viernes, 12 de marzo de 2010

YENDO A LA CONTRA

PESADÍSIMO TEMA EL DE "LA IGUALDAD":

Tenemos casi todos los días del año dedicados a ser "el día de algo o de alguien...". Reclamo que se institucionalice el Día del Hombre o del Heterosexual... ¡o del macho! con fiestas, desfiles, carrozas y vestimentas ridículas y horteras -eso sí, bien notoria el área del paquete-. Los días del año ya no son sencillos, normales y trabajadores días del mes que corresponda, no, ya digo, son de alguien o de algo. Por supuesto, los peores, los inventados por los Grandes Almacenes. Hay que querer a la pareja, a la madre o al padre el día que El Corte Inglés te diga. El resto del año, puedes ser como siempre, quizás un detestable bípedo racional.
Esto es lo que, quizás, se llamaría en el cine, comenzar con un primer plano impactante. Iré suavizando y razonando.
- Por cuestiones analizadas y mil veces expuestas por antropólogos, economistas y toda esta gente que se dedica a estudiar a los demás y, encima, convencernos con sus teorías, la vida ha evolucionado de una manera tan veloz que la mujer casi se ha visto empujada a inundar tanto la Universidad como el medio laboral. Su destino, por fortuna, ya no es desde hace bastantes años, el casarse y criar hijos. Éstas, antes "obligaciones", forman parte de todo el abanico de sus libres elecciones.
- Al día de hoy, ya no puedo tragar ni "el día de la mujer" ni ese ministerio tan ridículo de la igualdad. Defiendo que la mujer es totalmente igual al hombre, salvo, claro, en esa maravillosa pequeña diferencia y ciertos genes típicamente femeninos que tanto nos, me, encantan a los hombres. Su marcha hacia adelante es imparable. Basta contar el número de profesores femeninos y masculinos ¿De verdad no andarán parejos? O entrar en cualquier sucursal bancaria e ir sumando la cantidad de ellas dirigidas por mujeres. La gran cantidad de ateeses femeninas que superan a varones -encima, los últimos, la mayor de la veces, no enfermeros sino auxiliares de clínica-. Seguiría, pero por ahí van los tiros. Cada quién que quiera que añada un sector laboral que conozca o quiera.
- Estoy más que harto del grito de la "desigualdad" de salarios entre varones y hembras. Toda mi vida he currelado en el sector financiero (Cajas, Bancos, Financieras, y se puede añadir Seguros). ¡Siempre, coño, a misma categoría idéntico sueldo! Hasta tengo un caso muy cercano de una mujer que al poco de incorporarse a un departamento todo de hombres, desbancó al Jefe y la nombraron a ella... ¿Por ser mujer? ¡No! porque valía más que el que había y todo el resto del equipo. Éste es el caso. La mujer, hoy, no necesita de ningún ministerio. Tiene todas las armas en su manos -estudios, oportunidades, etc.- para ser igual, y hasta superar, al hombre.
- Pongamos que acudimos al pie de una obra: Dos obreros con casco y gafas, soldador en mano, arman ferralla para los esqueletos de las columnas de un edificio; al acercarnos, uno de ellos es mujer... ¡amigos, si cobra menos que el que está a su lado, hombre, haciendo lo mismo, coño, SE DENUNCIA!
- Lo de las paridades es de una memez increíble. Se busca ocupar un puesto y se convoca a aspirantes (neutro -no soy la Ida, digo la Ido, para decir "aspirantas"); a todos se los entrevista o examina; una "persona" de las presentadas representa lo que tan de moda está, "el perfil" que buscábamos, y se la contrata, sin más. Y se le paga con arreglo al puesto vacante que va a ocupar no según la ropa interior que vista. No creo que se mire si es hombre o mujer, al menos en grandes empresas, sector financiero, multinacionales... Otro caso, para comentar aparte, es el de las pequeñas o diminutas empresas, los autónomos.
- ¿A qué viene esta moda imbécil de desbancar a alguien muy válido por ser hombre o mujer porque no les sale la paridad? ¡A tomar por cofa, señores que legislan! El que vale vale y si no, no al paro, sino a un puesto inferior o al último si quieren, pero, por Dios, no se les ocurra contar si en ese último puesto se cumple, con los que ya hay, la paridad de los coj...
- Seguiré con, a pesar de su igualdad -para mí- con el hombre, la maravillosa desigualdad del macho con la hembra. Entre otras cosas -incluyendo el sutil y perfecto arte con que nos manejan- el gran don de poder elegir ser madres, criar y alimentar en su vientre una futura vida... Cosa que tanto problema causa a empresas y empresitas. Aunque yo pienso que la razón, y a la vez solución, está en mi terquedad por la "utopía", es decir, actitud que el humano puede adoptar pero que no quiere o no le interesa.

DESVENCIJADO
Luis Ramírez de Arellano.

1 comentario:

  1. Menos mal que hay alguien que no piensa las estupideces que dicen los medios.OLE! TUS COJONES!o como se diga.

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