último. además de no poder ser, es imposible. No quiero saber nada del blog, estos sábado y domingo.

DESVENCIJADO
Luis Ramírez de Arellano